"No se olviden del tintero": El futbol femenil escribe su propia historia

Tal vez Eva Espejo, la Directora Técnica del club Pachuca femenil, no conoce esta frase, pero usó una metáfora similar con sus pupilas. Les regaló un cuaderno y les dijo: "Igual que esta libreta, ustedes tienen una historia en blanco, decidan cómo la van a escribir, en qué momento lo van a hacer y qué van a poner".

La imaginación y el talento se echaron a andar. Las Tuzas del Pachuca, salieron a la cancha durante la Copa Mx Femenil a trazar con los pies lo que habían escrito con las manos. Se ganaron llegar a la final con 18 goles en sus primeros tres partidos y sumaron nueve más en el último encuentro, que cerró --por el momento-- la fiesta del futbol femenil en México ante unas Xolas que tuvieron que viajar a Toluca con equipo incompleto por no tener los suficientes elementos que cumplieran con el reglamento de edades.

El conjunto femenil del Pachuca no solo marcó la diferencia con fichajes como el de la doblemente mundialista Mónica Ocampo, goleadora del torneo con ocho dianas, sino con el de jugadoras cuyos nombres no sonaban más allá de la casa club donde comieron, estudiaron y entrenaron para salir al campo con la cuerda y así llamar la atención de los visores de la selección nacional, presentes en las nuevas instalaciones de la Federación.

Tales fueron los casos de las delanteras Berenice Muñoz, de 17 años, quien metió tres de los nueve goles finales y acumuló así siete a lo largo del torneo (sólo uno menos que la experimentada Mónica) y Diana García, de la misma edad, cuya rizada cabellera saltó de alegría con su festejo al aportar otro gol. La también seleccionada nacional, Yamile Franco 'La Puma', se quedó con seis goles y Lizbeth Ángeles cerró la euforia del día con una centellante anotación de media vuelta:

Lizbeth es policía federal y futbolista, las nueve horas que le dedica a ser servidora pública aún le dejan porcentaje suficiente para darle el resto al deporte que más ama. Otra clave del histórico triunfo de su equipo fue "tomarlo con seriedad, hemos trabajado muy fuerte y como todas, sacrificas todo por estar en este club".

Andrea Rodebaugh, la Directora Técnica de las Xolas, calificó al torneo como "una gran prueba de lo que viene y qué mejor que en la final medirse ante el club más completo, la verdad Pachuca fue el mejor equipo y eso se tiene que reconocer; ellas establecieron este parámetro de qué es lo que se necesita para poder ser competitiva en la liga".

"Vamooos Pachuca, vamos Pachuuuca, queremos la coooopa, la banda está loca y yo quiero verte campeón", se escuchó en las gradas una y otra vez. Orgulloso y con su hija abrazada del hombro, el presidente del Pachuca Jesús Martínez, se paseó por la cancha al final del partido y dio la frase que habla del por qué su institución ha sido campeona en la Liga Mx en ambas categorías: "Nuestro equipo es profesional como el de los hombres, por eso es muy importante darle todo el espaldarazo que hoy tienen mis muchachas".

La primera fotografía que se hizo de un plantel varonil y femenil previo a la Copa Mx Femenil fue la del Pachuca. Mientras, varios de los 17 equipos restantes de la Liga aún se preguntaban si participarían en la Copa. La equidad de marketing fue una apuesta: "mis muchachos entendieron que hay que apoyar este gran proyecto y aquí están los resultados". Desde el primer día que la Liga Bancomer MX hizo oficial la creación de una liga para mujeres, Pachuca comenzó a hacer llamadas, "porque estoy convencido que las mujeres tienen un talento increíble y sobre todo tienen una gran pasión en especial por el futbol, yo siempre les he dicho que soy pro mujer y por qué no confiar en Eva, que ha tenido una gran trayectoria". Mientras él celebraba, algunos opinaban que la marea de goles "le quitó espectáculo a la final" como dijo la portera de los Pumas, Laura Cruz.

El histórico debut de Eva Espejo, la también profesora de primaria que desea "romper el mito de que sólo los tiranos llegan", quedó escrito la libreta del futbol femenil mexicano. Por eso el primer triunfo "también va dedicado a todas las mujeres que les dijeron que no podían, pues aquí estamos".
La fotografía final incluye el momento en que el Pachuca levantó la primera Copa Femenil. Sonrisas de color blanco, igual que las páginas de los libros que esperaban llenarse con esta historia.