Exorcismo en la ciudad: todo lo que necesitas saber sobre la expulsión de demonios

Este artículo fue publicado originalmente en Broadly, nuestra plataforma dedicada a las mujeres.

Como no soy fan de las películas de terror, el primer exorcismo que vi en la cultura popular fue en un programa de comedia en el que Nathan Fielder finge ser un experto en ventas y "ayuda" a los comerciantes de Los Ángeles a "revivir" sus negocios.

El exorcismo televisivo de Fielder fue el resultado de un plan desquiciado que planteó como totalmente lógico. El comediante (como vendedor) acudió a una agente de bienes raíces llamada Sue Stanford con una idea para "destacar en el competitivo mercado inmobiliario de Los Ángeles". Para lograrlo, Sue tenía que hacerse llamar "agente de bienes raíces fantasma" y garantizar que todas las casas que vende están libres de fantasmas. Stanford aceptó por amabilidad y por las ganas de salir en un reality.

Después, los socios se esforzaron para poder cumplir la garantía. Contactaron a un síquico profesional llamado Ron Bard. Barg descubrió que una de las casas de Stanford que fue construida en 1902 sí tenía un ente espiritual. Pero no era un fantasma sino un ente mucho más maligno y tuvieron que llamar a exorcista llamado Brother Carlos.

"No tenía idea de quién era Nathan o de qué trataba el programa. Al principio, cuando me sugirió ser una agente de bienes raíces fantasma, me pareció ridículo. Ahora todos en la oficina me dicen así", explicó Stanford por teléfono. Stanford tiene una opinión sana del show y de la forma en que la representaron a pesar de que sintió un poco avergonzada después de la experiencia. Sin embargo, después del programa, Sue recibió cierta atención mediática y una serie de interrogatorios sobre si su experiencia en el show fue o no "real". Uno de sus compañeros de trabajo hasta le abrió una cuenta de Twitter. De hecho, Stanford filmó un episodio piloto para su propio programa de televisión.

No obstante, el programa y la carrera de Stanford como agente de bienes raíces fantasma están en pausa por el momento en lo que encuentra un reemplazo para Bard. "Antes de seguir necesito un nuevo síquico con quién trabajar para poder garantizar que no hay fantasmas en las casas. No quiero que haya errores", dijo Stanford. "El síquico que estuvo conmigo en el programa está muy metido en Japón por el momento. De hecho, predijo el último tsunami y ahora todos en Japón lo buscan. También trabaja con muchos empresarios del país".

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"Creo en eso porque me pasó", continuó Stanford. Con "eso" se refiere, lógicamente, a las experiencias paranormales. Ese es el giro inesperado del episodio: Stanford ya había tenido contacto con espíritus. Cuando el exorcista llegó a limpiar la casa, también limpió a Fielder, con fines cómicos, y a Stanford, quien reaccionó de forma muy visceral y emocional frente a la cámara. También era evidente que le afectó la presencia del ente al grado que empezó a llorar y se desmayó.

"Cuando el exorcista me señaló mientras decía todas esas cosas, sentí como si me transportara a otro mundo", dijo Stanford. "Cuando eché mi cabeza hacia atrás y empecé a llorar, sabía lo que estaba haciendo pero en realidad no tenía control. Sólo pensaba '¿Por qué me está pasando esto?'. Mi boca emitía sonidos. Cuando por fin terminó, quedé exhausta. Después me acerqué a uno de los miembros del equipo de filmación y dije 'Dios mío, creo que sé qué pasó'". La teoría de Stanford es que cuando vivió en las Islas Fiyi con su esposo y sus hijos, una mujer celosa que se enamoró de su esposo le hizo brujería. "Lo primero que pensé fue que estaba libre de esa energía", explicó.

"Sentí un gran alivio. Creo que me ayudó", dijo Stanford cuando le pregunté si todavía siente ese alivio del exorcismo.

Lo único que sé sobre la realidad es que cada persona la experimenta de una forma subjetiva. En el caso de la agente de bienes raíces fantasma, los entes espirituales existen y los exorcismos son catárticos. Ditto Rachel Stavis, escritora y exorcista de medio tiempo, cree que los exorcismos pueden ayudar a superar un trauma. Stavis también vive y trabaja en Los Ángeles.

"No soy nada religiosa", dijo al inicio de la conversación. "En lo personal, no creo que la religión tenga ideas definidas sobre los exorcismos. Siempre lo asociamos con la iglesia por las películas donde los sacerdotes hacen que Cristo saque a los demonios del cuerpo de la gente. Pero como le digo a la gente, este tipo de entidades datan de la Antigua Sumeria y no sólo Cristo las puede sacar del cuerpo de la gente. Para mí, los exorcismos son una ciencia que aún no ha sido comprobada", explicó.

