México detiene al presunto autor del ataque a los normalistas, pero no da detalles

México ha detenido al presunto "autor material" del crimen que provocó la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Las autoridades proclamaron que se trata de Gildardo López Astudillo.

López Astudillo, también conocido como "el cabo Gil" fue detenido el miércoles. Según declaró el titular de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), Renato Sales Heredia, el detenido iba provisto de un documento de identidad falso y de munición en el momento de su arresto.

La detención se produce casi un año después de que se produjeran los ataques contra los estudiantes. Ocurrió los pasados 26 y 27 de septiembre de 2014 en la ciudad de Iguala, en Guerrero. López Astudillo fue detenido en la ciudad colonial de Taxco, un importante destino turístico del mismo estado, y será procesado también como número 2 del cártel Guerreros Unidos.

Por otra parte, un grupo de investigadores argentinos que buscan paralelamente con el gobierno, emitió un comunicado la noche del jueves.

El equipo de antropología forense argentino dijo que los expertos forenses austriacos citados por el gobierno eran confiables, pero el grupo también dijo —como lo hizo con el primer estudiante identificado a partir de restos — que no podía confirmar si los fragmentos de hueso que se analizaron procedían de un río cerca de un vertedero en el que los 43 fueron presuntamente incinerados.

Esa distinción esencialmente pone en duda la afirmación del gobierno de que el cártel Guerreros Unidos llevó a cabo la incineración de los estudiantes, y eleva el espectro de la posible participación de alguna otro grupo.

Sales Heredia — que fue proclamado responsable de la cartera del CNS poco después de la fulminante destitución de su antecesor, Monte Alejandro Rubido García, tras la escandalosa fuga de "el Chapo" Guzmán — leyó ayer un breve comunicado después de anunciar el arresto, y no permitió que se le formularan preguntas.

No se pronunció una sola palabra sobre qué informaciones habrían conducido a la detención del sospechoso. Tampoco se especificó qué podría significar la misma en el curso de la actual investigación de las desapariciones. Sales ni siquiera explicó qué motivos le habrían conducido a pensar que el sospechoso es el "autor" de los ataques.

Pese a todo, el anuncio coincide con una serie de movimientos que el gobierno ha emprendido en relación al caso en las últimas semanas. Se trata de otro síntoma que delata la intensa presión internacional que se ha ejercido sobre el gobierno mexicano para que resuelva el caso. Hace unos días, el gobierno de Enrique Peña-Nieto quedó en evidencia, después de que un devastador informe descubriera que la principal línea de investigación del caso era un grotesca falacia.

El miércoles, la actual fiscal general del país, Arely Gómez, anunció que los investigadores habían identificado a la segunda víctima de entre los 43 desaparecidos. Se trata de Jhosivani Guerrero de la Cruz, cuyos restos fueron encontrados en el interior de una bolsa de basura arrojada a un río. Hasta la fecha, la recolección de huesos humanos esparcidos por la zona tan solo había permitido identificar a otro estudiante, Alexander Mora.

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Felipe de la Cruz, portavoz de los familiares de los estudiantes, declaró a VICE News durante una entrevista telefónica que la detención de López Astudillo "es una jugada más de este gobierno mentiroso para hacernos creer que mataron a nuestros hijos".

"Para nosotros es raro y casual que después del informe de los expertos de la Comisión, ahora se les hizo fácil atrapar al 'cabo Gil' cuando desde el inicio ya sabían que existía", relató De la Cruz. "Él ha puesto varias narcomantas [mensajes de los carteles] en Guerrero".

El portavoz también dijo que los familiares no confían "en que el detenido sea en verdad el cabo Gil, y no sea como los otros que torturaron para que dijeran lo que dijeron del basurero de Cocula porque nadie conoce al Cabo Gil en persona".

"Nosotros no podemos confiar en la Procuradoría (la oficina del fiscal general)", afirmó De la Cruz.

El pasado mes de noviembre, Jesús Murillo Karam, ex fiscal general de México, aseguró que López — que por aquel entonces seguía huido — habría enviado un mensaje de texto a Sidonio Casarrubias Salgado, número uno del cartel Guerreros Unidos, para informarle de las confrontaciones que estaban teniendo lugar en Iguala.

En aquel mensaje, López explicaba que se había producido un ataque orquestado por "un grupo delictivo contrario". Se trataría de Los Rojos, otra organización de narcotraficantes que también opera en Guerrero, según explicó entonces el fiscal general. Casarrubias está detenido desde octubre de 2014.

El día 6 de septiembre, una comisión de expertos de la Comisión Inter-Americana de los Derechos Humanos (CIDH) rechazó lo que el ex fiscal Murillo Karam había descrito como la "verdad histórica" detrás de los crímenes. Murillo había declarado que los 43 estudiantes habían sido asesinados y quemados en un vertedero de Cocula, después de ser atacados y secuestrados en Iguala.

El informe de la comisión de expertos ha demostrado científicamente que la información difundida por Murillo es falsa. El gobierno anunció en su comunicado falso que los cadáveres habrían ardido durante 12 horas. Sin embargo, la comisión ha demostrado que harían falta al menos 60 horas e ingentes cantidades de gasolina para deshacerse de los cuerpos de 43 estudiantes.

Un vez se publicó el informe de los expertos, la oficina del fiscal general declaró que consideraría las recomendaciones de la comisión. Sin embargo, no entró en detalles sobre si el nuevo informe probaba que la anterior "verdad histórica" es, de hecho, una clamorosa falsedad.

El presidente mexicano Enrique Peña Nieto tiene previsto reunirse con los familiares de los 43 desaparecidos y con los expertos de la CIDH que redactaron el informe. El encuentro ha sido convocado para el próximo 24 de septiembre, dos días antes del primer aniversario de los ataques.

La última vez que Peña Nieto se reunió con los familiares fue el pasado mes de octubre, en la residencia presidencial de Los Pinos.

'No está muerto' dice el padre de uno de los 43 estudiantes tras identificar un hueso. Leer más aquí.

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