Lo que Grandes Ligas no entiende del Clásico Mundial de Beisbol

Es un territorio beisbolero soñado. Al hablar de un mundial "con todas las estrellas del beisbol", la sola idea de enfrentar a lo mejor del planeta representando a sus países debiera ser un evento que detenga todo para verlos batirse. Sin embargo, el Clásico Mundial de Beisbol no ha podido establecerse, no ha podido convocar a los mejores peloteros de cada país, y no ha podido tomar la importancia que amerita frente a Major League Baseball.

Por eso, van algunos puntos que Major League Baseball no entiende del Clásico Mundial de Beisbol:

En todo esto tiene que ver que el equivalente a la FIFA del beisbol, la ahora llamada WBSC (antes IBAF), o Confederación Mundial de Beisbol y Softbol, la cual nunca ha tenido la solvencia para imponerse a los intereses comerciales de Major League Baseball y a los intereses de los equipos. No ha podido hacer de la obligatoriedad un recurso para que los mejores peloteros del orbe aparecieran en las Copas Mundiales de antaño, sí, esas que ganaba Cuba una y otra vez, con el colmo del profesionalismo disfrazado de amateurismo.

Mucho más allá de si es un evento que compite en cuanto a audiencias masivas con el Mundial de la FIFA o con los Juegos Olímpicos, el Clásico Mundial de Beisbol podría ser la carta fuerte de una verdadera expansión internacional del llamado "Rey de los Deportes", un argumento para establecer su presencia en el mapa. Ahí está el caso del crecimiento del beisbol en Holanda, tras la exposición recibida en el torneo.

Si WSBC es un organismo híbrido creado junto al Softbol en el intento de re ingresar ambas disciplinas a la Carta Olímpica (al calendario de los Juegos Olímpicos), no podría ser mucho complemento para una internacionalización, cuando a Grandes Ligas le importa su negocio el cual genera alrededor de mil millones de dólares anualmente, con una plataforma tecnológica tan exitosa como para que la NHL del hockey contratara sus servicios.

Sin empatía la WSBC con MLB. La llegada del 'Premier 12' como sustituto de la Copa Mundial (de la cual IBAF tenía los derechos) indicaba claramente cómo -desde 2015- el organismo rector del beisbol internacional tenía su propio camino. Es más, la edición 2019 del mencionado Premier 12, será la competencia clasificatoria para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

El tercer organismo involucrado en la organización y aval del WBC es el sindicato de jugadores ligamayoristas (MLBPA). Si bien el sindicato dirigido por Tony Clark tiene buen entendimiento y casi sumisión con el Comisionado de MLB, Rob Manfred, ha quedado claro que la protección a los peloteros es todo un tema. Al ser viajes fuera de las coordenadas de los campamentos primaverales (Arizona y Florida), con la alimentación diversa que esto implica, alojamientos distintos y una logística a veces caprichosa, los peloteros quienes buscan un lugar en un roster ligamayorista, en verdad que se la piensan para tener presencia o reforzar al representativo de su país. Ahí, el MLBPA entra en una verdadera disyuntiva: buscar condiciones de élite en una competencia externa a la temporada de Grandes Ligas, o… ¿desentenderse de lo que le suceda a sus agremiados?

El del Clásico Mundial es un beisbol que por momentos no parece real, ni parece competitivo. Y esto se debe a reglas que se imponen al torneo, y que nos llevan a pensar que se intenta cuidar otros intereses. Por ejemplo, reglas como las de 65 lanzamientos para el abridor en primera ronda, la implementación de la "Regla Schiller" (corredor en segunda base sin outs para el undécimo episodio) y otras.

Major League Baseball, desde sus oficinas centrales en Nueva York, no ha logrado imprimirle un sello de verdadera armonía entre banderas, entre las distintas visiones que tienen caribeños, europeos y orientales hacia ese beisbol que también les apasiona. No ha logrado ser un verdadero campeonato mundial en que todos los países tengan la misma seriedad y motivación.

En serio, eso de que la primera ronda se juegue desfasada en el lejano oriente con relación al calendario en América, suena a una temeridad, o bien, ¿será un temor a que se juegue en un solo país?

Por las condiciones socioeconómicas, los países que podrían organizar sin problemas cada cuatro años –por sí solos- este evento, serían: los mismos Estados Unidos, Corea, Japón y México. Nada más. Quizá una sede conjunta europea podría ser de interés, pero ya hemos visto que la economía de primer mundo no necesariamente llenaría estadios con un beisbol que ven un poco distante.

Otra cuestionante durísima para el evento: ¿Israel sin israelíes?, ¿Italia gana con jugadores estadounidenses?, ¿Holanda es Países Bajos o Curazao disfrazado? Las reglas del evento se han vuelto una botana para que los casos de Alex Rodríguez o Manny Machado parezcan una divertida visita a la oficina de pasaportes: juegas hoy con USA, mañana, pues a ver con quien te late. Hay una evidente falta de vínculo nacionalista o patriótico.

Ni el sindicato de peloteros, ni las Grandes Ligas parecen poder modificar la intención de los 30 dueños de equipos ligamayoristas, en cuanto a cuidar una inversión multimillonaria que hacen en los contratos a los peloteros. Cualquier dueño con mínima inteligencia NO VA A QUERER enviar a su pelotero al matadero de la incertidumbre en un torneo el cual no se sabe si manejadores o coaches de las selecciones van a seguir las instrucciones precisas que diseñan los equipos dueños de ese jugador en una etapa crucial como es la pretemporada.

Otro gran problema que tiene el Clásico Mundial de Beisbol son las fechas. A estas alturas del año, la mayoría de los peloteros ligamayoristas están haciendo sus primeros lanzamientos o haciendo sus primeros swings. Interrumpir el calendario regular de MLB y suplir el Juego de Estrellas, sonaría a broma. Nunca va a soltar Grandes Ligas su evento (literal) estelar, junto a la Serie Mundial.

Sin miedos: la salvación del evento está en noviembre. Si el rol regular termina con septiembre, los jugadores no calificados al playoff ligamayorista, podrían ir a un campo de entrenamiento en octubre, a la par de la misma postemporada. (Sí, el clima podría ser un tema a considerar, en cualquier parte del calendario lo es.) Avanzando, el WBC tendría dos ventajas: podrían jugarlo incluso los peloteros de Serie Mundial si así lo decidieran, además de disipar la larga pausa invernal para quienes no juegan las ligas caribeñas.

Este es el "punto matón" y definidor: El mes 11 implicaría modificar la cláusula de "fatiga extrema" y una posible afectación a las Ligas de la Confederación del Caribe aunque, vamos, en noviembre, no muestran sus mejores cartas aún.

Esperando no haber dado muchos raspones…

En este 2017 el Clásico Mundial de Beisbol dista de ser la cristalización para una proyección mundial soñada por todos esos grandes jugadores de Grandes Ligas. Aquí se propone una fecha precisa, hace falta que MLB con su Comisionado –con sus "genios numéricos"- entiendan que el esquema actual languidece ante nosotros…