Salud

Pensar a manera de diálogo es normal, pero no es la única forma de pensamiento

Tu monólogo interior puede sonar como si hablaras en voz alta, o puede ser una forma de expresión más abstracta y personal.
Katie Way
Brooklyn, US
LC
traducido por Laura Castro
Mujer pensativa mirando por la ventana
Foto de d3sign a través de Getty Images

Muchos de los aspectos fundamentales de la vida giran en torno a cuestiones de percepción. ¿El cielo que miramos con nostalgia mientras perdemos el tiempo en el trabajo es del mismo tono de azul para todos? ¿Las vidas interiores de las personas con las que convivimos son tan ricas y complejas como las nuestras? Estos son pensamientos profundos que no tienen una respuesta definitiva dado que todos estamos confinados a nuestras propias mentes, especialmente porque la forma en que articulamos esos pensamientos profundos para nosotros mismos varía de una persona a otra.

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El usuario de Twitter @KylePlantEmoji planteó la idea de que existen dos tipos de "narrativa interna", y afirmó que "los pensamientos de algunas personas son como enunciados que 'escuchan' dentro de su cabeza, y que otras personas simplemente tienen pensamientos abstractos no verbales, los cuales tienen que verbalizar conscientemente".

Para algunas personas, los pensamientos internos tienden a manifestarse a través del lenguaje, mientras que para otras tienden a manifestarse como señales no verbales. Básicamente, si el monólogo interno del protagonista de un libro o de un programa de televisión te parece zalamero y poco realista o simplemente una dramatización de la persona promedio depende probablemente de cómo (y si) hablas contigo mismo.

Esta es una simplificación excesiva de la investigación existente al respecto, aunque los expertos coinciden en que no todo el mundo experimenta un diálogo interno. El psicólogo Russell T. Hurlburt escribió en Psychology Today que el diálogo interno es un "fenómeno robusto", pero no universal. "Estoy seguro de que existen diferencias individuales: algunas personas hablan mucho consigo mismas, otras nunca, algunas de vez en cuando", dijo Hurlburt.

La forma de pensamiento de la mayoría de las personas se sitúa justo en la línea entre el pensamiento verbal y el visual, y por lo regular ambos tipos se entremezclan en una sola línea de pensamiento, según la Harvard Gazette. Investigadores del departamento de psicología de Harvard encontraron que el pensamiento visual tendía a generar una cierta cantidad de pensamiento verbal y viceversa. También encontraron que los pensamientos en forma de palabras y oraciones tendían a estar relacionados con el futuro, mientras que los pensamientos en forma de imágenes generalmente estaban más vinculados al momento presente. Las investigaciones también sugieren que una de las funciones del diálogo interno es fungir como una perspectiva externa simulada sobre las acciones y pensamientos propios.

Un punto bastante curioso de todo esto es el hecho de que prácticamente nunca llegamos a considerar que haya otro modo de pensamiento además del propio. Aunque pudiera parecer que las personas que se ganan la vida escribiendo configuran sus pensamientos mediante palabras, al hablar con el personal de VICE nos dimos cuentas de que es un asunto bastante dividido.

Las respuestas iban desde "palabras, como un niño de 3 años que dice lo que se le ocurre todo el tiempo", hasta abstracciones separadas de un monólogo interno en ejecución, e incluso la admisión por parte de un escritor: "Algo repugnante que nunca diría en un Slack público es que en las únicas ocasiones en que no pienso con palabras es cuando estoy meditando, porque es cuando logro abrir ligeramente otra puerta y se desborda un torrente de imágenes... algunas de ellas son recuerdos de la infancia y otras son simbólicas”.

La investigación parece confirmar que no existe un modo superior de pensamiento interno, es uno o el otro. Pero el hecho de que todos podamos vivir de manera completamente diferente dentro de nuestras propias cabezas sin tener idea de cómo procesan sus pensamientos las otras personas es bastante interesante, sin importar en qué forma lo pienses.