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Los Bahama Leaks en tiempos de fiscalización

Entre mayo y junio el SAT recuperó 300.9 millones de pesos luego de auditar (solo) a 16 sujetos mexicanos cuyos nombres fueron relacionados por la investigación Panama Papers.

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En el marco del anuncio del inicio de aproximadamente tres mil revisiones electrónicas a contribuyentes por parte del Sistema de Administración Tributaria (SAT), se da a conocer que hay por lo menos 431 mexicanos que son presuntos dueños de empresas offshore en Las Bahamas —conocido paraíso fiscal—, según información filtrada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ).

Lamentamos informarte que mientras tú, mexicano trabajador promedio, al que le descuentan cada nómina un buen monto de impuestos y que podrías ser fiscalizado hasta por internet por parte de las autoridades mexicanas, están estos empresarios chonchos (vinculados a compañías como Comex, Comercial Mexicana, Grupo Imagen, Grupo Posadas) que registraron varias estructuras en estas islas del Atlántico y podrían evadir impuestos sin que nadie ha ga na da.

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Los Bahama Leaks son un listado de 1.3 millones archivos en los que aparecen miles de personas de todo el mundo y, hasta ahora, cientos de personas ligadas a México, de acuerdo con Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, asociación civil que participa en el ICIJ.

Se trata de personas con inversiones en México, de accionistas que cotizan en bolsa, ex servidores públicos e incluso funcionarios en activo de distintos niveles que aparecen con empresas asentadas en uno de los paraísos fiscales más conocidos.

Se le distingue como "paraíso fiscal", según Mexicanos contra la corrupción, porque se trata de uno o varios territorios en los que

· sus sistemas fiscales no cobran o cobran muy pocos impuestos al ingreso.

· favorece a los contribuyentes extranjeros por contar con un gran número de exenciones.

· cuenta con gran protección al secreto financiero y fiscal.

Ahora, una empresa offshore no es ilegal y tener tu dinero en esos países tampoco lo es, a menos que se le dé un uso ilegal, no haya pagado impuestos y/o provenga de actividades ilícitas, de acuerdo con lo investigado por Aristegui Noticias anteriormente cuando surgieron los Panama Papers.

Los Panama Papers también fueron un conjunto de documentos filtrados de la firma legal de abogados Mossack Fonseca en la que aparecían nombres de personas de todo el mundo que mantenían empresas offshore ahí, por también considerarse un país con altas ventajas fiscales.

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Según registró Aristegui Noticias, medio que también está afiliado al ICIJ y cuyos reporteros tuvieron acceso a la información, entre los nombres de mexicanos que aparecen están los siguientes:

· Olegario Vázquez Raña y su hijo Olegario Vázquez Aldir, empresarios con decisiones sobre la cadena de hoteles Camino Real, Hospital Ángeles; de dueños de medios como Grupo Imagen, Excélsior y una cadena nacional de televisión pendiente.

· Fernando Gómez Mont, el ex secretario de Gobernación durante el sexenio del ex Presidente, Felipe Calderón, tiene (junto a los dos socios de su despacho de abogados) una empresa con sede en las Bahamas, creada en 2011.

· El ex gobernador de Nuevo León, Fernando Canales Clariond, con una empresa offshore en las Bahamas creada desde 2015. El empresario Dionisio Garza Sada, también de Nuevo León, es ex director de Grupo Alfa y vinculado con evasión de impuestos por una empresa que mantiene en Singapur desde 2005. Un dato interesante sobre este personaje es que es hermano del ex vicario y operador financiero de los Legionarios de Cristo, cuando era presidida por su fundador Marcial Maciel, a quien se le acusa por gastar dinero en comprar favores de jerarcas en el Vaticano y por presuntos abusos sexuales cometidos contra menores de edad.

· De igual forma hasta el hijo de Joaquín López Dóriga y Martha Debayle aparecen en esta lista (por si te lo preguntabas).

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Un nombre que resalta y del que se ha hablado en los últimos meses es el empresario Ricardo Pierdant, luego de hacerse acreedor a pagar el impuesto predial del departamento en Miami de la Primera Dama, Angélica Rivera, en 2014. En Bahamas cuenta con dos empresas registradas el dos de noviembre del años 2012, "apenas un mes antes de que Enrique Peña Nieto tomara posesión como Presidente de México", analiza Mexicanos contra la Corrupción.

"Fichita"

El pasado 9 y 12 de agosto el periódico inglés The Guardian publicó que Pierdant, amigo de años del Presidente Enrique Peña Nieto, tenía un potencial conflicto de interés por el uso de su departamento por Angélica Rivera y que el empresario se perfilaba como un posible contratista del gobierno. Luego The Guardian dijo que no, que no tenían prueba de que Pierdant o sus compañías tuvieran algún vínculo con Peña y otros procesos de licitación.

Pero Mexicanos contra la Corrupción documentó que sí ha hecho negocios con el PRI en el Estado de México durante la campaña a de candidatura de Eruviel Ávila a gobernador. Pierman, la empresa de Pierdant que trabajó en esta contienda, suministró la campaña por con 15 mil jarras y vasos de plástico, 50 mil cilindros de aluminio y 5 mil memorias USB que se entregaron a militantes y simpatizantes de Eruviel.

"El coordinador de la campaña del entonces candidato Eruviel Ávila —hoy Gobernador—, fue Luis Videgaray, quien posteriormente se convertiría en coordinador la campaña presidencial de Peña Nieto y luego secretario de Hacienda, puesto al que renunció hace unos días tras la visita del candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump", añade la asociación civil.

Solo queda esperar

Ahora bien, como se mencionó anteriormente, contar con empresas offshore en paraísos fiscales no es ilegal, ¿entonces para qué dar a conocer los nombres y sus propiedades si se desconocen sus actos?

Entre mayo y junio el SAT recuperó 300.9 millones de pesos luego de auditar (solo) a 16 sujetos mexicanos cuyos nombres fueron relacionados por la investigación Panama Papers. Es decir, según el SAT no tenía idea de que esas 311 personas que mantenían negocios en Panamá no pagaban sus impuestos ¡No lo puedo creer! Es decir, todavía no acaba el SAT de encontrar el gato muerto de uno y ya está apareciendo otro. O algo así.

¡Felices auditorías electrónicas!