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Colonizar Marte pasa por un crowdfunding

El primer paso para ir a Marte es convencer a la gente para que pague por ello.

Este artículo se publicó originalmente en Motherboard, nuestra plataforma dedicada a la ciencia y a la tecnología.

Hacia el final de su presentación del tan esperado plan de colonización de Marte, el director general de la agencia aeroespacial SpaceX dio muestras de algo que pocas veces antes hablando, por ejemplo, de sus coches eléctricos autónomos, los cohetes reutilizables o el revolucionario Hyperloop había expresado. Algo que tampoco había manifestado momentos antes en la charla, cuando reveló su intención de lanzar a la órbita terrestre cohetes colosales con naves espaciales equipadas con "juegos en gravedad cero" y restaurantes para sus ocupantes.

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Ese algo que expresó fue duda.

"Nuestro viaje es extremadamente improbable", dijo Musk, con un tono que delataba su decepción ante la perspectiva de que su ambicioso plan de hacer de la raza humana una "especie multiplanetaria" pudiera no llegar a hacerse realidad.

Las altas aspiraciones de Musk y su capacidad para lograr muchas de ellas le han granjeado al magnate una legión de fieles seguidores. Pero Musk también tiende a emprender proyectos que muchos ven tan imposibles como inevitables, lo que también le ha valido un buen número de críticos en el sector. Por ejemplo: a mitad de la ponencia de Musk, un consejero científico de la Agencia Espacial Europea involucrado en la misión Rosetta afirmó en un tuit que él tiene "misiones espaciales de verdad en las que trabajar, una de las cuales consiste en aterrizar en un cuerpo celeste del sistema solar el próximo viernes".

Musk siempre ha sabido salir airoso de las críticas y proseguir la marcha. Y es que su inmensa fortuna le ha permitido mover dinero entre sus diversas empresas y su cuenta bancaria personal para garantizar la supervivencia de sus proyectos. Una forma factible de gestionar una empresa incluso cuando el propósito es tan ambicioso y costoso como lanzar cohetes al espacio. Sin embargo, no resulta tan factible cuando pretendes llevar un millón de personas a un planeta en el que nunca nadie ha estado antes para que lo colonicen y construyan una ciudad autosuficiente. Y todo ello en el plazo de cien años.

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El plan de financiación de Elon Musk. Imagen: SpaceX

Si bien la presentación de Musk estaba repleta de impresionantes datos sobre física, simulaciones y cifras que ilustraban cómo funcionaría el Sistema de Transporte Interplanetario, prácticamente no hacía mención al coste global del proyecto o a la propuesta de SpaceX para financiarlo.

La colonización de Marte es el proyecto de toda una vida, un proyecto para el que, por primera vez, Musk no encuentra mecenas. La charla que el magnate hizo el pasado martes, pues, no era más que un discurso de venta dirigido al mundo entero: si llevo a cabo el proyecto, ¿me acompañaréis?

Musk incluso llegó a decir que su único objetivo en estos momentos es centrarse en sus empresas y en ganar todo el dinero que pueda "acumular activos", así lo llama él, para invertirlo en la misión a Marte.

"Por ahora estamos intentando avanzar con los recursos de que disponemos", señaló. "Creo que cuando demostremos que esto es posible, que este sueño es real, empezaremos a recibir cada vez más ayuda. Yo mismo estoy acumulando activos para financiar este proyecto. No tengo otra motivación personal para ello que la de hacer de la humanidad una especie multiplanetaria".

Pero ni siquiera el dinero que gana SpaceX enviando astronautas y cargamento a la EEI y poniendo satélites en órbita es suficiente para financiar un proyecto de esta envergadura. Musk necesita inversión externa.

"Sé que hay mucha gente en el sector privado interesada en financiar una base en Marte", afirmó. "A fin de cuentas, esto será una colaboración colosal con capital público y privado. Así se fundaron los Estados Unidos de América".

Quizá sea en este punto donde las ambiciones de Musk se derrumben. El multimillonario propuso líneas de inversión como el micromecenazgo, la colaboración de Hollywood para promover el interés de la misión entre el público, el compromiso de los Gobiernos y el apoyo cada vez mayor del público. Se trata de las mismas propuestas que se plantearon en proyectos menos serios pero muy ambiciosos, como el Mars One o Inspiration Mars, que proponía financiar el viaje a Marte mediante una combinación de filantropía, micromecenazgo y reality shows. Ambas iniciativas fracasaron estrepitosamente en poco tiempo debido a que no existía implicación por parte de las masas (y de los acaudalados).

Las empresas de Musk cuentan con la tecnología y el apoyo para llegar más lejos de lo que llegaron los dos proyectos anteriores. La pregunta es: ¿comprarán los gobiernos, las corporaciones y las masas el futuro que les quiere vender Musk?

Traducción por Mario Abad.