Ghost Bitch Altar, 2016. Imágenes cortesía de la artista
Gemidos audibles retumban en el largo y estrecho corredor de la galería Fright+Volume. Las paredes están cubiertas de dibujos y esculturas exhibiendo tendencias psicosexuales y violentas, humor negro y un profundo resentimiento. Para el intenso y a veces perturbador show Ghost Bitch U.S.A, Rebecca Goyette se transforma en su ancestro, Rebeca Nurse, quien fue colgada durante los juicios de brujas en Salem, y aborda un “roleplay histórico erótico” así como un comentario en el clima actual político. A través de dibujos, esculturas y video, Goyette rescribe la historia, usando la sexualidad como una poderosa fuerza.
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A lo largo de la pared derecha hay una serie de dibujos a lápiz representando escenas de violencia altamente sexualizada. En la pared izquierda, pequeñas esculturas y pinturas muestran yuxtaposiciones similarmente perturbadoras. La cabeza de una muñeca, con alfileres alrededor del rostro, se encuentra en la parte superior de un pene. Un trasero, llamado T-RUMP, utiliza una peluca y una gorra que dice “Make America Great Again”. La parafernalia de los Red Rox es común aquí, sugiriendo que los alborotados fans del deporte simulan una multitud moderna de Massachusetts.
Little Mustard Man, 2016
Las dos películas, Ghost Bitch: Arise From The Gallows y Ghost Bitch U.S.A, taclean los horrores de los juicios de brujas en Salem y la misoginia que todavía permea la cultura hoy en día. En Arise From The Gallows, brujas modernas, junto con Goyette, alegremente actúan los estereotipos de mujeres histéricas, atrapando involuntarios hombres puritanos. En U.S.A, lo personal es explorado junto con un toque de humor sobre la política moderna. Ambas son contadas como una fantasía feminista, centrándose en las experiencias de Goyette, ya que ella dirige y actúa en ambas.
La obscura energía de Ghost Bitch U.S.A logra comunicar los impulsos profundamente perturbadores detrás de los juicios de las brujas de Salem. Entrelazando feminidad y violencia, invierte y refleja la misoginia y el sexo. Trazando y problematizando la historia, Goyette encarna a su pariente asesinada no como un acto solemne, sino como una cruda y a veces obscena investigación. Goyette re imagina la ejecución de las mujeres durante los juicios como una fantasía feminista, poniendo la sexualidad de las mujeres en el poder y la dominación.
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