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Deberíamos poder hibernar durante el resto de la pandemia

Estamos a punto de afrontar un invierno muy desolador gracias al COVID-19. Si pudiéramos inducir el letargo en los humanos, podríamos dormir durante todo el proceso.
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Imagen: Getty Images 

Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.

En marzo, la humanidad se hizo una idea de cómo sería un invierno con COVID-19: lleno de máscaras, desinfectante para manos, confinamiento, miedo y muerte generalizados. Después de un verano que, para algunos, estuvo lleno de cenas al aire libre, salidas al parque y caminatas con sana distancia, ahora nos enfrentaremos a un invierno desolador. Ciertamente sería mejor hibernar durante todo el proceso.

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“Es probable que este invierno sea difícil para mucha gente”, dijo Jennifer Veitch, investigadora principal del Consejo Nacional de Investigación de Canadá.

Teniendo en cuenta que este invierno estará lleno de aislamiento, frío, oscuridad, y un mayor riesgo de contagio, lo mejor sería no levantarnos de la cama. De hecho, si los más de siete mil millones de personas en la Tierra simplemente decidieran hibernar, o mejor dicho, en este caso, entrar en un estado de letargo, podríamos ahorrarnos mucho dolor y reducir las tasas de transmisión. En lo que respecta a las soluciones prácticas del cerebro: irse a la cama y entrar en un trance parecido al de un oso sería genial, con muy pocos puntos en contra.

Tener literalmente a todos los seres humanos en un estado profundo de letargo o depresión metabólica podría interrumpir sin problema la cadena de transmisión de COVID-19. Entre el regreso a clases, las personas intentando pasar tiempo con familiares y amigos y, en general, el hecho de que los virus respiratorios atacan con más fuerza durante el invierno, es probable que los próximos meses, suponiendo que todos estén despiertos, se vean más casos y más muertes.

"Privado de la transmisión de persona a persona, el virus se extinguiría", dijo Andrew Noymer, profesor adjunto de salud pública en la Universidad de California en Irvine.

Eso no quiere decir que esta propuesta sea viable. Por un lado, la logística de poner a todos los seres humanos en la Tierra en un estado de letargo es aterradora. Pero quizás el problema más grande es que, en este momento, simplemente no es posible, según los investigadores que le siguieron la corriente a Motherboard en este artículo. En este momento, esa posibilidad sigue siendo parte de la ciencia ficción, y es probable que eso no cambie en las próximas semanas.

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No obstante, la reducción de la tasa metabólica en los seres humanos sigue siendo de gran interés para los científicos y para varias agencias espaciales de todo el mundo como la NASA. En enero, un grupo de investigadores, algunos de los cuales participaron en un taller de la NASA sobre el tema en 2018, publicó un artículo que explora algunos de los primeros pasos en el campo.

Según el documento, cosas como la sedación moderada y la profundización del sueño de ondas lentas —el estado en el que el cuerpo alcanza su nivel metabólico más bajo— podrían inducir una depresión metabólica superficial, reduciendo la tasa metabólica un 20 por ciento o menos. Un tipo de letargo más profundo y de ciencia ficción podría alcanzar alrededor del 98 por ciento, dijo Matthew Regan, del Departamento de Biociencias Comparativas de la Universidad de Wisconsin-Madison y uno de los autores del estudio.

Los médicos ralentizan ocasional y temporalmente la actividad metabólica de los seres humanos que han sufrido un derrame cerebral o un ataque cardíaco utilizando una técnica conocida como "hipotermia terapéutica", y los científicos están trabajando activamente para inducir el letargo en mamíferos que normalmente no lo hacen.

Estas depresiones metabólicas menos profundas pueden reducir la cantidad de oxígeno que los humanos necesitan y la cantidad de dióxido de carbono que expulsan en los vuelos espaciales. También se han estudiado diferentes tipos de letargo para su uso aquí en la Tierra para tratamientos médicos.

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Los letargos más profundos, que en el futuro podrían ser inducidos por medios químicos o tecnológicos, también podrían reducir la cantidad de oxígeno, alimentos y agua consumidos por los astronautas, reduciendo el peso de una nave espacial. Según Regan, los animales en estados más profundos de letargo también son resistentes a la radiación, que es uno de los mayores obstáculos que los humanos deben superar en vuelos más profundos al espacio. Por último, podría usarse para someter a los astronautas durante vuelos espaciales de larga distancia, manteniéndolos sanos y cuerdos en el vacío.