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En efecto, la Iglesia Católica tiene a los exorcismos encerrados bajo llave. En 2001, ABC News informó que los exorcismos católicos que utilizan crucifijos y oraciones van en aumento. "Según los cálculos, existen mínimo 500 o 600 ministerios de exorcismos evangélicos en funcionamiento hoy en día y es probable que haya el doble o el triple", dijo Michael Cuneo, sociólogo de la Universidad Fordham y autor del libro American Exorcism. En otro informe, la ABC anunció en 2014 que el Vaticano ya reconoce a la Asociación Internacional de Exorcistas, un grupo de sacerdotes que se encargan del ritual.

Sin embargo, lo que hace Stavis va más allá de ser la nueva era del agua bendita. Incluso se le ha llamado exorcista de estrellas. "Trabajo con la energía", continuó. "Así funcionan los entes. No les puedo llamar demonios porque no todos son malignos", señaló. "Hay diferentes tipos de entes. Los menos invasivos son lo que llamo amplificadores –si alguien está deprimido, este tipo de entidades los vuelve suicidas–. Mucha gente llega con esos entes y ni siquiera sabe que los tiene". A partir de ahí, los entes van subiendo de poder hasta llegar al grado de las películas, como los behemoths.

"Lo que atrae a los entes son los traumas pasados y el dolor", me explicó cuando le pregunté cómo podía saber si alguien traía un ente dentro. "Cuando tenemos traumas, emitimos una frecuencia más baja, a menos que seamos muy fuertes, pero la mayoría de la gente no lo es. Estas vibraciones son las que atraen a los entes que se alimentan de nuestra energía", señaló. (También dijo que las enfermedades y los entes no son exclusivas mutuamente.)

Sin embargo, Stavis dice que la mejor forma de identificarlos es viéndolos, una habilidad que asegura tener desde la infancia. "Llegó un punto en el que podía ignorar a las entidades y dejar de verlas si quería. Pero hace cinco o seis años empezaron a llegar en masa. Por ejemplo, aquí en Los Ángeles es común ver indigentes gritando en la calle. Ahora sé a quién le gritan. Ya no puedo ignorarlos", explicó. En ese momento, decidió que se le dio ese poder sobrenatural por una razón. Desde entonces se dedica a hacer exorcismos para ayudar a sus amigos, a los amigos de sus amigos y a los clientes que luchan con entidades.

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Después de localizar a un ente, el siguiente paso es expulsarlo. Para esto, Stavis creó una "habitación espiritual". "Está diseñada en una forma muy específica", explicó. "Tengo linternas en lugares específicos y ciertas hierbas que tengo que quemar durante ese tiempo para que sea más seguro". ¿Y a dónde se supone que va ese ente cuando sale del cuerpo? Si se hace bien, cuando un ente sale de un cuerpo, regresa a "la fuente", explicó Stavis. "Sacamos la energía pero digamos que no tiene permiso de quedarse".

Por supuesto, los exorcismos tienen un lado oscuro y todos lo sabemos. La página "What's the Harm with Exorcisms" indica que el total de muertes durante expulsiones de entes es 368,379. Apenas la semana pasada, en Alemania, una mujer murió por un exorcismo que consistía en técnicas extremas como golpizas y, básicamente, tortura. Para ayudar a reducir el peligro, la iglesia católica publicó una guía para exorcismos en 1614 que fue actualizada en 1999.

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Como Stavis asegura que puede ver a los entes, dice que lo único que tiene que hacer es poner las manos sobre la persona afectada, una técnica de exorcismo mucho más benigna. Stavis cree que las muertes por exorcismo son por culpa de exorcistas sin talento que no tienen idea de cómo expulsar un ente poderoso. "En sí, lo que hago es colocar mis manos en las partes donde veo a una entidad y las jalo con fuerza. Se necesitan otras cosas pero todo depende de cada cliente", explicó. Además, Stevis nunca ha visto a un demonio y todos sus clientes han salido vivos. Con todo y todo, la práctica de Stavis –por más rara que sea– parece normal.

Stavis dijo que hace tres meses atendió a una mujer que no le explicó por qué buscaba sus servicios. Sin hacer preguntas, Stavis puso las manos donde vio el trauma de su cliente. Cuando terminó la sesión, la mujer empezó a llorar. "Me preguntó por qué me la había pasado tocando la parte inferior izquierda de su estómago y me explicó que llevaba muchos años tratando de quedar embarazada pero que el doctor le había dicho que nunca iba a poder concebir de ese ovario porque estaba destruido", explicó Stavis. "Le dije, 'No es cierto. Puedo sentir que funciona a la perfección' y que los entes eran lo que no dejaban que se embarazara". Cuatro semanas después, la mujer quedó embarazada.