Imagen por Dave Hunt/EPA
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Los animales rumiantes como el ganado tiene las tripas llenas de bacterias productoras de metano que digieren su alimento, por lo que lo arrojan continuamente, explica Don Blake, químico atmosférico que estudia el metano en la Universidad de California-Irvine. Y las industrias lácteas y granjas de cerdos, donde los animales son normalmente encerrados y sus residuos desechados en lagunas, tienden a producir más emisiones que los residuos procedentes de animales que pastan en campos abiertos.Esas lagunas están "burbujeando por el metano", ejemplifica Blake. "Si comparas las emisiones de 1.000 cerdos sueltos, frente a 100.000 cerdos encerrados en una granja donde se arroja todo su estiércol en una laguna, la laguna va a emitir mucho más, evidentemente".Las lagunas de residuos emiten alrededor de 35 veces más metano que el estiércol que se deja en el campo — y los resultados lo confirman con claridad en las lecturas satelitales, afirma Alex Turner, químico atmosférico en la Universidad de Harvard."Definitivamente, existen regiones con emisiones de ganado concentradas", continúa Turner, quien realizó un estudio en 2015 sobre esta cuestión. En los lugares donde las lagunas de residuos son comunes, como las zonas productoras de lácteos del este de Carolina del Norte, Iowa y California, "observamos grandes emisiones de metano", sentencia.En la guerra contra el carbón, China apuesta más fuerte que EEUU. Leer más aquí.
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