Foto via Flickr usuario SliceOfChic
Nunca sabes lo que va a pasar cuando vas a la iglesia.¿Te iluminarás? De pronto. ¿Tendrás una sensación fuerte de comunidad y amistad? Tal vez. ¿Te drogarás como un hijueputa? Aparentemente eso también puede pasar.Por lo menos ese fue el caso de seis miembros de la congregación en la iglesia católica St. John's Apostle en Bloomington, Indiana (Estados Unidos), el año pasado. Los seis pensaron que simplemente estaban comiendo unas galletas de muy buen sabor.Un feligrés de 74 años de edad, identificado como el señor Jones, está siendo acusado de meterle THC a las galletas. Varios congregados, desde los 12 hasta los 70 años, terminaron en la sala de emergencia local en ese fatídico día, quejándose de algunos "efectos secundarios" de las galletas, las cuales describieron como inusualmente saladas.Inicialmente, el señor Jones admitió haber hecho las galletas pero negó haberles puesto una sustancia ilegal. Después la policía obtuvo autorización para registrar su casa y encontró un "tarro naranja que contenía una sustancia café y aceitosa que dio positivo para marihuana [en una prueba de drogas]". El hombre se entregó luego de que se emitiera una orden de captura para arrestarlo. Se le acusó de imprudencia criminal y posesión de aceite de hachís."Estamos rezando por todas las personas involucradas", dijo el padre de la iglesia, Daniel Mahan. "Estamos rezando por el señor Jones, por los que se enfermaron ese domingo y por que haya justicia con piedad".Este artículo fue publicado originalmente en Munchies, nuestra plataforma dedicada a la comida.