Un vicegobernador afgano pide ayuda por Facebook a su presidente ante el asedio talibán

La provincia de Helmand, en Afganistán, podría caer en manos de los talibanes después de varios meses de feroces enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los combatientes de la insurgencia. El vicegobernador de la provincia anunció ayer que en los últimos dos días ha perdido a 90 de sus hombres.

Mohammad Jan Rasulyar ha proclamado que si el presidente Ashraf Ghani no toma pronto cartas en el asunto, su provincia, uno de los centros neurálgicos en la producción de opio, caerá en manos de los talibanes. Helmand es un territorio que se hizo popular en su día por ser el corazón de la insurgencia terrorista afgana, y por su proverbial resistencia ante la embestida de las tropas británicas y estadounidenses.

"Su Excelencia, Helmand le necesita", escribió ayer Rasulyar en su perfil de Facebook.

Se trata de una súplica insólita en la que el funcionario traza un retrato inquietantemente similar al que llevó a la caída de Kunduz, otro de los baluartes estratégicos de Afganistán, a finales de septiembre. Entonces, los combatientes talibanes sitiaron y mantuvieron el control de la ciudad durante varios días, hasta que las topas del gobierno lograron hacerse de nuevo con sus riendas.

La caída de Helmand podría significar un serio revés para las fuerzas de seguridad afganas, que presumen de tener a la insurgencia bajo control. Aunque lo cierto es que, desde la retirada de las tropas internacionales, el ejército afgano se las está viendo y deseando para contener en solitario avanzadas como la de Kunduz.

El portavoz de la armada Mohammad Rasool Zazai ha proclamado que no va a hacer declaraciones sobre el llamamiento difundido por Facebook. Según el militar afgano, Helmand no sucumbirá jamás, mientras que el responsable de la policía, el inspector Abul Rahman Sarjang ha asegurado que "tenemos una presencia fuerte en Helmand. Hasta ahora, nos hemos visto obligados a abandonar algunas zonas por razones estratégicas, sin embargo nuestras fuerzas están trabajando conjuntamente y solo es cuestión de tiempo que informemos de nuestros grandes logros".

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El gobierno de Ghani, que ha sido financiado con miles de millones de dólares en ayuda internacional y cuyo ejército ha sido entrenado por miles de efectivos de la OTAN que siguen en el país, está trabajando por retomar las conversaciones de paz con los talibanes.

A lo largo de los últimos seis meses, Helmand ha sido el escenario de las encarnizadas batallas entre la insurgencia talibán y las fuerzas de seguridad afganas, que se han quejado abiertamente de haber sido abandonadas a su suerte por el ejército estadounidense.

"Los suministros de comida y munición para nuestras tropas están llegando a destiempo. Os pedimos que no abandonéis a nuestros soldados heridos y martirizados en el campo de batalla. Las fuerzas internacionales observan la situación desde sus bases y no están prestando ayuda alguna", lee el mensaje de Rasulyar.

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Desde el pasado jueves son ya 90 los que han perdido su vida en Gereshk, una intersección de la autopista 1, situada cerca de la capital provincial de Lanskar Gah y que linda con el distrito de Sangin por el norte. Según considera Rasulyar, el abultado número de víctimas es "algo habitual".

Igualmente, el funcionario afgano ha anunciado que Sangin está a punto de caer y que allí se han registrado 44 bajas en una sola noche.

Los talibanes no han consentido que sus sangrientas divisiones internas hayan menoscabado su campaña por hacerse con Helmand. De hecho, los miembros de la insurgencia afgana han publicado en su página web varios comunicados en los que informan detalladamente de sus ataques contra puestos de control. Los combatientes han informado también del despliegue de otras operaciones militares, como el ataque suicida contra el jefe de policía de Gereshk.

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Los talibanes se están aprovechando sobremanera de las deserciones y de la falta de suministros que están debilitando tanto al ejército como a la policía afganas. Los combatientes de la insurgencia se han hecho ya con los distritos de Musa Qala y de Now Zad, al norte de la provincia, y han amenazado también a Lashkar Gah.

Las fuerzas del gobierno, a su vez, informaron el viernes pasado que han reconquistado el distrito de Khanishin. Sin embargo, ayer domingo los talibanes proclamaron que han retomado el control del centro del distrito.

Las fuerzas especiales de seguridad de Estados Unidos ya han advertido de la gravedad de la situación. De hecho, todo apunta a que estas habrían estado luchando en Helmand durante las últimas semanas. Pese a todo, los cuarteles generales de la OTAN en Kabul ni han confirmado ni desmentido la operación.

Un informe dirigido del Pentágono al congreso estadounidense la semana pasada, ya revelaba que las fuerzas de seguridad afganas sobreviven en condiciones de lo más precarias. Según el mismo informe, la mayúscula inversión de dólares, ayuda y entrenamiento que han recibido las tropas afganas de manos de la comunidad internacional, no han mejorado sus prestaciones.

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