El FBI habría investigado a Trump cuando indagaba en los nuevos correos de Hillary

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Once días antes de las elecciones, el director del FBI, James Comey, escribió una carta al Congreso en la que informaba que había encontrado nuevos correos electrónicos en el servidor privado de Hillary Clinton que serían susceptibles de ser investigados.

Fue un movimiento extremadamente inusual, especialmente por la ausencia de protocolo ni de gestión del anuncio, que se emitió a bocajarro en un momento crucial. Tanto demócratas como republicanos vieron claro que el gesto de Comey era un flagrante capote al candidato republicano, Donald Trump, quien terminaría ganando las elecciones por un margen muy ajustado.

Diez días después de las elecciones, el FBI respondió a una demanda interpuesta por VICE News ante la Ley de Libertad de Información (FOIA en sus siglas inglesas) en la que insinuaba que el FBI podría haber estado investigando a Donald Trump en el momento en que su director se decidió a hacer las controvertidas declaraciones.

En septiembre, VICE News y el abogado Ryan Shapiro, quien se prepara para rendir su doctorado en el Instituto Tecnológico de Massachusetts y que también es miembro del centro Berkman Klein para Internet y Sociedad en la universidad de Harvard, interpusieron la demanda contra el FBI. En ella exigían los documentos relacionados a sendos comentarios incendiarios que Donald Trump había soltado durante su campaña, en verano.

En primer lugar, durante el pasado mes de julio Trump hizo un llamamiento a Rusia para que localizara los 30 mil correos electrónicos desaparecidos del servidor personal de Hillary Clinton. Y en agosto, durante un mitin de la campaña celebrado en Carolina del Norte soltó una declaración ampliamente interpretada como un llamamiento al asesinato de Hillary Clinton.

VICE News solicitó esa información del FBI después de recibir un chivatazo que sugería que tanto la oficina dirigida por Comey como los servicios secretos, estarían investigando ambos episodios. Entonces solicitamos también al FBI que agilizara el proceso habida cuenta de que concurría una situación de urgencia, y de que el público necesitaba ser informado de todo ello antes de la celebración de las elecciones, el pasado 8 de noviembre.

Sin embargo, el FBI se abstuvo de responder a nuestra solicitud antes de las elecciones. Su respuesta, fechada en el día 18 de noviembre, no llegaría hasta su destinatario hasta hace dos días.

"La naturaleza de vuestra solicitud exige archivos relativos a investigaciones que el FBI podría considerar o no competencia de sus investigaciones criminales", explica la agencia en su respuesta, que ha sido adjuntada al final de este artículo.

De tal manera, el FBI no puede ni afirmar ni desmentir la existencia de tales archivos sobre el sujeto de su solicitud, ya que el mero reconocimiento de la existencia de la no existencia de tales registros podría desencadenar perjuicios evidentes para los intereses de la agencia".

Ello es lo que se conoce como la respuesta Glomar, un término que entró en vigor después de que la CIA denegara la solicitud de un periodista en los años 70 en relación a un navío de la CIA, el Glomar Explorer, diseñado para acometer el rescate de un submarino ruso hundido. Entonces la agencia rechazó confirmar o desmentir la existencia del navío en cuestión.

La respuesta del FBI establece que cualquier registro en poder del FBI necesita ser retenido, porque su publicación podría interferir con los procedimientos de la agencia y resultar en la exposición de información que puede podría ser vital para la eficacia de las investigaciones. Se trata de una respuesta altamente sospechosa.

Para empezar, es extremadamente insólito que el FBI emita un Glomar. Yo he presentado miles de solicitudes ante la agencia y no recuerdo que se refirieran a la doctrina Glomar en ninguna ocasión.

Normalmente, cuando un solicitante acude a la FOIA en busca de información del FBI relativa a cualquier cosa que la agencia pueda estar investigando, el FBI dispone de la autoridad competente para denegar la solicitud, lo que hará tras informar de la existencia de una investigación en curso.

Sin embargo, habida cuenta de que el uso de la exención supondría la confirmación en sí misma ante el solicitante de que existe una investigación abierta, el FBI dispone de la autoridad, tal y como así le permite la FOIA, de mentir; le faculta para decir que no tiene documentos, aún cuando si los tiene realmente.

Sin embargo, la agencia no ha hecho ninguna de esas dos cosas. En su lugar, ha afirmado que no puede confirmar si dispone o no de documentos vinculados con ninguna investigación sobre Donald Trump y sus comentarios acerca de Hillary Clinton.

Si el FBI nos hubiese dirigido su carta antes de las elecciones, nuestro consiguiente artículo hubiese informado de que Trump podría encontrarse bajo investigación por sus comentarios — lo cual, sin duda alguna, hubiese despertado la atención mediática. El FBI podría haber sido consciente de ello y, en consecuencia, habría preferido posponer su respuesta hasta pasadas las elecciones.

El hecho de que Comey informara a los responsables de ocho comisiones del congreso de que los investigadores del FBI habían localizado correos electrónicos de Hillary potencialmente comprometedores delata la existencia de un doble rasero. Y eso no se la ha escapado a Elijah Cummings, máximo responsable demócrata de la Comisión de Supervisión y de Reformas Gubernamentales.

"Resulta extremadamente complicado entender la postura del FBI", ha declarado a VICE News. "Por un lado rechazan suministrar ninguna información en relación a las solicitudes ante la FOIA sobre el comportamiento de Donald Trump. Y pese a ello, en el momento culminante de la campaña electoral, el director de la agencia se encarga, personalmente, de revelar detalles sobre investigaciones en curso del FBI relativas a la candidata demócrata a la presidencia, Hillary Clinton — por mucho que nunca se encontró la existencia de ninguna actividad criminal en los mismos", añadió.

"Yo ha he repetido por activa y por pasiva que el FBI ha dinamitado su comportamiento proverbial, y va a sentar un terrible precedente a favor de un candidato y no del otro. Yo creo que semejante comportamiento ha hecho un daño incalculable a la credibilidad del FBI entre la población", cnsluyó Cummings.

Un portavoz de Hillary Clinton se ha abstenido de hacer declaraciones.

Nate Jones, el director del proyecto FOIA en el Archivo de Seguridad Nacional de la universidad George Washington ha declarado a VICE News que la respuesta del FBI a las peticiones de nuestro canal resulta controvertida en múltiples frentes.

"Parece claramente que el FBI tiene un interés deliberado en no mostrar los documentos ante la FOIA — o siquiera reconocer su existencia — ignorando el enorme interés público que los mismos tienen", ha opinado.

Se trata de otro ejemplo, considera, que explica por qué las agencias no deberían de tener la facultad de abstenerse de desmentir o de reconocer a las demandas que les lleguen vía FOIA. Esperemos que, en este caso, intervenga un juez que obligue al FBI a hacer lo que se está resistiendo a hacer.

Jeffrey Light, el abogado de la FOIA que gestiona nuestro caso, ha comentado que VICE News denunciará al FBI ante los tribunales. Sin embargo, antes de proceder, se exige que los Servicios Secretos nos hayan respondido a idéntica solicitud ante la FOIA.

Sucede que los Servicios Secretos ya han anunciado oficialmente que se encontraban investigando los comentarios sobre Clinton de Donald Trump, los cuales podrían vulnerar la Segunda Enmienda de la Constitución de Estados Unidos. Claro que ahora se han quedado en una encrucijada embarazosa, puesto que su trabajo no es otro que proteger al presidente electo, Donald Trump.

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