Tom Robbins escribió una novela entera sobre el betabel, o por lo menos esta raíz tenía un papel crucial en la narrativa. Robbins afirmó que el betabel es el ancestro de la luna de agosto. A nosotros nos parece un poco exagerado (casi una ofensa a la luna), pero el betabel sí que nos hace sentir poesía: retiene el sabor del suelo donde creció y sangra del mismo color que nuestras venas.¿Alguna vez has horneado betabeles? Su piel se torna oscura y se rompe, mientras su jugo sanguíneo crepita. Cuando los pelas después de estar en el horno, tu cocina parecerá la escena de un crimen. En definitiva, el betabel es un vegetal de la matanza y del sexo.Bueno, aún si las verduras que sangran no son lo tuyo, el betabel es una opción saludable y de temporada para contrarrestar todas las calorías que comiste en invierno. Sí, créelo. Son ricos y almidonados, pero lo son aún más acompañados con queso de cabra cremoso y ácido.Y con un poco de grasa de las avellanas para balancear el sabor terroso, esta receta es una guarnición deliciosa, o junto con una ensalada verde sencilla, puede ser una cena para cualquier día de la semana.
Es imposible que te resistas.RECETA: Betabeles al horno