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Que la sustancia se encuentre frecuentemente no significa que la cocaína esté hasta arriba de esa cosa. Una investigación sobre la pureza de la cocaína llevada a cabo por Lana Brockbals, de TICTAC, una empresa de identificación de drogas, y puesta solo a disposición de VICE, concluía que, de las 106 muestras de cocaína obtenidas el año pasado en un festival sin identificar del Reino Unido, solo 83 contenían trazas de levamisol. Sin embargo, la concentración media de levamisol de cada pollo era de poco más de un 5%, pues la mayoría de las muestras solo contenían entre un 1,5% y un 5% de levamisol.El primer mito del que hay que librarse aquí es de que el levamisol sea un gran peligro para el consumidor medio de cocaína.
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El gen en cuestión, el HLA-B27, está presente en aproximadamente un 8% de los caucásicos, el 4% de los norteafricanos, del 2% al 9% de los chinos y del 0,1% al 0,5% de los japoneses. Por extraño que parezca, en la región del norte de Finlandia, Lapland, un cuarto de la población es portadora del gen.Que el levamisol es una amenaza a la salud de las personas mucho menor de lo que los medios británicos están insinuando no es una gran sorpresa. En un negocio tan tremendamente lucrativo como el tráfico de cocaína, no vas a hacer todos esos esfuerzos para fabricar un producto que convierte a tus consumidores tipo en una masa de enfermos o inválidos moribundos —salvo si eres Philip Morris o representas a la tabaquera Imperial. En lugar de eso, el uso de un fármaco para desparasitar el ganado es un indicador de lo astutos que son los cárteres de cocaína, porque parece que han descubierto el agente de corte para más eficiente de todos los tiempos.Al fin y al cabo, hay hasta 21 millones de consumidores de cocaína en el planeta, así que los hospitales tendrían que estar a rebosar de gente con la piel a medio caer.
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