Hay razones para pensar que la hibernación podría ser posible en humanos, según quienes han estudiado el tema: “La hibernación y el letargo, procesos que ocurren naturalmente en muchos mamíferos, podrían ofrecer mejores alternativas para lograr el objetivo de preservación a largo plazo de pacientes y astronautas que actualmente solo existe en la ciencia ficción”, postuló un artículo de 2018 en Bioscience Horizons. "El hecho de que la mayoría de los genes de hibernación también estén presentes en el genoma humano puede permitirnos explorar formas de inducir la hibernación/letargo utilizando tecnologías moleculares actuales como el sistema CRISPR-Cas en el futuro".

Algunas de estas aplicaciones también podrían ser bastante útiles para los humanos en la Tierra, especialmente durante una pandemia, dijo C. Loren Buck, biológo de la Universidad del Norte de Arizona y uno de los coautores del artículo que salió del taller de la NASA. Buck incluso estaba considerando escribir otro artículo sobre cómo los avances en la depresión metabólica podrían mejorar la vida durante las pandemias, pero no ha tenido la oportunidad de hacerlo.

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Buck sugirió que si un humano con COVID-19 entrara en un estado de letargo, podría evitar que la enfermedad se repita en su cuerpo, ya que algunos virus secuestran los procesos biológicos en el cuerpo para propagarse. Sin embargo, otros virus, como el herpes, permanecen latentes en el cuerpo. Buck, quien señala que no es ni epidemiólogo ni experto en cuestiones respiratorias, dijo que el COVID-19 reduce el funcionamiento de los pulmones y, por lo tanto, la cantidad de oxígeno en su sangre. Por lo tanto, reducir la necesidad de aire en el cuerpo mediante la reducción de la tasa metabólica de los pacientes podría ayudarlos, aunque dice que el COVID-19 es una enfermedad compleja que puede afectar diferentes partes del cuerpo.

“Salen buenas ideas de la ciencia ficción”, dijo.

Según Regan, entrar en letargo también ayudaría a las personas a superar momentos psicológicamente estresantes.

“Incluso con internet y comiendo pan, la gente se aburre de estar en casa”, dijo.

Apenas son los primeros pasos en este campo. El letargo ciertamente no es una herramienta que los humanos vayan a utilizar en los vuelos espaciales en el futuro cercano, o durante las pandemias, tal vez nunca. Pero ha habido algunos avances en la inducción de estados de letargo en ratas, otra especie que no lo hace de forma natural. Según Regan, llegar a un lugar donde la ciencia pueda inducir un profundo letargo en los humanos requerirá mucho trabajo.

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El área de investigación necesita financiación y requerirá una mejor comprensión del proceso tal como ocurre en hibernadores naturales como osos, ardillas terrestres y lémures. También requerirá el desarrollo de nuevos fármacos para emular de forma segura este proceso y una comprensión de la fisiología humana y sus limitaciones.

"Estoy siendo muy optimista cuando digo que espero ver esto en mi vida", dijo Regan, y agregó que un aislamiento adecuado probablemente detendría o reduciría en gran medida el impacto de la pandemia.

"No estoy seguro de que la depresión metabólica sea en sí misma necesaria para reducir la propagación del COVID".

Además, según Noymer, planes como este suelen tener consecuencias imprevistas en la ciencia ficción. Hipotéticamente hablando, si todos fueran sometidos, la humanidad perdería funcionalmente la oportunidad de desarrollar inmunidad a la enfermedad. E incluso si la enfermedad desapareciera en la mayor parte del mundo, es posible que algunos laboratorios aún tengan muestras.

"Los seres humanos son muy buenos para pasar por alto los efectos imprevistos, las consecuencias no deseadas", en este tipo de escenarios de ciencia ficción, dijo.

De manera similar, si bien despertarse al final de este invierno para ver el fin de la pandemia puede parecer atractivo, sería muy decepcionante despertar y descubrir que, de hecho, sigue estando vigente en primavera, dijo Veitch. En ese punto, la gente tendría que empezar de nuevo su proceso de aceptarlo, dijo.

Además, la idea de poner a dormir a miles de millones de personas simultáneamente plantea algunos problemas éticos, dijo Buck, aunque, como sugerencia un poco más razonable, dijo que, hipotéticamente, las personas también podrían hacerlo por turnos. Si de por sí ya es bastante difícil convencer a las personas de que usen máscaras o permanezcan aisladas —o incluso de que la enfermedad existe en algunos casos— tratar de convencer a todo el mundo de que se desmaye durante meses no es lo más probable del planeta.

"¿La gente va a dejar que su gobierno los someta?" Preguntó Buck, retóricamente.