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2018: 8 años de SOMA

Platicamos con Yoshua Okón, artista contemporáneo y fundador de este espacio dedicado a las artes.

SOMA se ha convertido en un espacio esencial para el desarrollo de la vida artística de México, y en este 2018 cumple 8 años. Fundado por Yoshua Okón en colaboración con un consejo de artistas que incluyen a Francis Alys, Minerva Cuevas, Julieta Aranda, Santiago Sierra, entre otros.

SOMA es un espacio de convivencia trans-generacional. Cada miércoles recibe al público general para presenciar una plática o un performance que se puede acompañar con mezcal. Además cuenta con un programa de posgrado en arte único en México y América Latina.

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Llegó el 2018, y el aniversario de SOMA; platicamos con Yoshua Okón sobre la institución, su historia y su misión.

CREATORS: ¿Qué es SOMA?

Yoshua Okón: SOMA es un lugar sin fines de lucro que viene de la tradición de espacios creados por artistas. Tiene el principal objetivo de proporcionar una plataforma para que diversos agentes culturales puedan interactuar, dialogar, intercambiar conocimiento y enterarse de lo que los demás están haciendo. Es decir, el énfasis está en el fortalecimiento de la comunidad cultural, en el pensamiento crítico y en la dimensión conceptual y discursiva del arte. En este sentido SOMA funciona como un contrapunto a la dinámica predominante del mercado del arte, en donde normalmente el énfasis está más en el espectáculo que en el contenido.

¿Por qué se creó?

A mediados de los años dos miles empecé a tener ciertas inquietudes que, al platicarlas con diversos colegas de mi generación, me di cuenta que eran bastante generalizadas. Muchos coincidíamos en que, a raíz de los enormes cambios que desató la globalización y la explosión del mercado del arte alrededor del 2000, la riqueza del diálogo y la interacción entre artistas (entendido artistas en el sentido amplio de distintas disciplinas) que se dio en los años noventa, se estaba perdiendo y que, por lo tanto, nos estábamos aislando. Muchos de estos colegas, al igual que yo, formamos parte de la escena de los espacios independientes de los años 90 en la Ciudad de México y nos tocó vivir esta transición.

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Hubieron algunos aspectos positivos que trajo el mercado a raíz de este cambio, de los cuales muchos de nosotros nos beneficiamos, pero también se generaron algunos problemas y retrocesos.

SOMA se crea para crear un contrapeso y en la medida de lo posible solucionar algunos de los problemas de este nuevo paradigma para así crear un mejor balance. Por ejemplo, debido al enorme énfasis que se da en la industria del arte al espectáculo, el contenido empezó a perder importancia. Así es que uno de los principales énfasis de SOMA es el contenido. Otra inquietud tenía que ver con que la dinámica del mercado global está muy basada en el individualismo, por lo que poco a poco nos empezamos a aislar, disolviéndose así la rica escena que se había gestado en los años 90. Colegas y artistas que nos influenciábamos y manteníamos un dialogo, empezamos a perder el contacto, cada quien en sus propios estudios y galerías sin espacios en común por lo que el sentido de comunidad se empezó a perder. Y ya que el arte es una práctica esencialmente social y discursiva, el aislamiento termina afectando los procesos y la producción artística misma.

Así es que SOMA también surge como un esfuerzo por contribuir a crear un contexto adecuado para la retroalimentación, la interacción y el intercambio entre artistas para que así el arte se desarrolle plenamente. Finalmente, otra de las preocupaciones puntuales era que, por lo mismo que ya se mencionó anteriormente, se estaba perdiendo la comunicación intergeneracional que hubo el los años noventa. Mi generación ya no tenía idea de quienes eran los artistas más jóvenes y nos estábamos perdiendo la oportunidad de aprender los unos de los otros. Así es que a partir de esta última preocupación surge la idea de los programas educativos.

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¿Me puedes hablar sobre los programas de SOMA?

En SOMA tenemos 4 programas, uno de los cuales es en colaboración con la fundación Alumnos 47.

