Putin castiga "sutilmente" al dictador checheno por las peleas de menores

Es universalmente bien sabido que cuando se trata de castigar a un dictador teocrático con la reputación por asesinar periodistas y defensores de los derechos humanos, y utilizar métodos de tortura, escuadrones de la muerte, llevar a cabo crímenes políticos y humillaciones públicas para reforzar el culto a su personalidad y sostener su mano dura sobre una población aterradora, la herramienta más efectiva es una carta, severamente redactada, de parte de una dependencia gubernamental. No hay nada que pueda aterrorizar más a un representante del despotismo que la burocracia.

A principios de esta semana, el Ministro de Deportes de la Federación Rusa envió una carta al Presidente de la República de Chechenia, Ramzan Kadyrov, y a su promotora de peleas, World Fighting Championships Akhmat, como un castigo por las peleas de menores de edad que la promotora organizó hace dos semanas en Grozni, la capital chechena. En dicho evento, los tres hijos de Kadyrov (el más grande de 11 años) se enfrentaron con otros niños sin equipo de protección. Las peleas, celebradas por Kadyrov y sus amigos después del evento como una demostración de la masculinidad de los chechenos, recibieron duras críticas de la comunidad internacional y fueron calificadas como eventos barbáricos, además de disgustar a los medios estatales de Rusia y provocar una investigación realizada por el Ministerio del Deporte del mismo país; incluso se habló de que cabía la posibilidad de que el presidente ruso y viejo simpatizante de Kadyrov, Vladimir Putin, podría romper relaciones con su contraparte. El hecho que el amigo de Putin, Fedor Emelianenko, fuese objeto de un montón de insultos y humillaciones en internet a manos de los secuaces de Kadyrov después de que el legendario peleador y presidente de la Federación Rusa de Artes Marciales Mixtas condenara las peleas entre niños, sólo empeoró el incidente y la ira de Putin.

Por ello, este marte la burocracia de Putin contragolpeó, al llamarle la atención a la promotora Akhamt MMA por violar el reglamento del sindicato de artes marciales mixtas de Rusia que establece que los niños deben tener como mínimo 12 años para competir, y que cualquier peleador menor a 18 años debe utilizar, siempre, el equipo de protección. Como si fuera poco, el Ministerio del Deporte descubrió que el evento del 4 de octubre no estaba en el calendario de los eventos atléticos planeados en Chechenia para el 2016, lo que significa que el espectáculo se realizó sin permiso y sin regulación. De acuerdo con un comunicado de prensa publicado por el Ministerio del Deporte de Rusia después de la reunión, los funcionarios rusos recomendaron como castigo que el Ministerio de Cultura Física y Deportiva de la República de Chechenia "continúe coordinando su conducta con el Ministerio del Deporte de Rusia y todas las federaciones deportivas rusas", también mandó una carta recordándole a Akhmat sobre la "inadmisibilidad" de cualquier evento deportivo que no cumpla con las reglas de la Federación Rusa (agradecimientos especiales al traductor de Google).

Aunque la "sanción" parezca un castigo patético para un autócrata violento como Ramzan Kadyrov —un hombre que controla una milicia personal con 30 mil soldados, cuenta con 2 millones de seguidores en redes sociales, y quien ha convertido su obsesión por la masculinidad en un fetiche nacional—, es imposible saber cuál es el significado oculto detrás del mensaje en forma de carta del gobierno del rabino de Kadyrov en Rusia, Putin. Karim Zidan de Bloody Elbow tiene una gran teoría sobre la relación de estos dos mandatarios, pero lo esencial parece ser que es muy posible que Kadyrov no dure mucho tiempo en el poder sin el apoyo de Putin y que el líder checheno se ha dedicado a engrandecer su personalidad en Chechenia a tal grado que presenta una amenaza para la estabilidad de la Federación Rusa. Además, como escribe Zidan, "la destitución de Kadyrov podría ser un gran riesgo para Rusia si Chechenia cae en manos de otra insurgencia islámica. Una tercera guerra chechena no es la conclusión que el Kremlin preferiría provocar de un accidente relacionado con un evento deportivo". Al parecer, ambos están enfrascados en un pleito.

Así es como probablemente la carta seriamente redactada del Ministerio del Deporte sea más que una carta con una retórica estricta. Existen mensajes ocultos, que van más allá, el tipo de mensajes que sólo los oídos y la boca de un dictador pueden entender y pronunciar. En este caso, un manazo es lo mismo que tener una pistola apuntándote a la cabeza.