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Cultură

MSQRD, la nueva aplicación con la que acabarás de perder el poco contacto que tienes con la realidad

Básicamente, es como el filtro para cambiar de cara de Snapchat pero en forma de aplicación independiente. Con ella puedes transfigurarte en Donald Trump.

¿Quién eres? ¿Quién eres tú? ¿Quién eres tú? En esencia: no eres nada. Pero en lo personal, en lo que a ti respecta, lo eres todo. Eres todo y nada a la vez. Un rostro entre la multitud.

Mírate al espejo, observa esa cara, tócala con tus dedos secos y limpios. Esto es internet, por lo que me veo en la obligación jurídica de ensalzar tu belleza, de elevarte a la categoría de divinidad, de alabar tu gran atractivo pese a que no cumplas los estándares de belleza establecidos, de decirte que aunque seas un adefesio, eres fuerte. Para algunos de ustedes no será verdad. Pero óyeme lo que te digo: no todo el mundo es guapo. No hay belleza para todos. No pasa nada, no pasa nada. Vuelve a mirarte la cara.

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Estira las mejillas. Abre la boca. Parpadea dos veces. Observa los pliegues, las arrugas, las imperfecciones y los granos. Fíjate en el pelo que sale de ahí. Eres tú, esa es tu identidad. Familiarízate con ella. Esa es tu esencia tangible y corpórea. Esa es la verdad de todos tus ancestros —sus flirteos, matrimonios y devaneos— encarnada genéticamente en ti. Eres la suma de todas tus partes, sangre y fibras musculares y piel. Tus padres te criaron para que fueras así. Tu rostro es una huella visual, lo que hace que seas tú. Hasta los gemelos tienen diferencias. Cada rostro es un copo de nieve, cada cara es única. Tu cara es lo que ve la gente y por lo que te juzgan. Crees que conoces tu cara hasta que la ves desde abajo en una fotografía o en video y piensas: "¿Soy yo? ¿En serio soy yo? ¿Así es como me ve la gente? Madre mía, pero si soy un monstruo.

Pero estamos aburridos de nuestros gloriosos rostros. Los entregamos como ofrenda a los dioses de Silicon Valley y decimos: "Cambien este horrible rostro por otro". Bajamos aplicaciones que nos convierten en perros, muñecos de nieve o en Leonardo DiCaprio. Renunciamos a nuestra identidad para una foto de Instagram con 20 "Me gusta". Todos estamos obsesionados con MSQRD.

Lo que quiero decir con esto es que hay una nueva aplicación llamada MSQRD, y esto es lo que puede hacer por ti.

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Básicamente, es como el filtro para cambiar de cara de Snapchat pero en forma de aplicación independiente. Con ella puedes transfigurarte en Donald Trump.

También te permite enloquecer un poco y perder de vista el delicado hilo que une nuestros rostros (como hemos dicho: el único elemento de identidad propia que nos queda) con nuestra conciencia. ¿Quién soy, entonces, si mi cara recuerda a la de Barack Obama?

¿Te haría feliz que un robot deformara tu faz hasta convertirte en una versión incómoda de Snoop Dogg? De una vez te digo que no.

¿Y si ganaras un Óscar? ¿Serías feliz, entonces? No.

¿Te sentirías más a gusto si tuvieras, aunque fuera temporalmente, el aspecto de un primate? No.

Yo soy un leopardo y también una drag queen. No sé dónde acabo yo y empieza el leopardo drag. ¿En qué momento murió Joel Golby y fue consumido por la popular nueva aplicación MSQRD? ¿Podré recuperar mi antiguo yo? Cuando dejo de usar la aplicación y me quedo con mi rostro natural y anodino, ¿soy el mismo de antes? ¿O la persona a la que vuelvo es una fractura, una escisión andante, un superego herido envuelto en un frágil caparazón?

¿Alguna vez te has preguntado qué aspecto tendrías como asesino en serie? Con esta aplicación lo puedes averiguar. Este programita te puede enseñar la cara que tendrías con una vena de maldad e tu interior. En mi caso, quedaría inquietantemente bien.

Ser un oso panda no me satisface lo más mínimo.

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Soy Stalin. Soy Bowie. Soy la muerte.

@joelgolby

Actualización: Facebook acaba de comprar esta aplicación, así que prepárate para ver tu muro lleno de selfies irreverentes y completamente originales.