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Música

Detrás del repertorio: una disección a Alci Acosta

Una de las voces más representativas del bolero en nuestro país nos dejó entrar a la intimidad de la bohemia y el despecho sofisticado de sus obras.

Imagen vía Facebook.

En Soledad Atlántico siempre ha habido buenos músicos y buenos futbolistas. En la historia reciente más de los primeros que de los segundos. Allí mismo, familias como los Marchena, los Rolón y los Cervantes, han mantenido casi que una dinastía y una herencia donde desde el abuelo hasta el bisnieto han resultado músicos, bien sea cantantes, guitarristas, percusionistas, o multiinstrumentistas. Los Cervantes, por ejemplo, han tenido en su descendencia un promedio de 30 o 40 músicos, dentro de los cuales se encuentra una de las voces más representativas del bolero en Colombia, un tipo que ha acompañado las tusas de nuestros abuelos, nuestros papás y en ocasiones, cuando nos encontramos escarbando las últimas monedas en nuestros bolsillos para la rockola en la madrugada, hasta nosotros mismos. Su nombre: Alci Acosta. Su obra: embriagantemente emocional.

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"Mátame con tus ojos traicionera/ con tus ojos que son como puñales/ juega con mi amor y con  mis penas/ parteme el corazón en mil pedazos".

" Toma este puñal y ábreme las venas/ quiero desangrarme hasta que me muera/ no quiero la vida si he de verte ajena/ pues sin tu cariño no vale la pena".

Aunque en noches etílicas de tusas amorosas irremediables su obra cobra sentido y resulta siendo testigo de las últimas gotas de licor en el organismo, el maestro Alci Acosta defiende que su música no es de despecho, que para eso están Darío Gómez, el Charrito Negro, Luis Alberto Posado, entre otros. Lo de él en cambio es la bohemia, el despecho pero sofisticado. Así es y lo ha sido durante los 52 años que lleva de carrera acompañando la melancolía emocional de su voz al son del bolero marcado por por su piano.

En el marco del XI Carnaval Internacional de las Artes que se celebró la semana pasada en Barranquilla, tuvimos la oportunidad de charlar con el maestro Acosta sobre lo que esconde el repertorio cortico pero sustancioso que lo ha acompañado durante años en cada tarima que ha pisado.

Aquí están condensadas y diseccionadas algunas de las anécdotas detrás de la obra de uno de los grandes boleristas que ha parido estas tierras.

"Si hoy fuera ayer"

Yo normalmente empiezo los conciertos con una canción suave para ir calentando un poco la garganta y analizando el público para ver cómo está. Esa canción siempre es "Si hoy fuera ayer", de un gran compositor colombiano que se llamó Edmundo Arias. Siempre la canto porque normalmente gusta mucho. El contenido de la letra no es una cosa tan hiriente, sino que es más bien como el deseo de devolverse en el tiempo.

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"La cárcel del sing sing" 

Normalmente a esa le sigue otra que es una canción extranjera llamada "La cárcel de Sing Sing", y bueno, va dedicada a aquellas personas que han tenido la desdicha o la desgracia de visitar la cárcel. Y son muchas personas. Es una canción que gusta mucho por el contenido de su letra y es que de un tipo que encontró a su mujer, su amante, su novia, con otro  y desafortunadamente la mató y le tocó pagar una condena.

"Traicionera"

Esta en realidad tiene que ver con una traición pero de una forma no tan hiriente, porque es una canción muy bonita y de muchas versiones. Es originalmente de un gran compositor paisa que se llamó en vida Jaime R. Echavarría, donde dice "mátame con tus ojos traicionera/ con tus ojos que son como puñales/ juega con mi amor y con  mis penas/ párteme el corazón en mil pedazos". Así que es una canción, se puede decir, un despecho sofisticado, pero no tan hiriente.

"Tango Negro"

Este, yo digo, es un tango con sabor costeño, un tango que no es racista, y que se llama "Tango Negro", que en realidad es en tiempo de bolero y es una canción de una compositora mexicana "Libertad Lamarque". Es muy bonita, porque es una canción bastante vieja que se grabó antes de que yo hiciera mi versión, luego de eso tuvo su impacto y todavía es una mis canciones predilectas.

