Cultură

La ética compleja de conservar el esperma de una persona muerta

La gente está recuperando (y usando) el esperma de sus seres queridos fallecidos. ¿Esto es bueno o malo?
Ilustración de espermatozoides
SCIEPRO/Getty Images

Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.

El otoño pasado, Peter Zhu, un cadete de 21 años de la Academia Militar West Point, en Estados Unidos, hizo una lista de objetivos de vida y carrera, una tarea que completaron todos los graduados de West Point. Como parte de su lista, Peter escribió que esperaba "tener tres hijos, casarse antes de los 30 años y convertirse en un oficial de carrera en el ejército".

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El 23 de febrero de 2019, solo unos meses después de que Peter escribiera sobre su futuro, se fracturó la médula espinal en un accidente de esquí y fue trasladado al Centro Médico Westchester de Nueva York. Cuatro días después, los médicos tuvieron que anunciarle a sus padres las noticias más temidas para una familia: Peter no se recuperaría. El 27 de febrero de 2019, el personal declaró que Peter había sufrido muerte cerebral.

Peter, que era soltero en ese momento, era donante de órganos. Según documentos judiciales, sus padres, Monica y Yongmin Zhu, creen que se registró como donante de órganos porque "siempre había estado motivado por el deseo de ayudar a los demás". Incluso en la muerte, lo consiguió: su riñón y páncreas fueron donados a un hombre de 53 años y su corazón a una niña de 12 años.

La cirugía de extracción para la donación de órganos estaba programada para el 1 de marzo a las 3 PM. Pero había un asunto sin resolver. En la mañana de la cirugía, Monica y Yongmin presentaron una petición al Tribunal Supremo del Estado de Nueva York, mediante la cual requerían una cirugía de extracción adicional. Querían el esperma de su hijo.


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La recuperación de esperma postmortem (PMSR, por sus siglas en inglés), fue llevada a cabo por primera vez en 1980 por Cappy Rothman, un urólogo de Los Ángeles. El procedimiento es relativamente sencillo: hasta 36 horas después de la muerte de una persona, un urólogo puede recolectar la sustancia y enviarla a un banco de esperma, donde se almacenará y luego se usará a discreción de la familia. Aunque hay reportes de la PMSR en los años 80 y 90, no fue hasta 1999 que una mujer de Los Angeles dio a luz al primer bebé concebido como resultado de la PMSR. (El procedimiento correspondiente para recuperar los óvulos, la recuperación de ovocitos postmortem, es otra opción para las familias que buscan la reproducción póstuma).

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El procedimiento de la PMSR es controvertido: Francia, Canadá y Alemania lo prohíben totalmente, mientras que en el Reino Unido los hombres deben proporcionar consentimiento por escrito antes de su muerte para poder aplicar la PMSR. Sin embargo, en Estados Unidos no hay una regulación nacional.

La falta de directrices consistentes y la relativa rareza del procedimiento significa que a los médicos y familias a menudo se les pide que tomen una decisión estrictamente ética en un corto período de tiempo. Algunos hospitales tienen directrices vigentes, mientras que otros toman decisiones caso por caso.

A Larry Lipshultz, profesor de urología de la Escuela de Medicina de Baylor, no le gusta la inconsistencia en cómo se deciden los casos en los diferentes hospitales. "Creo que debería haber políticas vigentes en cualquier hospital que pudiera recibir una petición de este tipo", dijo Lipshultz a VICE. Esto incluye hospitales, instituciones académicas y salas de emergencia, especialmente aquellas que atienden regularmente a pacientes con afecciones potencialmente mortales.

En una declaración ante el tribunal a través de su abogado, el Centro Médico Westchester dijo que no consintió ni objetó el procedimiento en el caso de Peter Zhu. El hospital dijo que cumpliría con la decisión tomada por el tribunal, dejando que el juez John P. Colangelo decida si los padres de Peter pueden tener acceso a su esperma después de su muerte.

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En vista de que la ventana de oportunidad de 36 horas para la PMSR iba a expirar, el Juez Colangelo emitió un relevo provisional el mismo día: el Centro Médico Westchester recibió la orden de recuperar el esperma de Peter y llevarlo a un banco de esperma, hasta que pudiera llegarse a una nueva decisión. Se fijó una audiencia para el 21 de marzo.

Durante las próximas tres semanas, los Zhu no solo tuvieron que probar que su hijo quería tener descendencia, sino que la habría querido tener después de su muerte. Si bien no hay muchos casos de PMSR, es aún más raro que se realice en una persona fallecida que no tuviera pareja conocida y que no hubiera intentado activamente tener hijos, como fue el caso de Peter.

De hecho, la Sociedad Estadounidense de Medicina Reproductiva, el grupo profesional de médicos del rubro, desaconseja permitir que alguien que no sea el cónyuge solicite la PMSR. En un conjunto de directrices éticas publicadas en 2018, la organización escribió: "En ausencia de instrucciones escritas del difunto, los programas que están abiertos a considerar las solicitudes de adquisición o reproducción póstuma de gametos por parte de los cónyuges o compañeros de vida sobrevivientes deberían rechazar las solicitudes de tales servicios de otros individuos".

Lipshultz está de acuerdo con el grupo. "Los padres no están involucrados en el proceso reproductivo de sus hijos", dijo. Piensa que a menos que un hijo le diga explícitamente a sus padres que quiere reproducirse póstumamente si llegara el momento, no es pertinente suponer que un hijo se sentiría cómodo si sus padres tomaran la decisión por él.

