All My Friends, la experiencia disfrazada de festival que siempre quisiste vivir con tus amigos

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All My Friends, la experiencia disfrazada de festival que siempre quisiste vivir con tus amigos

Playa, música y comida porque lo importante aquí eres tú.

2010 es un año importante para la escena musical independiente en México. En ese año nacieron tres festivales que, hasta la fecha, siguen construyendo una comunidad creativa a través de la música: Festival Nrmal en Monterrey (ahora en D.F.), Festival Mty MX en Monterrey (este festival fue clave para la creación del Festival Antes en D.F., un año después) y All My Friends Festival en Tijuana. En aquella época, si eras un melómano, necio, adicto a la fiesta y la noche, era casi un hecho que, cuando llegaban las fechas de estos festivales, ibas a tomar un camión (de 12 hrs) o avión que te llevara hasta ahí. Esos momentos marcaron y definieron la vida de muchos, como la mía, por ejemplo. Viajar por horas para ir a un festival a otra ciudad, sin siquiera conocer el cartel, es de los mejores placeres en la vida. En el aire de México se podía sentir una sinergía musical del norte al centro. Después de cinco años, la comunidad ha ido creciendo y los integrantes se han ido colocando en diferentes trincheras desde donde siguen promoviendo, construyendo y alimentando esta escena.

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El All My Friends es uno de esos festivales que albergó y presentó grandes talentos como Siete Catorce y Los Macuanos mucho antes de que los festivales masivos, como el Vive Latino, los incluyeran como invitados. Lo que empezó como una fiesta para recaudar fondos ahora está por celebrar su sexta edición como un festival de música, arte y gastronomía <3

Platicamos con Argenis García, uno de los fundadores del festival, sobre los primeros años del AMF, su evolución y la importancia de crear puntos de promoción y exhibición, esto fue lo que nos dijo:

THUMP: Empecemos desde cero para todos aquellos que no están familiarizados con el AMF, cuéntame ¿cómo nació el festival?

Argenis García: La historia más clara es que no era la intención hacer un festival, jamás lo fue. En realidad todo empezó con una fiesta que realicé en 2010 para recaudar fondos para mi hermana que se iba a ir a Barcelona a estudiar.

¿También se llamaba All My Friends?

Sí. Mis papás se acababan de mudar y esa casa que dejaron aún no tenía inquilinos, sólo había un refrigerador y ya. Lo que hicimos fue hacer un escenario en cada cuarto. La fiesta se acabó como a las 8:00 de la mañana.

¿Y recaudaron fondos?

Sí, la fiesta era gratis pero la cerveza la vendíamos y eso fue con lo que sacamos dinero. Todo mundo se quedó bien contento y al día siguiente mis amigos me dijeron "hay que hacer esto todos los años". No era necesariamente mi idea pero para el 2011 la gente todavía se acordaba de la fiesta y me empezaban a preguntar que quién iba a ser el headliner del AMF ese año; por mi mente ni siquiera había cruzado la idea de hacerlo de nuevo.

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Después pasaron dos cosas muy interesantes: la primera, un amigo me enseñó la música de Juan Cirerol y la segunda, fue un fin de semana que salí a un bar súper chiquito y estaba tocando San Pedro El Cortez, con unas ganas increíbles y aparte estaban tirando una pirotecnia, que estoy seguro que no era nada legal hacerlo en un espacio tan pequeño. Cuando los vi pensé: ¿Qué onda con estos tipos? Están tocando como si estuvieran en el Madison Square Garden pero sólo somos 7 personas (incluyéndome).

Todo eso me hizo pensar que tal vez con Juan Cirerol, San Pedro El Cortez y un grupo de proyectos nuevos, se podría hacer el festival por segunda ocasión. Nos basamos mucho en el primer año para hacerlo, un amigo y yo pedimos un préstamo en el banco, utilizamos un dinero que me habían dado por mi cumpleaños y rentamos una mansión. De ahí sólo fuimos conectando los actos.

Había alberca, patio, salón y cancha de tennis. Armamos un cartel más interesante y se fueron sumando más personas. Al principio sólo éramos dos, luego se sumó Pablo Dodero y Marty Preciado, haciendo Relaciones Públicas. A partir de ese año el festival creció mucho. Tocaron 30 actos y ahí fue cuando empezamos a tener toda esta atención de los medios, que básicamente nos obligó a hacerlo mejor cada año. Fue como "bueno, ya está pasando todo esto y vemos que los actos nacionales necesitan toda esta exposición. Hagámoslo." Lo hicimos y, aunque fue un fracaso económicamente, el festival se posicionó bastante y la expectativa creció.

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¿Qué rol crees que ha jugado el AMF desde entonces en la escena independiente?

