FYI.

This story is over 5 years old.

Cultură

Una sexoservidora explica cómo hablar con sexoservidoras

Aquí tienen una lista de consejos que podrían servirles si conocen a una sexoservidora en un restaurante, en un karaoke o si se las presenta Richard Gere.

Foto vía el usuario de Flickr Glenn Harper.

El fin de semana pasado conocí a los amigos de un amigo. De hecho, tenía poco de haberle confesado a este amigo que soy sexoservidora. Cuando le comentó a uno de sus amigos cómo me gano la vida, me puse nerviosa. Si la vida fuera como en la película Mujer bonita, el amigo habría tratado de violarme y luego se habría puesto furioso por un negocio turbio relacionado con un anciano, y no tenía idea de cómo iba a resultar.

Publicidad

Pero no tenía nada de qué preocuparme. Si hubo tensión en el ambiente, fue por mi personalidad, como siempre. Aunque hubo ciertos momentos en esa noche donde me di cuenta que el Amigo No Violador escuchaba con mucha atención cada que respondía una pregunta, aunque fuera una pregunta muy básica. Tal vez estaba esperando a que salieran a flote mis problemas familiares o con las drogas.

Después me di cuenta de que probablemente sea la primera sexoservidora con la que ha convivido de esa forma.

Pasa muy seguido. Soy abierta en lo que hago y tengo muchos amigos civiles. Podría ser más discreta pero muchas veces he estado almorzando y las mentirillas vagas que digo provocan otras 20 preguntas. Y odio inventar mentiras grandes. Por suerte vivo en Nueva York, una ciudad tan grande que si a alguien no le gusta lo que hago, podemos simplemente no volver a vernos. A la mierda.

Lo que me sorprende es que la gente se lo tome con calma. Cada vez hay más gente que responde "Ah, ok". No sé si es porque me junto con gente demasiado lógica o porque el mundo ha cambiado. Me parece que muchos programadores tienen una cantidad en mente que estarían dispuestos a aceptar a cambio de cualquier cosa y saben que simplemente estoy aprovechando mi tiempo libre. Pero para todos los demás, aquí tienen una lista de consejos que podrían servirles si conocen a una sexoservidora en un restaurante, en un karaoke o si se las presenta Richard Gere.

Publicidad

Está permitido hacer preguntas

No soy tan estúpida como para no entender que tanto el dinero como el sexo son temas interesantes. Y espero que no seas tan estúpido como para no entender que no quiero que me veas como un entretenimiento pueril. Si tienes dudas, ¡pregunta! Imagina que duermo animales para ganarme la vida —no porque sea una profesión deprimente sino porque los dos temas son igual de delicados—. Aunque no es necesario preguntar si siento cómo se va el alma del gato. Y por favor, por el bien de todos los presentes en la mesa, no preguntes sobre enfermedades de transmisión sexual en la comida.

Relájate

Por supuesto que hay mujeres que son víctimas del tráfico de personas y a quienes obligan a tener sexo por razones horribles y traumatizantes. Si algún día te encuentras con una de ellas, haz lo posible por ayudarla. (Y otra cosa, ¿en dónde carajos te metes?)

Pero si conoces a una sexoservidora (o a una bailarina o a una chica que actúa frente a una webcam), en especial en una gran ciudad y no ves a un tipo apuntándoles con una pistola, hazles el favor de suponer que tienen el control de su propia vida. Hazles el favor de suponer que toman sus propias decisiones de acuerdo con un análisis idiosincrático y válido de sus opciones y sus posibles resultados financieros. Hazles el favor de no asumir que odian su trabajo, o que lo aman o que su historia no se parece a una novela que leíste o viste en televisión. No creas que sabes cómo se sienten. Si se sienten lo suficientemente cómodas como para ignorar el estigma y decirte la verdad, es probable que estén igual de confundidas igual que tú y tus amigos. Al igual que ustedes, no quieren hablar sobre su trabajo todo el tiempo.

Publicidad

Sí he tenido otros trabajos

Para mí, lo más difícil de ser sexoservidora es que influye mucho en la interacción con otras personas y en mi propia identidad, mucho más que cualquier otra profesión. Lo hago por el dinero, como en cualquier otro trabajo. Cuando era mesera, la gente no se hacía ideas de mí sólo porque les servía su comida y les retiraba los platos. No me cuestionaban sobre el verdadero significado de la comida. Tampoco me preguntaban si ser mesera me afectaba emocionalmente o qué hacía cuando no estaba sirviendo mesas. Nunca traté de ser la mejor para hacer quedar bien a todas las meseras. Es agotador.

