Estos esqueletos son las mejores decoraciones para Halloween

Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.

Halloween está a la vuelta de la esquina y con él llega un mar de jardines llenos de horribles decoraciones. Están las lápidas de cartón, las telarañas falsas y las cabezas de zombis que funcionan con baterías para dejar escapar un grito aterrador cada vez que pasas por delante del sensor o lo que sea. Pero de vez en cuando, aparece alguien que traspasa los límites de lo que pueden ser las decoraciones de Halloween.

Este año, las personas encargadas de la mejor decoración de Halloween se llaman, Bill y Bob, cuyo patio lleno de esqueletos es tan brillante que hace vibrar a las raíces de la decoración artística de los patios. Y gracias al usuario de Twitter Sami Campagnano, que vive cerca de la casa de Bill y Bob, el mundo entero puede disfrutar del ingenio del dúo.

¿Qué, no lo entiendes? ¿No te das cuenta de la brillantez de Bill y Bob? Seguro piensas, es solo un esqueleto plantando algunas flores y haciendo un picnic, pero ¿cuál es la gran idea?

No te culparemos por tu ignorancia. Claro, las decoraciones son engañosamente simples. Claro, son solo un trío de esqueletos y algunos accesorios, situados en varios escenarios en un césped que de otra manera sería normal. Pero son mucho más. Según Campagnano, Bill y Bob cambian diligentemente los esqueletos cada día, colocándolos en situaciones nuevas y diferentes. Por sí solos, las decoraciones no llaman mucho la atención. Pero vistos como un todo, en una escala más grande, su gran majestad se roba toda la atención.

Mirad:

¿No lo ves? ¿No lo entiendes? Es la mundanidad de sus acciones lo que hace que los esqueletos de Bill y Bob sean realmente excepcionales. Estos esqueletos hacen breakdance, festejan, acampan, limpian. Toman el sol y se van de picnic. Sus vidas esqueléticas reflejan las nuestras, como una versión espeluznante de la historia "Sticks" de George Saunders.

El mensaje de los esqueletos, parece ser de unidad. Todos somos iguales, declaran las decoraciones. Todos somos un desorden de huesos debajo de todas estas capas de músculos, grasa, cabello y vestimenta escasa. Todos pasamos nuestros días trabajando en el jardín o sacando la basura o enseñando a nuestros niños esqueletos a andar en bicicleta, sin siquiera hacer una pausa para notar cómo estos pequeños momentos se suman a la vida.

Estos esqueletos somos nosotros. Nosotros somos ellos. Su historia es nuestra historia, una historia de la belleza mundana de la vida cotidiana. Todos somos iguales cuando nos desnudamos y quedamos en nuestros finos marcos de calcio. Gracias, Bill y Bob, leyendas de Halloween, por el recordatorio.

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