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Diseccionamos globos oculares en ‘The Tender Cut’, un videojuego homenaje a ‘El perro andaluz’

Esta pieza de arte cinematográfico ha servido de inspiración para hacer una adaptación en formato de videojuego.

Ya sea por puro interés en el cine surrealista, por curiosidad morbosa o por estar en esa etapa de sus vidas en la que han empezado a buscar en Google letras de los Pixies, parece que son muchas las personas que han visto cómo le abrían los globos oculares de un tajo a Simone Maureil.

Hablamos, por supuesto, de la provocativa escena con la que concluye la secuencia inicial de dos minutos de la película muda surrealista Un perro andaluz, de Luis Buñuel y Salvador Dalí, escena que logra grabarse intensamente en lo más profundo de nuestros cerebros.

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Pero no tan profundo que no vuelve a salir, ojo; esa hoja afilada y la viscosidad que se derrama por el corte seguirán regresando a tu mente, inevitable y repentinamente, durante varios años por cortesía de esa misma parte cruel y aborrecible de tu cerebro que te trae a la memoria de vez en cuando el vídeo 2 Girls 1 Cup.

'Un perro andaluz'

Al parecer, lo que corta la navaja es el ojo de un ternero, aunque eso no ayuda ni un ápice a hacer menos perturbadora la escena. Pero lo que siempre me ha chocado de ese momento no es tanto la reacción de repulsión natural ante la visión de un ojo diseccionado (que también), sino el carácter perverso de la acción misma y la sensación de que está mal.

La víctima de semejante asalto no grita, ni corre a esconderse escaleras arriba. Al contrario, permanece impasible, sin ofrecer la mínima resistencia, desafiando toda lógica.

Quizá por eso resulte sorprendente que esta pieza de arte cinematográfico haya servido de inspiración para hacer una adaptación en formato de videojuego, teniendo en cuenta que se trata de un mundo en el que imperan la lógica y las normas. Y ese es precisamente el vacío que The Tender Cut, una creación que se define como "instalación y juego interactivo de exploración en primera persona", intenta llenar.

El juego se desarrolló en un estudio independiente de San Petersburgo formado por dos personas y llamado No, Thanks Games. Como corresponde a cualquier homenaje que se precie a esta cinta de 1929, la experiencia resulta bastante inquietante. Las progenitoras de la criatura, Ilya Kononenko y Yuliya Kzhemyako, me aseguran que The Tender Cut es más que una recreación:

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"El objetivo no era trasladar la película al reino interactivo", explican. "Es una nueva experiencia inspirada en la película que nació a partir de nuestras reflexiones sobre la escena. El formato interactivo te permite ser un actor, en lugar de un espectador, vivir la escena desde el otro lado y conocer una nueva dimensión de la carga emocional que tiene".

Como ocurre en la película, el mundo de The Tender Cut se desarrolla por completo en blanco y negro. Empiezas en una recreación de la habitación que aparece al principio, en la misma silla en la que está sentada el personaje de Mareuil, y a tu alrededor hay desperdigados varios objetos destacados de la escena, en especial el cigarrillo y el famoso encendedor que Buñuel usó en el balcón, la amenazante cuchilla de afeitar y el afilador con el que la preparaba.

Pero aquí, además, hay un televisor que muestra en bucle la inquietante escena.

Quizá fuera el clásico patrón de "observar y aprender" de los tutoriales de videojuegos lo que me llevó a esa conclusión, pero enseguida tuve la certeza de que ese fragmento repetido incesantemente contenía la clave de qué hacer a continuación. Mediante la reiteración de la escena y el hecho de tener a tu alcance todos los materiales para reproducirla, el juego te induce a ello y te obliga a observar el acto repulsivo una y otra vez para asegurarse de que llevas a cabo la secuencia de procesos correcta.

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Pese a que el juego es en primera persona, en este caso la perspectiva no está tan clara, ya que formas parte de la escena y eres a la vez un observador, víctima y verdugo de un acto al que te ves arrastrado constantemente. Me di cuenta, también, de que en la pantalla del menú de The Tender Cut, la opción para iniciar la experiencia reza "Observar", en lugar de "Jugar", verbo que acentúa la sensación de impotencia que impera en el juego.

"En efecto, queríamos transmitir una sensación de impotencia", me confirman sus creadoras. "Queríamos que el jugador se sumergiera en un sueño surrealista y reproducir la sensación que produce no poder influir en ese sueño. Puedes oír, ver o incluso hacer algo, pero no puedes escapar ni romper las reglas del sueño, que empieza a controlarte. Es una sensación parecida a la que podría provocar una película: te ves inmerso en su realidad y no puedes regresar".

Ilya y Yuliya ponen mucho énfasis en un elemento innovador que no solo logra hacer que el corte sea más realista y sobrecogedor, sino que contribuye a generar esa atmósfera onírica opresiva y angustiosa: la realidad virtual.

"Pensamos que podríamos aplicar tecnologías de realidad aumentada (o incluso virtual), como usar una habitación real con objetos virtuales", explican. "Quizá lo hagamos algún día".

"La gran ventaja de los videojuegos está en las nuevas tecnologías y en las experiencias únicas que estas proporcionan. Creemos que el primer cadáver eviscerado bien diseñado que un jugador encuentre dando un paseo con gafas de RV le causará tanto impacto como la escena del corte en el ojo de Un perro andaluz ".

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"Para nuestro nuevo proyecto queremos experimentar con la realidad virtual", añaden. "Tenemos unas cuantas ideas. Una de ellas se basa en las obras de Max Ernst y Joan Miró y otra es un experimento sobre las propiedades de la RV como medio de expresión. También tenemos planeado llevar The Tender Cut al formato de Oculus Rift".

Mi experiencia en The Tender Cut probablemente constituyera el periodo de diez minutos de juego más perturbador de mi vida, incluso pese a que estaba jugando con la limitación bidimensional de mi portátil. No estoy seguro de querer probar una posible versión del juego para Oculus Rift.

Sin embargo, es inevitable pensar que el título cumple perfectamente las condiciones para ser llevado a la realidad virtual, ya que la sensación de desconexión de la realidad que proporcionan dispositivos como el Oculus Rift constituye el complemento ideal para esta experiencia de pesadilla.

Pero mientras esperamos a que llegue ese futuro crudo e inquietante, podemos disfrutar de una breve pesadilla totalmente gratuita.

Puedes descargar The Tender Cut sin coste alguno en la página oficial de la desarrolladora.

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Traducción por Mario Abad.