La industria de las bebidas energéticas tiene una cultura muy fuerte cuando se trata de marketing.La increíble variedad de vídeos de gran presupuesto de ciclismo de montaña, carreras de camionetas pickup y paracaidismo desde el espacio destinados a ser virales y escurriendo logotipos de marcas (ideas que suenan como una lluvia de ideas en una sala llena de ejecutivos cargados de taurina intentando superar cada una de sus ideas "radicales") van dirigidos directamente a los jóvenes.La imagen de los deportistas que consumen bebidas energéticas como combustible haciendo actividades masculinas esenciales es poderosa, y la industria lo sabe. No es sorprendente que estas mañosas campañas publicitarias hayan tenido una gran influencia en el comportamiento de los adolescentes varones, pero también están teniendo un impacto dramático en los hombres adultos, según un reciente estudio publicado en la revista Health Psychology."Si bien la mayoría de los hombres que compran bebidas energéticas no son campeones de artes marciales o pilotos de carreras, estas campañas de marketing pueden hacer que algunos hombres sientan que el beber bebidas energéticas es una manera de sentirse más cerca de, o ser asociados con, estos deportes ultra masculinos", dijo el investigador principal, el Dr. Ronald F. Levant, en un comunicado de prensa.El Dr. Levant es un profesor de psicología en la University of Akron y trató de examinar "una posible relación entre la masculinidad, las expectativas sobre los beneficios del consumo de bebidas energéticas, el cómo esas expectativas afectan el uso de bebidas energéticas, y el impacto sobre el sueño", en esta investigación."El vínculo entre la ideología de la masculinidad y el uso de bebidas energéticas sugiere que el uso de bebidas energéticas puede ser un medio para ejercer la masculinidad como una manera de reunir capital masculino", dice Levant, y agregó que este estudio muestra la eficacia de los anuncios al "demostrar que consumimos productos asociados con la participación en deportes extremos o en otros estilos de vida activos y competitivos".En otras palabras, los jóvenes, especialmente los hombres jóvenes y blancos, según el estudio, están comprando la idea de que estas bebidas son una "poción mágica" para obtener una imagen de alta testosterona. Pero el consumo excesivo de estas bebidas está conectado con peligrosas tasas de aceleración del corazón, aumento de la ansiedad y del insomnio. No es tan genial, amigo.
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Y el Dr. Levant encontró lo que estaba buscando. Con base en los resultados de 467 participantes adultos de sexo masculino en el breve formulario de Male Role Norms Inventory (MRNI-SF), el equipo de la University of Akron encontró asociaciones significativas "entre las creencias en la masculinidad tradicional, las creencias en la eficacia de las bebidas energéticas, el consumo de las bebidas energéticas, y los trastornos del sueño.LEE: Los adolescentes que consumen bebidas energéticas corren el riesgo de sufrir lesiones cerebrales.
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Las bebidas energéticas contienen grandes cantidades de cafeína, pero la FDA no exige que estas cantidades estén escritas en las etiquetas. "Debido a esto, algunas personas pueden beber más cafeína a través de las bebidas energéticas de lo que querrían destinarle a lo largo de un día, y beber grandes cantidades puede causar problemas, especialmente con el sueño", según el Dr. Levant.Este estudio corrobora otro anterior titulado "Wired: Energy Drinks, Jock Identity, Masculine Norms, and Risk Taking", que analizó a 795 estudiantes universitarios y sus conductas de riesgo y encontró que el consumo de bebidas energéticas debe ser reconocido como un predictor potencial de la "identidad tóxica del atleta", que se define en la literatura académica como una "identidad relacionada con el deporte predicada sobre la toma de riesgos y la hipermasculinidad".