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Las cosas pintan mal para Nintendo

Un signo de la brecha que hay entre la cultura y el comercio se ve cuando una legendaria compañía de videojuegos produce algunos de los mejores juegos en nuestra memoria reciente y aún así se ve en números rojos.

Un signo de la brecha que hay entre la cultura y el comercio se ve cuando una legendaria compañía de videojuegos produce algunos de los mejores juegos en nuestra memoria reciente y aún así se ve en números rojos. Ese ha sido el caso de Nintendo los últimos tres años. Y, como la compañía reveló anoche en su reporte de ingresos, no parece que las cosas vayan a mejorar pronto.

El principal problema con Nintendo ha sido que nadie quiere comprar su consola Wii U. Bueno, casi nadie. Pero no las personas suficientes para que sus accionistas estén contentos. La compañía reveló que ha vendido 5.86 millones de Wii U desde que salió en noviembre de 2012. Esto se anunció más de una semana después de que la compañía dijera que había hecho un recorte masivo en sus predicciones de ventas de Wii U de nueve a 2.8 millones para fines de marzo, lo que los hizo pasar de una ganancia neta a números rojos.

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Esto deja a la compañía en una terrible posición respecto a sus competidores más cercanos, Microsoft y Sony; ambos lanzaron sus consolas para los festejos navideños de 2013. El Xbox One y el PlayStation 4 son, hablando objetivamente, piezas de hardware más poderosas que el Wii U. Los gamers, tecnófilos como son, las han recibido con un entusiasmo que no se vio con el lanzamiento del Wii U: Sony anunció este mes que el PS4 había vendido 4.2 millones de unidades  hasta el 28 de diciembre del 2013. Microsoft, por su lado, reveló que el Xbox One vendió 3.9 millones hasta el final de ese año.

Ambas consolas salieron en noviembre del año pasado, así que aunque no mantengan esta inercia, tuvieron un mejor inicio que el de el Wii U de Nintendo. Y a pesar de las ventas del PS4 y del Xbox One, Microsoft y Sony cuentan con la virtud de ser grandes negocios que pueden invertir en su rama de videojuegos y no esperar ganancias inmediatas. Nintendo no tiene algo como Microsoft Office; todo lo que tiene son sus juegos y sistemas para jugarlos.

Esto no parece justo para muchos fanáticos de Nintendo porque no queda inmediatamente claro qué está haciendo mal la compañía. En 2013 salieron un montón de juegos que a todos les parecieron no solamente buenos, sino magníficos: Super Mario 3D World, Pikmin 3, y el nuevo Animal Crossing para el 3Ds. Importantes críticos de juegos como GameSpot, IGN y Polygon están de acuerdo con que el nuevo juego de Zelda para 3Ds, A Link Between Worlds, fue uno de los mejores juegos que ha sacado la franquicia en su historia. Mike Fahey, de Kotaku, empezó su reseña diciendo que no había "disfrutado tanto un juego de la franquicia The Legend of Zelda en más de 20 años".

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Esto es más impresionante cuando consideras lo viejo que son estas franquicias. Digo, Mario ha existido desde 1981. Le lleva una década a Sonic, y Nintendo sigue encontrando maneras novedosas de traernos a Mario mientras que su viejo rival se pierde en el olvido. Lo mismo con Pac-Man, quien apareció por primera vez en las maquinitas más de un año antes que Mario, pero que nunca pudo ofrecer la agilidad de el plomero italiano.

La principal pregunta para Nintendo es: ¿pueden sus personajes evolucionar para nuevas audiencias? Desde una perspectiva de calidad, diría que la respuesta es sí, Super Mario 3D es una verdadera obra de arte. Pero no parece ser suficiente. Muchos críticos (yo incluido) han empezado a sugerir una estrategia de emergencia para que sus juegos estén disponibles para teléfonos y tablets.

En una conferencia de prensa, el presidente de Nintendo, Satoru Iwata, hizo una enérgica respuesta ante este cambio radical.

"Cuando te adaptas demasiado, pierdes lo que te hace único", dijo.

No quiero que Nintendo pierda la energía que le aporta a los videojuegos modernos. Pero tampoco quiero que la compañía pierda la habilidad de aportar eso.