Cuando creamos el AMF sucedieron dos cosas importantes:

1. El festival, de cierta manera, devolvió un poco la esperanza de que si ponías tu material afuera podías, por lo menos, ir a tocar a otras ciudades del país. No necesariamente hacer una carrera pero salir de tu ciudad, sí. Eso motivó a muchos de la región.

2. Vimos un progreso de los actos que tocaron en el primer festival y la exposición que tuvieron en medios. Empezamos a ver que ya empezaron a tocar en festivales como el Vive Latino o el Nrmal.

Se convirtió en un festival semillero, al menos para la escena del norte de México.

Sí pero no es un logro del AMF. Es una demostración de que es necesaria la plataforma, sin importar que se llame AMF o como tu quieras. Es necesario que haya una plataforma que exponga los actos de la región para que esa separación entre Tijuana, Mexicali, Los Angeles, San Diego o donde sea, al resto del país, no sea tan amplia. Es necesario que exista. Eso es lo más gratificante, se comprobó que ya era necesario y que no podemos dejar que pasen años sin que esto exista.

Claro, crear puentes entre las regiones. Ya sea con festivales, fiestas, medios, como sea pero crear una interrelación entre toda la comunidad creativa sin importar si están en el norte, sur o centro.

Exacto.

AMF, Casa de la Cultura

Originalmente el AMF se hacía en Tijuana, desde el año pasado lo vienen haciendo en Rosarito, ¿por qué decidieron hacer este cambio?

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Nrmal se incluyó en el 2012. El festival, por muchísimas cuestiones, perdió a todos sus patrocinadores de un mes a otro. Gente que se había comprometido y luego se echaron para atrás. Los únicos que dijeron "hay que darle", fue Nrmal; a partir de ahí creamos una relación.

En 2013 conocí al dueño de Castillos del Mar, la actual sede del festival. Me contó que tenía una playa privada y que deberíamos hacer eventos ahí. Originalmente la idea era hacer el AMF en otoño/invierno y en verano hacer una fiesta con una casa promotora de LA, pero nunca se armó nada. Cuando vino Poncho Muriedas (Nrmal) le conté que tenía otro venue. Ya habíamos platicado de hacer el festival en la playa en el 2012 pero no encontramos un lugar. Cuando lo llevé a Rosarito, se aterrizó todo y a partir de ahí el festival dio una vuelta. Pasó de ser sólo un punto de reunión y exposición para comunidades creativas a que el espectador viviera toda una experiencia sensorial, muy interesante, que otros festivales no te dan. Creo que habiendo tanto festival en el mundo y en general, lo importante para distinguirse es contar la experiencia que te da el entorno. Creo que en Rosarito encontramos el espacio perfecto. La gente del lugar quedó muy contenta y ahora lo hacemos ahí.

¿Cómo toman la decisión de incluir a estos nuevos agente creativos como #CocinaCentral y Sad Girls Y Qué?

Es importante el tema de la comida porque si estás tratando de reflejar Baja California y lo que lo pone en el mapa, es su gastronomía. Si no lo aprovechas e integras con sentido, estás perdiendo una comunidad creativa muy fuerte.

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El año pasado hicimos MusicMakers Hacklab y este año tenemos SGYQ. Podemos crear espacios donde sea seguro que la gente pueda no solo expresarse sino dejar a un lado todo lo que está pasando alrededor.

Lo más importante que se logró el año pasado fue darle una identidad para que la experiencia sobrepasara lo que pasa en el escenario y la cocina. Vas a bailar y comer bien, esa identidad hace que el festival dure más en tu memoria sin tener la necesidad de incluir nombres, de precios exorbitantes, que a lo mejor quebrarían al festival.

Sesión de Máquinas III, Ramón Amezcua — TJ IN CHINA Project Room. | MusicMakers Hacklab

¿Cuál es la idea motor que nunca se ha sacrificado al momento de hacer el AMF?

La idea que nunca se ha sacrificado ha sido la necesidad imperiosa de generar públicos nuevos. Aquí en Tijuana y gran parte del país estamos impuestos a que la oferta cultural sea limitada a lo que vende boletos o cerveza. ¿Dónde queda toda la parte de explorar, conocer, aprender y generar comunidad? En el AMF. Si hay toda esta gente haciendo música, vamos a crearles un público. Eso no se ha perdido, siempre ha sido la intención. Ha funcionado pero aún quedan obstáculos por vencer, la meta es que más gente se integre al evento y que tenga una repercusión más grande en la misma región y el país en general.

Lo están haciendo bien.

Es lo que nos gusta pensar (risas).

Este año el All My Friends, en conjunto con Nrmal, se rifaron comenzando las actividades desde el viernes. Ve armando tus horarios para el fin de semana más delicioso que vas a tener este año. Compra tus boletos aquí.

Conécate con All My Friends en: Facebook // Sitio

Val ya tiene la maleta lista para sus tres días de música, arte y gastronomía en la playa, síguela en–@Pandroide