_ 1. Miércoles de SOMA

Está abierto al público, gratuito, y consiste en que todos los miércoles del año a las 8:30 PM hay pláticas o performances en vivo. No se limita a las artes visuales, es un programa multidisciplinario, por lo que también se han presentado filósofos, urbanistas, arquitectos, activistas, músicos, etc. La idea es que en la Ciudad de México ocurren muchísimas cosas a nivel cultural, pero no es fácil enterarse. Con un formato muy relajado y horizontal, este programa es una manera de enterarse a fondo de qué es lo que diferentes profesionales de la cultura están haciendo. Además, ya que es un evento periódico, los miércoles también funciona como un espacio en el que sabes que puedes ir a encontrar gente y socializar. Después de cada presentación el espacio se mantiene abierto y la gente se queda a charlar y tomar tragos.

_ 2. Programa Educativo SOMA (PES)

Como mencioné anteriormente, una de la razones por las que SOMA surge es por la falta de dialogo inter-generacional. Esto es bajo la idea de que en México hay artistas muy importantes a nivel internacional trabajando que no estaban compartiendo o transmitiendo sus experiencias y conocimientos con otras generaciones. Y además de esto, había una enorme necesidad de un programa de posgrado actualizado en arte. Así es que otro de los programas es el PES. Este es un programa educativo que dura dos años. Siendo SOMA una asociación civil sin fines de lucro, existe la filosofía de que la educación y el negocio son incompatibles. No puede haber una educación en arte de calidad dentro de un esquema de negocio. Es por esto que desde un inicio se planteó que, al ser aceptados los estudiantes, automáticamente reciben una beca del 90%. El costo es muy accesible, casi simbólico.

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El programa está diseñado para artistas que ya practican pero que están en etapas tempranas de su carrera. No se pide licenciatura, sino que se revisa el portafolio y la trayectoria y existe un equipo docente de 6 artistas con experiencia pedagógica que se encarga de dirigir el programa.

Se aceptan 12 becarios por año a los cuales se les da un estudio para trabajar y todos tiene llaves por lo que pueden utilizar las instalaciones cuando quieran.

En un principio pensamos que la demanda vendría sobre todo de Mexicanos, pero nos equivocamos, ya que la necesidad de un programa de esta naturaleza iba mucho más allá del país. Hemos tenido becarios de Colombia, Perú, Costa Rica, Venezuela, España, República Dominicana y otros países de habla hispana. E incluso de países en dónde no se habla español como Brasil, Francia y Estados Unidos, por lo que deben aprender el idioma para poder asistir al programa. Así es que por toda esta demanda internacional ahora tenemos que dejar un porcentaje reservado para mexicanos.
Cada año se hace una exhibición de tesis. Hemos tenido diferentes sedes para esto; Centro cultural España, Ex Teresa, Casa Mauuad, La Isla del bosque de Chapultepec y este año será en las instalaciones de SOMA por primera vez.

_ 3. SOMA Summer

Es un programa que ocurre cada verano. Dura 8 semanas. A diferencia del PES que está diseñado para producción de obra, Soma Summer tiene un perfil más teórico, por lo que participan críticos y curadores, además de artistas con especial interés en la teoría. Es muy intensivo. Cada año hay un tema específico y se trabaja en torno a este. Se aceptan a 30 personas por año. Este programa es en inglés y para becar a los participantes hemos hecho acuerdos con instituciones a nivel internacional, como la universidad de Stanford, la Universidad de California, la fundación Cisneros y el gobierno de Dinamarca, entre otras.