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"Éticamente, este [caso] es controvertido", dijo David Magnus, director del Centro Stanford para la Ética Biomédica. “La mayoría de las políticas de los hospitales solo permiten que se realice el procedimiento si está presente un miembro identificado de la pareja con quien [la persona fallecida] tuvo una relación y quería llevarlo a cabo. En realidad, es bastante inusual tener una situación en la que los padres quieren hacer esto".

Mediante su abogado, Monica y Yongmin declinaron ser entrevistados para este reportaje y no han hablado con ningún medio sobre el caso, así que es difícil saber cómo se sintieron cuando presentaron su caso ante el tribunal. Pero no son los primeros padres que han pasado por este proceso.

Missy Redding, de Dallas, Texas, conoce de primera mano las barreras que enfrentan los padres que quieren que se realice la PMSR en sus hijos. En 2009, su hijo Nikolas Evans fue golpeado afuera de un bar en Austin y cayó al suelo, golpeándose la cabeza. Fue llevado a un hospital cercano y cinco días después fue declarado muerto.

Missy nunca había oído hablar antes de la PMSR, pero cuando llegó al hospital donde Nikolas estaba recibiendo soporte vital, pensó en sus esperanzas de tener hijos algún día. Le preguntó al hospital si había alguna manera de salvar el esperma de su hijo. Cuando se negaron a realizar la PMSR, Missy presentó una petición ante el tribunal.

"Pensé que era lo único que realmente podría ayudarlo con sus sueños", dijo. “Una persona administrativa en un hospital no tiene idea de lo que una madre experimenta cuando pierde a su hijo. Si tienen que hacer una PMSR, deberían hacerlo". El juez emitió una orden judicial y el hospital tuvo que recuperar el esperma viable de Nikolas.

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Missy recuerda cómo fue condolerse por la muerte de su hijo mientras luchaba por la PMSR tanto en el hospital como en el sistema judicial. "Es un viaje muy emocional, particularmente si las cosas no funcionan", dijo Missy. "Esa experiencia no fue muy buena para mí. En cierto modo me sentí rechazada por el hospital".

Ella y su esposo trataron de obtener un embrión viable a partir de cinco muestras del esperma de Nikolas y el óvulo de una donante. Ella había escogido a tres posibles mujeres para que dieran a luz a su nieto, pero el procedimiento de fertilización no tuvo éxito. El esperma de Nikolas sigue almacenado en un banco de esperma, pero Missy está empezando a buscar otras formas de ayudarlo a cumplir lo que ella cree que eran sus deseos.

“El costo fue exorbitante. La [tensión] en mi salud mental y emocional fue aún más agotadora. Así que no hemos intentado hacer nada en varios años", contó. "Tal vez donaremos [el esperma de Nikolas] a una pareja… Es probablemente el siguiente paso, encontrar una pareja para donarles la muestra y luego posiblemente tener una relación con el niño".

En el caso de Zhu, Monica y Yongmin se basaron principalmente en pruebas anecdóticas de que Peter quería tener hijos antes de que su vida fuera interrumpida. Según los documentos judiciales revisados por VICE, presentaron una tarjeta postal que Peter había enviado a uno de sus profesores, donde mencionaba sus planes de tener hijos. Leyeron en voz alta su lista de objetivos de vida de West Point, que incluía tener varios niños. Le contaron a la corte las conversaciones que habían tenido con Peter, en las cuales hablaba sobre su sueño de criar una familia en un rancho de caballos. En una llamada telefónica, el capitán Marc Passmore —el oficial de tácticas de la compañía de Peter en West Point— declaró ante la corte que, durante su tiempo como mentor del joven cadete, Peter le había mencionado sus planes de tener varios hijos.

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Monica y Yongmin también hablaron sobre lo que significaba para su familia que su único hijo hubiera fallecido. Los Zhu son chinos, y en gran parte debido a la política de "un solo hijo" de China, los dos hermanos de Yongmin tienen solo un hijo cada uno, ambas niñas. "En la cultura china, solo un hijo puede llevar el nombre de su familia", escribieron los Zhu en su petición ante el tribunal. "Peter era el único niño de la familia Zhu… Si no obtenemos el material genético del cuerpo de Peter, será imposible continuar con el linaje de nuestra familia y nuestro apellido morirá".

Magnus dijo que ha enfrentado situaciones similares con padres chinos. "En su forma de pensar, su linaje está perdido y se sienten totalmente devastados". Aunque reconoció que los Zhu no solo se enfrentan a la pérdida de su hijo sino también a la pérdida del linaje, advierte a las familias sobre tomar decisiones tan drásticas cuando no ha pasado tanto tiempo de la muerte de su hijo. "Al menos en algunos de esos casos ha quedado bastante claro que lo que expresado no era algo basado en un juicio sustantivo sobre lo que el paciente hubiera querido", dijo. "Realmente solo estaban lidiando con la tragedia".

El 17 de mayo de 2019, el juez Colangelo dio a conocer su decisión. A Monica y Yongmin Zhu les concedieron el control y el uso potencial del esperma de Peter Zhu. Los Zhu declararon que aún no están preparados para decidir si usarán el esperma de Peter con fines reproductivos, ni tampoco han comenzado el proceso de encontrar una madre sustituto u óvulos o un médico que los ayude a concebir los hijos de Peter.

Aunque los Zhu tendrán acceso inmediato al esperma de su hijo, Magnus cree que las familias en esta situación deberían tomarse un tiempo para decidir si la reproducción es el paso correcto para ellos.

“[Los Zhu] tendrían que hacerse cargo de su nieto. Y una decisión guiada por la aflicción podría no ser lo mejor para el niño”, dijo. "Creo que el interés de dicho niño debe tenerse en cuenta al pensar en la ética de este asunto".

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