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La ciencia demostró que China está emitiendo gases ilegales que dañan la capa de ozono

En un intento que ya dejó de ser un secreto, China trató de evadir las leyes que prohíben ciertos gases que son perjudiciales para nuestra atmósfera.
Contaminación en China
Contaminación del aire en China. Foto de Unsplash.

Artículo publicado originalmente por VICE ASIA.

En 1987, los líderes mundiales se unieron para firmar el Protocolo de Montreal, un acuerdo que prohibió la emisión de sustancias que dañan la capa de ozono, como los clorofluorocarbonos (CFC). Recientemente, un resurgimiento de los niveles de CFC en nuestra atmósfera dejó a los científicos perplejos. Hasta que encontraron cuál era su misteriosa fuente: China.

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El año pasado, los científicos comenzaron a darse cuenta de que habían aumentado las emisiones de triclorofluorometano (CFC-11) en la atmósfera. Los estudios iniciales señalaban al continente asiático como la fuente, pero no se sabía exactamente cuál país era el responsable.

Un estudio del 22 de mayo, Incremento de las emisiones de CFC-11 por parte del este de China basado en observaciones atmosféricas, publicado por el International Journal of Science demostró que entre el 40 y el 60 por ciento de las emisiones globales de CFC-11 provienen del este de China.

Los científicos detrás del estudio incluso identificaron a las provincias de Shandong y Hebei como las principales responsables.

Las sospechas iniciales surgieron en 2018, luego de que las inspecciones en China llevaron a la Agencia de Investigación Ambiental a señalar al país como la fuente, informa la BBC. Se descubrió que el producto químico ilegal se usaba en la industria de la construcción y en la producción de aislamiento de poliuretano. En cuanto a por qué se usó el gas a pesar de ser ilegal, parece ser que el CFC-11 es de mejor calidad y más barato que las alternativas.

A los investigadores les preocupa que la parte restante de las emisiones provenga de otras partes de China, la India, África y América del Sur. Estas emisiones son perjudiciales ya que no solo dañan la capa protectora de nuestra atmósfera, sino que además causan un mayor calentamiento global. Para empeorar las cosas, una tonelada de CFC-11 equivale a unas 5,000 toneladas de CO2, lo que significa que esos gases son mucho más potentes que los que causan el calentamiento global en la actualidad.

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