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_ 4. Blog de Crítica

Tenemos este proyecto con Alumnos 47 para promover la crítica de arte. Hace algunos años había un gran hueco en el medio del arte de la ciudad, ya que la enorme cantidad de arte que se produce no correspondía a la casi inexistente crítica de ese momento. Muchísimos artistas y muy poca gente escribiendo sobre su producción. La crítica es un ingrediente fundamental para el desarrollo de la cultura, sin esta el arte esta incompleto. Es por esto que decidimos iniciar este programa. Afortunadamente, a raíz de diversos esfuerzo, incluido el Blog de Crítica, el panorama de la crítica en México ha mejorado en los últimos años. Debido a esto, hemos decidido hacer una restructuración más acorde al nuevo panorama. En el esquema original se eligió a 10 críticos iniciales los cuales además de escribir sus textos eligieron al siguiente grupo, y así sucesivamente. Es decir, no había un consejo editorial sino que era una estructura orgánica en la que los mismos escritores iban determinando a quienes se invitaba. En el nuevo esquema existe un consejo que cada 4 meses define una línea editorial, invita a los escritores y organiza un conversatorio en vivo en las instalaciones de SOMA.

¿De dónde surge el nombre de SOMA?

En un inicio, una vez que tuve definida la idea básica y la estructura del proyecto, el siguiente paso fue convocar al consejo de artistas y después nombrar a un director (Bárbara Hernández). En ese momento estábamos listos para abrir, pero nos hacía falta un nombre. Así es que se armó una cadena de correos entre los 20 miembros del consejo para definirlo. Después de muchísimos mails y opciones, decidimos votar. Originalmente SOMA era el acrónimo de un nombre tipo “Secretaria de…” no lo recuerdo, pero era algo bastante irónico. Tampoco recuerdo quién lo propuso, creo que fue Pablo Vargas Lugo. Y en algún momento se decidió eliminar el acrónimo y solo mantener SOMA, así con mayúsculas. Soma es una palabra que tiene varios significados. En griego es el cuerpo sin alma, nuestra parte física. Y en sánscrito, Soma es una sustancia alucinógena muy antigua y que se asocia con un estado de híper percepción. Y luego Aldous Huxley apropió esta palabra para llamar así a la píldora de su novela Un Mundo Feliz. Es un nombre que puede ser interpretado de diferentes formas, y nos gustó que no tenga un significado estable. Además suena bien para una institución.

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¿Siempre han estado en el mismo espacio?

Desde el principio. La idea fue salirnos de la Roma-Condesa, porque por un lado era imposible por los precios y al mismo tiempo queríamos descentralizar y estar en un lugar un poco más alejado, pero que sin embargo fuera céntrico en relación al resto de la ciudad. San Pedro de los Pinos resultó ideal. Y por otra parte el lugar que encontramos es perfecto a nivel de tamaño y características. Tuvimos mucha suerte de encontrar ese espacio desde el inicio, hasta la fecha sigue funcionándonos muy bien. También lo expandimos un poco. Cuando la casa de alado estuvo disponible, aprovechamos para rentarla y expandir los estudios para los artistas del programa. También rentamos una casita para la residencia de SOMA, que es donde alojamos a gente que viene de fuera a participar en los programas, ya sea dando clases, tutorías o haciendo presentaciones en los Miércoles de SOMA.

¿Les gustaría expandir la institución?

No en un sentido de escala. En este tipo de proyectos la escala es importantísima y ahora tiene el tamaño adecuado. Es importante que sea una escala humana y de ser más grande se convertiría en algo muy distinto y alejado a la misión de SOMA. Queremos crecer mejorando los programas o transformándolos si es necesario, pero no de tamaño. Y nos han pedido que llevemos SOMA a otros puntos del país, pero nuestra respuesta es que les compartimos el "know how" para que puedan abrir su propio espacio, pero a nosotros no nos gustaría tener sucursales. No es un negocio, no opera con esa lógica. Es un proyecto que está ligado a gente especifica y no se podría volver franquicia. Es la escala que se planteó desde un inicio y es la escala que queremos mantener.

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Alberto N. Manzano se graduó del Centro de Capacitación Cinematográfica con especialización en dirección y obtuvo su maestría en guionismo multimedia por parte de Columbia University. Se encuentra realizando su largometraje de realidad virtual apoyo del IMCINE.

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