"El último beso"

Para mí esta es una canción que significa mucho y la gente la disfruta mucho y canta conmigo. Detrás de esto hay un significado bastante triste porque mi hija mayor que se llamó en vida Yaneth de Jesus, tenía una ilusión de que en alguna ocasión su hermano Checo y yo cantáramos este tema en un lugar con mucha gente porque ella también la cantaba conmigo en vida y era una de sus canciones predilectas. Pues bien, resulta que esto ocurrió exactamente  en un festival de música del Caribe en Cartagena, donde se me iba a rendir un homenaje por mi trayectoria artística. Eso fue hace unos 15 años, por primera vez se iban a cantar boleros en ese festival y el hombre que lo iba a hacer era yo, así que fue algo triste y muy emocionante. Resulta que mi hija murió unos 20 días antes de ir a ese festival y ya tanto Checo como yo no nos podíamos negar porque ya la propaganda estaba por todo Cartagena. Cuando cantamos esa canción, y lógicamente la gente la cantó con nosotros, fue bastante doloroso y triste, aunque, al mismo tiempo, fue alegre porque Checo y yo estamos seguros que cuando nosotros cantamos eso, mi hija desde el cielo nos estaba mirando y se le cumplió ese deseo. Siempre que la canto me acuerdo de ella.

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"Amor gitano"

"Amor gitano" es una producción que vino de Puerto Rico, también con la "Cárcel de Sing Sing" y con mi otra canción reconocida que es "La copa rota". Esas canciones vinieron en la voz de José Feliciano. Yo era artista exclusivo del sello Codiscos de Medellín, y me pusieron a grabar un LP de doce canciones de las cuales creo que pegamos unas diez más o menos, no hubo presa mala ahí. De ahí mismo salió también "Amor gitano" que yo recuerdo que empezó a gustar en Colombia, luego fue pegando en Ecuador, Perú, Centroamérica, Estados Unidos y hasta Europa, y por lo mismo es una canción que significa mucho. Esa se grabó en el año 67 y luego tuve la bonita oportunidad de grabar con mi gran amigo Andrés Cepeda en vivo en el Teatro Colón de Bogotá y para mí fue motivo de mucho orgullo porque también soy muy admirador de su música.

"El contragolpe"

De esa misma época salió una canción que se llama "El contra golpe". Tú sabes que es una expresión que tiene que ver con el fútbol, entonces, con mi animador Guillermo Henao de Pereira que me ha acompañado oficialmente desde hace cuarenta y tantos años, hablábamos de todo aquello que nos gusta del fútbol. Para los fanáticos del Medellín, Nacional, Deportivo Cali, Millonarios, Santa Fe, Tolima, Junior, esto les cae esto como anillo al dedo.

"Cinco centavitos"

Esta, yo digo, es la canción más barata del mundo, de un gran compositor y un gran actor cómico como lo es Héctor 'el chinche' Ulloa. La canción se llama "Cinco centavitos" y es una canción que gusta mucho porque se hizo popular en la voz de Julio Jaramillo, mi gran compañero y amigo ecuatoriano. Cuando yo estoy en el Ecuador eso es un delirio total de la gente que lo está escuchando y aquí en Colombia en muchas partes gusta mucho.

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"Mi muchachita"

Esta canción la grabé con mi gran amigo ecuatoriano Julio Jaramillo. En su versión original es un tango que se llamaba "Mi mocosita". Cuando nos juntamos con Julio en el año 67 en Medellín, en el repertorio se metió esta canción con arreglos musicales de Juancho Vargas. La hicimos en tiempo de bolero y no se le puso "Mi mocosita" sino "Mi muchachita". Yo digo que es dedicada a las muchachas aquí presentes y las que tiempo atrás también fueron muchachas.

"Odio gitano" 

Esta fue la canción que me dio a conocer como pianista y cantante. Se grabó en Barranquilla en el año 65. La composición fue de un gran amigo que se llamó en vida Cristóbal San Juan, y es por este tema que estoy hoy en día donde estoy.

"La copa rota"

Para cerrar, mi canción insignia. Vino de Puerto Rico en la voz de nuestro cantante invidente que se llama José Feliciano. Yo tuve la oportunidad, gracias a la disquera, de grabarla a mi modo y hoy en día es mi canción bandera, con la que cierro mis shows. La gente la disfruta tanto que la tengo que alargar un poquito, añadiéndole un corito al final. Obviamente estoy hablando de "La copa rota".