No lo digo con mala intención, sé que casi todos conocen a un mesero o mesera. Pero así como ser mesera no me definía como persona, ser Escort tampoco es lo más importante de mi persona.

Me quejo de mi trabajo como cualquier otra persona

Tengo días malos por varias razones. A veces la gente llega tarde. A veces recibo clientes que son un saco de lágrimas disfrazados de empresarios. A veces hay clientes que no saben qué es la empatía y los odio y los tengo que soportar. A veces Gmail me hace trampa y pierdo dinero. Odio perder dinero. Está bien si me quejo por eso. En serio. Estoy bien. Tú también. Todos se quejan de su trabajo. Eso no significa que como amigo tengas que preocuparte y hablarme con seriedad. Mejor sé amable, tómate una copa de vino conmigo y quéjate sobre tu trabajo.

No me voy a enojar si hablas sobre prostitución

Aunque también depende a qué grado. Si haces bromas sobre prostitutas muertas y te ríes a carcajadas, eres un asco de persona. Pero eso no tiene nada que ver con que sea sexoservidora o no. Si tenemos choques culturales sin querer, no te asustes, no me lo voy a tomar personal. Es como cuando canta Kanye y uno de tus amigos es negro. Simplemente no cantas la parte de Kanye. Pero puedes cantar todo lo demás. Él y sus zapatos son parte de la cultura.

Si no sabes qué decir, pregunta algo y pon atención a la respuesta

Es un consejo que te va a ayudar toda la vida. Lo aprendí en esta profesión. La gente siempre cuenta sus problemas a las sexoservidoras. De hecho, entre nosotras decimos en broma que somos terapeutas desnudas. Como mi tiempo es caro y se requieren otros servicios, usualmente se desahogan cuando ya pasó la mitad del tiempo acordado. Sin un contexto previo, no puedo arriesgarme a cometer un error. Entonces lo que hago es escuchar y dejar que hablen. Después se van a sentir mejor y puede que hasta entienda a qué se referían, que, a fin de cuentas, es lo que todos buscan (al menos en lo que respecta a la comunicación).

Si una sexoservidora menciona un tema que no entiendes, es difícil saber cómo reaccionar. ¿Está hablando sobre violación? ¿Está muy enojada o sólo un poco molesta? Si no sabes, mejor responde "¿Y luego qué pasó?" o asiente con la cabeza. Poco a poco vas a entender mejor y se le va a pasar. Lo mejor de todo es que la chica no se va a sentir culpable por haberte incomodado y no va a tener que hacer nada para hacerte sentir mejor.

Publicidad

Si quieres que tu hija se mantenga lejos de esta profesión, empieza a ahorrar para pagar su universidad

Esto me recuerda al fin de semana con el Amigo No Violador y a sus preguntas. Como tiene hijos, se la pasó tratando de averiguar en qué habían fallado mis padres y cómo hacer para que sus seres queridos no se vuelvan como yo. Lo único que sé es que todas las personas que entraron a este negocio cuando eran jóvenes tienen una cosa en común: inestabilidad financiera. No tenían problemas con su papá, no sufrieron de abuso sexual y sus padres no se divorciaron (al menos no en mi caso). Yo tuve que tomar una decisión: prostituirme o dejar la escuela.

Y no me arrepiento de mi decisión. Lo volvería a hacer.

Mi consejo: si no quieres que tu bebita sepa de lo que hablo, entonces consíguete un buen contador y empieza a ahorrar cada centavo. Así de simple.

No quiero generalizar. Sé que soy una sexoservidora muy privilegiada porque utilizo el término sexoservidora, tengo una relación amor/odio/abre las piernas con la educación superior y hablo sobre el estigma mientras me como mi desayuno. Mi experiencia no tiene nada de especial pero aplican todas la reglas generales. Respeta las decisiones que no has tenido que tomar, no te formes prejuicios y respeta la dignidad de las personas. No soy una prostituta con corazón de oro pero me gustaría que me trataran como si lo fuera.

Sigue a April Adams en Twitter.