FYI.

This story is over 5 years old.

Cultură

Colombiano, no vas a salvar al planeta bajándole el volumen a tu radio

La última Encuesta Nacional Ambiental revela que los colombianos estamos muy preocupados por cuidar el planeta y para hacerlo estamos dispuestos a hacer cualquier cosa que esté al alcance de nuestros pulgares.

Entre más dependemos de las comodidades de este mundo de pizzas a domicilio y pastillas contra el guayabo, más renegamos de él. Usar un celular hecho de fibra de vidrio, cobre, níquel y plomo, recubierto con plástico (que no es otra cosa sino petróleo), para andar trinando acerca de cómo 'las corporaciones están acabando con la tierra', es un mal chiste.

La última Encuesta Nacional Ambiental, que busca medir la percepción que tienen los colombianos acerca de temas como la contaminación, el manejo de las basuras y la protección de los recursos naturales, está tan llena de contradicciones como nuestra recién descubierta conciencia ecológica. Según los resultados presentados esta mañana, el 86% de los colombianos considera que el estado del medio ambiente es regular o malo. Ponernos de acuerdo en medidas para protegerlo es cosa aparte. El estudio realizado por la firma Cifras y Conceptos en colaboración con la Universidad de los Andes y la revista Catorce 6, muestra que el 60% de los colombianos no hace nada cuando presencia un hecho dañino para el ambiente. Entre los que sí toman acciones al respecto, la mayoría se limita a hacerlo a través de firmas y campañas en redes sociales, menos del 20% de ellos llegaron al activismo de carne y hueso. En cuanto a las cosas que hacemos por cuidar la naturaleza, los colombianos nos inclinamos por las prácticas que nos ahorran unos pesos o las que al menos podemos hacer sin levantarnos de la cama: mientras que sólo un 2% de los colombianos aporta dinero a alguna campaña a favor del medio ambiente y un 11% participa en jornadas de limpieza en ríos y humedales, un 73% ya usa bombillos ahorradores y un 38 % de nuestros compatriotas está tan conmovido con la situación ambiental que ha decidido "controlar el volumen del televisor y otros aparatos". El hecho es que los colombianos somos conscientes del deterioro que sufre el medio ambiente, lo consideramos un tema de importancia (menos importante que la seguridad, pero más que la política y casi tan importante como la economía) y somos, por lo general, apáticos a la hora de actuar en defensa de nuestro entorno. Pero eso sí, compensamos nuestra apatía con las exigencias que hacemos a nuestros gobernantes. Un 88% de los colombianos considera que la separación de basuras debería ser obligatoria, 79% considera que se debería multar a quienes desperdicien agua y a un 70% le gustaría que multarán a quienes NO ahorran energía. Lo que parecen revelar estas estadísticas es que los colombianos quieren que el gobierno se entrometa cada vez más en sus vidas. Sin embargo, cuando se les preguntó si estaban dispuestos a pagar peajes al interior de las ciudades para reducir la congestión, el 61% de los encuestados contestó que no estaba dispuesto a pagarlos. El decano de la Facultad de Ingeniería de Los Andes, Eduardo Behrentz, lo sintetizó con una frase mockusiana: "A los colombianos nos encanta pedir mano dura, pero para el de al lado". No todo es negativo según la encuesta. Para Cecilia Rodríguez, presidenta de Catorce 6, a comparación de la encuesta realizada en 2008, los colombianos hoy en día le dan más importancia a cuidar el planeta y, en general, están más informados acerca del tema. Según Rodríguez, la creciente importancia que han ganado estos temas ha venido acompañada de lo que ella denomina populismo ambiental: "Lo bueno de los últimos tiempos es que el tema ambiental se volvió taquillero, lo malo es que las promesas incumplidas y la desconexión de los alcaldes en el tema son pan de cada día". El 40% de colombianos que afirma que su alcalde "habla mucho sobre medio ambiente y no hace nada" parece estar de acuerdo con Cecilia. Aunque, en realidad, podría decirse lo mismo acerca de ellos. Así que antes de levantar otra deprimente queja acerca de la agonía de la Pacha Mama, cierren el computador y vayan a limpiar un parque o a separar sus desechos. Eso sí, no olviden compartir este artículo antes.