De esas cosas bizarrísimas que pueden pasar en el mundo. En pleno dominguito de acción futbolera, nos topamos con la historia de Felix Zwayer, el silbante que decidió finalizar un partido en pleno minuto 65.En la cancha, dos de los mejores equipos de la Bundesliga, el Bayer Leverkusen y el Borussia Dortmund. Al minuto 20 de la segunda parte, el colegiado decide expulsar a Roger Schmidt, técnico de las 'aspirinas', pero éste, en su afán de reclamar la decisión del silbante, se niega a salir del campo.Lo normal era, evidentemente, suspender el juego hasta que el técnico decidiera dejar la cancha. Pero en un arranque, no sabemos de qué, Zwayer consideró que ante la negativa de Schmidt, lo mejor era pitar el final del partido, tener un arranque de niño caguengue al cual no le compran un dulce, e irse a los vestidores dejando con un rostro de entera incredulidad a jugadores, cuerpos técnicos y aficionados. Una cosita de locos.El show que el árbitro montó duró 10 largos minutos en los que nadie entendía nada, y donde tuvieron que ir al vestidor a rogarle al árbitro que por favor, volviera.
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Al final, el efecto de rogarle al silbante hizo que accediera a volver al campo en un ridículo monumental, de esos que rara vez vemos en Alemania.Cuándo entenderán los silbantes que en esto de la pelotita, los protagonistas son los jugadores y la pelota, no ellos.65' The match is paused at the 65th minute after Roger #Schmidt refuses to be sent off the pitch and the referees leave instead. #B04BVB
— Bayer 04 Leverkusen (@bayer04_en) February 21, 2016