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¿Por qué las chicas adolescentes aman el porno gay?

De Rusia a Japón, de Nueva York a California, muchas chicas adolescentes están obsesionándose con el porno gay. Hablamos con algunas para averiguar la razón.
Foto vía Stocksy.

Este artículo apareció originalmente en Broadly, nuestra plataforma dedicada a las mujeres.

De Rusia a Japón, de Nueva York a California, muchas chicas adolescentes están obsesionándose con el porno gay. Hablamos con algunas para averiguar la razón.

Los adolescentes son nuestro futuro, pero también son aterradores. Fungen como un eterno manantial de lo que está en onda y son la única cohorte que entiende Snapchat y Vine a la perfección. Aunque algunos son ganadores del premios Nobel o estrellas del pop como Lorde, la gran mayoría son adultos bebés cachondos y confundidos que intentan hacer lo más que pueden para evitar ser rechazados.

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Simplemente entra a Tumblr, donde los adolescentes son conocidos por crear y rebloggear GIFs softcore. Si lo que buscas son cosas sexies, fácilmente puedes encontrar a aquellos entusiastas de lo raro, a chicas con webcams y bloggers queer sexopositivos. Pero más allá de las paredes azules de la red social, varias adolescentes que se identifican como heterosexuales comulgan por su desvergonzada obsesión con el porno gay.

Aunque en general se nos hace normal que los hombres y las mujeres heterosexuales amen el porno lésbico —como sociedad tenemos siglos de experiencia de sexualizar los cuerpos femeninos y de presentar la sexualidad femenina como algo fluido y performativo— el porno gay entre hombres no ha tenido la misma recepción. Fue tan sólo hasta hace poco que las chicas empezaron a rebloggear yaoi manga (cómics japoneses bastante gráficos con tramas de "amor de chicos" escritas por y dirigidas a mujeres), fotos de modelos masculinos andróginos en ropa interior y cursis fotos de parejas gay genéticamente bendecidas. Por ejemplo, la mayoría de las notas del blog Boys Love World salen de sus activas seguidoras. El blog le advierte a los no iniciados que "se preparen para sorprenderse con los chicos más sexies y lindos" y al parecer lo cumple —si es que eres una adolescente que le gustan las pop stars del J o K pop que parecen estar a punto de besarse… Otro blog cuyos seguidores son sobre todo mujeres, Pretty Gay Boys, tiene una estética un poco más estadunidense. Claramente, los lectores de estos blogs están muy lejos de ser una entidad monolítica. Algunas chicas se obsesionan con el manga, otras quieren ver cuerpos verdaderos y otras simplemente se identifican como fans que se deleitan con imaginar tener relaciones con sus personajes favoritos.

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Para tener una teoría un poco más unificada llamé a la sicoterapeuta de adolescentes Anaupama Kalyanam para saber por qué a las adolescentes de repente les empezó a gustar el porno gay. Kalyanam es una trabajadora social de una clínica en Nueva York y se especializa en la juventud LGBTTTI.

Ella rastreó la obsesión al internet y al hecho de que los adolescentes son eso: adolescentes. "Es parte del espectro de deseo y atracción que en especial se debe a que la adolescencia es una época de exploración", dijo Kalyanam. "El internet hace que sea más fácil encontrar diferentes tipos de comportamientos sexuales. No sé si las adolescentes habrían tenido tanto éxito para encontrar porno gay antes del internet".

El internet, por supuesto, ha permitido que el frenesí de "boys love" gane fanáticas de cada rincón del mundo. En septiembre se llevará a cabo el Yaoi-con, un festival de manga y anime de tres días que celebra la "belleza masculina y la pasión", en San Francisco. Mientras me iba aventurando más y más dentro del extraño internet adolescente, siguiendo links desde blogs de porno gay hasta una madriguera de conejo, al final encontré un conjunto de jovencitas rusas que tienen una fijación el sexo gay.

Me imagino que los hombres gay huelen más rico que los hetero.

