Guía visual de las subculturas más curiosas de la electrónica

Para relajar un poco los ojos y la mente, decidimos dedicarle un número puramente visual a las subculturas electrónicas que son bastante llamativas a nivel estético. Elegimos los referentes del rave y el new rave cuyos anclajes decorativos son puro eyecandy: delicia para los ojos y para la memoria. Desde la vieja guardia de los Kandi Kids y los Gabbers, hasta los excéntricos y novedosos Vaporwavers y Healthgoths, sus coloridas pintas y tendencias de accesorización acompañarán el cansancio de un día cualquiera.

Más allá de las shakiras de colores y los accesorios de neón, esta subcultura del rave noventero está basado en un concepto: PLUR. Lo que estas siglas representan es Peace, Love, Unity y Respect, que según los Kandi Kids, es lo que el mundo necesita y lo que ellos, a través de sus alegres combinaciones de colores, pueden ofrecerle. Estos chinos eran, muy seguramente, de las personas más amigables y divertidas con las que podías toparte en una fiesta de EDM. El shuffling era su baile icónico, el gloving era su movimiento de manos con luces LED, y claro, el MDMA era su mejor alíado.

El Gabber fue uno de los momentos más emocionantes de la música dance en los noventa, siendo Rotterdam su lugar de nacimiento. Según otro de nuestros artículos acerca de este movimiento, el género nace como respuesta al sonido hardcore que había sido protagonista en Frankfurt, solamente que le "subieron una rayita". El look y los raves que se pegan los gabbers son bastante rudos, con cabezas rapadas y ropa deportiva que se movía al ritmo de la música durante más de ocho horas por jornada.

El hard trance es el sonido más representativo de esta subcultura, y los clubes de trance son sus templos. Les encanta esa estética tipo The Matrix en la que el látex y el cuero unen visualmente lo gótico con lo cibernético. Esta cultura tiene muchas ramificaciones particulares, como los biocyber, que son adictos a los colores fosforescentes, los símbolos de radiación y riesgo biológico, los informatic, que usan mucho azul y se enredan cables en el pelo, los terror, que se inclinan por el símbolo de la cruz roja y la sangre, y en fin; los militaristas, los cyberindustriales, cyberpunks y japancybers. ¿Tanta cosa que inventan hoy en día, no?

Los pelos planchados con el mechón tapándoles los ojos, las patillas largas, las gafas de sol plásticas y los pantalones de colores eran los elementos visuales claves de los Floggers. El movimiento inició en la Argentina del 2007, esparciéndose como un virus hacia Chile, México, Perú, Colombia y Bolivia. Pero su baile del "tektónik" y su red social "Fotolog", que tenía más de 33 millones de usuarios, ya murieron. Hay cosas que no deben vivir mucho tiempo, Dios sabe cómo es que hace sus cositas.

Tras el auge y la muerte del seapunk, el Vaporwave llegó pisando fuerte con su obsesión por la electrónica espacial y las gráficas de geocities. Nuestros amigos de Noisey investigaron sobre estos seres, y encontraron que "según los comentadores de varios foros de música, es "chillwave para Marxistas," "música post-elevador," "pop smooth jazz corporativo de Windows 95" y (mi favorito) "mejor que esas estupideces del witch house". La estética del vaporwave, que se engendra vía Tumblr, gira alrededor de la sordidez capitalista. A diferencia del seapunk, la subcultura del vaporwave sí tiene tendencias "punk" porque sigue un objetivo políticamente subversivo: exponer el vacío inacabable que se esconde detrás de la fachada perfecta pero efímera del capitalismo.

Según sus fundadores, el Healthgoth es una comunidad centrada en la contracultura. El estilo de vida de una persona que pertenece a este nicho se centra en, literalmente, dedicarse a una vida fitness y saludable, vestirse de negro y escuchar techno. El sueño de un Healthgoth es entrar a un gimnasio donde todos estén vestidos super darks mientras se ejercitan muy duro al ritmo de un techno oscuro. Algunas personas afirman que el movimiento está muerto, pero sus fundadores siguen sosteniendo que es una subcultura undergound que sigue más firme que nunca.

El objetivo de esta subcultura es de ofrecer, mediante los medios de expresión, un escape a la realidad cotidiana. Llena de colores pasteles y holográficos, mucho J-pop, tipografías orientales, pasteles y gatitos, el movimiento japonés quiere traerle la felicidad a los feligreses que viven comprimidos en pequeñas cajas de concreto y deben responder a rutinas aburridas de trabajo. Según nuestra vertical de moda, i-D, "Kawaii es un adjetivo japonés que significa: bello, mono, cariñoso, encantador, querido, mascota". Es la cura para la oscuridad.

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