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Dadaísmo 5000: Cómo el arte nos puede ayudar a darle sentido a Bellator 149

Es fácil catalogar Kimbo Slice vs. Dada 5000 como una desgracia e indecencia para el deporte, pero la gente dijo lo mismo sobre "La Fuente" de Marcel Duchamp cuando el famoso artista la creó hace casi cien años.

Imagen via Bellator

Mientras seguimos intentando darle sentido a la exhibición que el mundo presenció el viernes por la noche en la penúltima pelea de la cartelera Bellator 149, la mayoría tratará de descartarla como una parodia y un infortunio. Es comprensible que quieran hacer esto. A primera vista, Kimbo Slice vs. Dada 5000 no fue una pelea clásica. En una era en la que combates épicos como el de Robbie Lawler vs. Rory MacDonald en UFC 189 han impulsado las artes marciales mixtas a otro nivel y nuevos límites, es fácil ver las presentaciones de dos hombres con talentos cuestionables y récords nominales y decir que son basura, un espectáculo de circo que hizo retroceder al deporte al menos veinte años. Pero, ¿qué tal si el intento torpe y en cámara lenta de Slice por mandar a 5000 al suelo y la caída de éste al estilo Ric Flair no fuera el punto más bajo del MMA, sino un momento decisivo que podría alterar por siempre nuestro entendimiento sobre la disciplina?

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.@KimboSlice wins it in round 3! #Bellator149https://t.co/0Q7q6Mcpnn
— Bellator MMA (@BellatorMMA) February 20, 2016

Para otra interpretación de Kimbo vs. Dada 5000, debemos recordar a un Dada de otro momento: el movimiento de arte avant-garde de principios del siglo veinte que rompía con la lógica y la coherencia. De manera más específica, debemos ver una de las piezas más famosas y duraderas del movimiento: "La Fuente" de Marcel Duchamp.

Cuando Duchamp, quien ya había estado experimentando con el anti-arte en forma de sus readymades (arte encontrado) antes de alinearse con los Dadaístas, consiguió un urinal, firmó "R. Mutt 1917" en él y lo presentó a la Socidad de Artistas Independientes de Nueva York, la organización recién establecida reaccionó de la misma manera que los fans y conocedores del MMA ahora: se negaron a reconocerlo como arte y lo tacharon de indecente. Pero La Fuente ahora es aclamada como una de las obras más importantes del arte del siglo XX.

"La Fuente" ha inspirado muchas interpretaciones durante su existencia de casi un siglo, demasiadas como para hablar de ellas en un artículo como este, pero tal vez la más relevante para nuestra situación actual en la que exploró Jonathan Jones para The Guardian en 2008. Estableciendo la idea de La Fuente como "el desenlace final y triunfante en la larga campaña del arte occidental por establecer el estatus intelectual del artista", Jones escribe que "Su pelea por elevarse por encima del simple estatus de artesano ha llevado a que los artistas, desde el siglo quince, busquen ser considerados como intelectuales".

Esto es similar a la lucha que ahora enfrentan los peleadores de MMA al intentar dejar de ser considerados como abusones o dejar atrás la idea de "peleas de gallos humanas". Peleadores, expertos, y fans trabajan duro para enfatizar la disciplina intelectual que tiene el deporte, ese ajedrez humano que ocurre dentro de la jaula.

Y así como Duchamp deliberadamente eligió una pieza de arte y objeto bastante poco agradable —donde la gente literalmente orina— como su obra, Kimbo Slice vs. Dada 5000 intercambiaron las mismas raíces de su arte. Al tomar dos peleadores callejeros —uno de ellos dirigía su promotora de peleas de patio— que se volvieron famosos a través de espectáculos brutos y curiosidad para ponerlos en la cima de una cartelera de MMA obligó al MMA a confrontar la ansiedad sobre sus orígenes y el prejuicio y confusión que el deporte aún enfrenta.

Al yuxtaponer la pelea contra otro combate de Ken Shamrock vs Royce Gracie destacó aún más esta ansiedad, obligándonos a reconciliar la mezcla de apreciación por las artes marciales mixtas y el voyerismo que forjó UFC 1, el evento donde se enfrentaron por primera vez.

Ahora Kimbo vs. Dada no fue el tipo de acto que los detractores del deporte discuten como un regreso a las raíces de las peleas, sino una provocación, la pieza inspirada que nos demanda el movimiento anti-MMA, a nosotros como audiencia y artistas reevaluar todo lo que sabemos sobre nuestro medio. ¿Qué es el arte marcial mixto? ¿Qué lo eleva de las peleas callejeras que formaron parte del pasado de Kimbo y Dada 5000? ¿Cómo apreciamos eso y le explicamos nuestro aprecio al mundo? ¿Y ahora hacia dónde nos dirigimos? Bien podríamos pasar los siguientes cien años buscando esas respuestas.