Anastasia, de 20 años, "ha amado el porno gay desde los 16". Como creció en Moscú, donde cualquier tipo de actividad homosexual tan sólo empezó a ser legal hasta 1993 y las actitudes anti gay son la norma, Anastasia siempre había pensado que el porno gay era algo lascivo y pecador. Pero cuando empezó a darse cuenta de que estaba teniendo algunos crushes con sus amigos gay decidió explorar esta atracción. Resulta que si le preguntas a una adolescente, o a una ex adolescente, por qué le gusta el porno gay, ésta responderá con franqueza: "Me atraía, pero era difícil de explicar", me dijo Anastasia por mail como respuesta a un llamado que puse en Tumblr para que me ayudaran a entender a los adolescentes. "Me siento más cómoda sintiéndome atraída a la masculinidad gay que a la masculinidad hetero", continuó. "Me imagino que los hombres gay huelen más rico [que los hetero], o al menos los hombres gay que me gustan. [Me gustan los chicos] más andróginos y masculinos, aunque con algo de músculos".

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Para una adolescente, al menos en Rusia, parte del atractivo que tiene que dos hombres huelan rico y que anden de cachondos tiene que ver con lo prohibido de la imagen. El porno gay está codificado con lo "cool" que para los adolescentes significa llevar la contraria. En la red social rusa VK, que es una especie de híbrido entre Tumblr y Facebook, el blog No Hope Kids tiene pastiches de significantes de lo que está en onda (cabello de colores y vagos rechazos del capitalismo) con imágenes de chicos besándose que tienen lo que Anastasia llama un " look post soviético". El blog tiene el cuidado de poner una advertencia de "18+". Gracias a la ley rusa de 2013 que prohíbe "propaganda a menores de edad sobre relaciones sexuales no tradicionales", cualquiera acusado de simplemente crear " un interés en las relaciones sexuales no tradicionales" podría ser multado.

"A las rusas de onda en realidad no les interesan los hombres hetero", dijo Anastasia, observando el dominante culto ruso a la masculinidad. Anastasia incluso se niega a ver personas heterosexuales teniendo sexo. "¿Qué tenemos en común con ellos?", pregunta. "Les gusta la chela, el futbol y las chichis. A nosotras nos gustan las tendencias y la música".

Históricamente los hombres gay han sido quienes marcan las tendencias culturales desde los márgenes, pero Anastasia, quien se mudó de Moscú a Los Ángeles en 2012, clasifica su interés en los hombres gay como algo más que una moda. "Canalizar las hormonas adolescentes en los hombres gay parece ser la única forma de tener alguna especie de liberación sexual", dijo. Ella ve el porno gay como una forma de disfrutar la pornografía desde las ventajas de la mirada femenina: "Puedo ver porno gay e involucrarme con mi sexualidad al mismo tiempo que escapo de la mirada masculina de sexualización, de objetificación", dice.

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A las rusas de onda en realidad no les interesan los hombres hetero.

La idea de concluir que a las adolescentes les gusta el porno gay por el bien del empoderamiento es bastante seductora. Sin embargo todo esto podría interpretarse como el tropo del "mejor amigo gay" llevado hasta la fetichización más extrema. (Ningún hombre homosexual respondió a nuestras peticiones por comentarios). Al margen del margen, algunas chicas que son sexualmente atraídas a los hombres gay se llaman a sí mismas "girlfags", que según el Urban Dictionary son mujeres a las que les atraen los hombres gay, bi o trans. Una rápida búsqueda en Tumblr con este tag prueba que el término en sí es bastante divisorio. Las chicas que se dicen ser "girlfag" a menudo son acusadas de causar peleas LGBT, de objetificar a los hombres gay y esencialmente de simplemente ser extremadamente celosas.


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El controversial apodo data de 2003, cuando apareció por primera vez en un artículo en la revista BUST que intentaba validar a las "girlfag" como una orientación sexual legítima, o al menos un elemento de alguna. En 2012, "girlfag" incursionó oficialmente en el léxico queer cuando Janet W. Hardy, la escritora del bestseller The Ethical Slut, escribió una autobiografía de su vida como una "girlfag" autoproclamada. Aunque Kalyanam nunca ha tenido pacientes "girlfag", "podía ver cómo para algunas parece ser lo apropiado y para otras es problemático, pero siempre que haya consentimiento y nadie salga lastimado, no creo que haya nada que juzgar".

Para terminar le pregunté a mi guía espiritual adolescente Anastasia qué pensaba del término. Como esperaba, me respondió con sabiduría. "En realidad no me gusta la idea de objetificar a los hombres gay cuando veo porno", admitió. "[No es mi intención], pero supongo que es inevitable. Si quisiera vengarme de los hombres que han sido malos conmigo, simplemente vería videos de dominación femenina. Pero esos me aburren. Me gusta ver que la gente recibe placer. No quiero pensar en dolor, a menos que sea del tipo que es gratificante".