Bomba Estéreo, la banda colombiana que está conquistando Norteamérica

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Este artículo se publicó originalmente en THUMP EUA.

Siendo fieles a su nombre, la banda colombiana Bomba Estéreo experimentó una clase de explosión el mes pasado. Casi un año después del lanzamiento de su más reciente álbum, Amanecer, el fundador, Simón Mejia, y sus dos compañeros de banda publicaron un video para la vibrante y pegajosa canción de dance pop, "Soy Yo". El clip muestra a una pequeña niña hispana con lentes sólidos y un irregular corte de cabello descubriendo el poder de la autoafirmación con una grabadora en la mano y un groove en sus pasos, llevando a que algunos medios se refirieran al video como "una oda a las niñas hispanas de todas partes del mundo". Con sus casi seis millones de reproducciones en YouTube a sólo un mes de su lanzamiento, el sencillo se ha convertido en uno de los más grandes éxitos de la banda, pero quienes lo han visto en las más altas latitudes del continente no deben dejarse engañar con que este repentino éxito de Bomba sea un fenómeno reciente.

En su natal Colombia, el trio formado por Mejía, Liliana Saumet y Julián Salazar ha estado desarrollando sus propios matices de los ritmos tradicionales colombianos y electrónica moderna por más de una década. A lo largo de ese periodo, se han convertido en una sensación en el mundo de habla hispana, lanzando cuatro discos que les han conseguido dos nominaciones al Grammy y fans de todo el mundo. Ahora, tras años de trabajar en su camino, "Soy Yo" se ha convertido en un éxito inesperado en los Estados Unidos, lo que ha resultado en la cobertura de publicaciones populares como NPR. Una serie de fechas que acaban de concluir en la costa oeste del país incluso tuvo diversos llenos totales.

El 6 de octubre, la banda subió al escenario de El Rey Theater en Los Ángeles, con lleno total, ante un público de 750 personas. El trio abrió su set rodeados de niebla con un movimiento techno-analógico que tendría hasta a los más apáticos de vueltos locos. Unas cuantas canciones después, Salazar demolió los obstáculos en su camino hacía un intenso y ruidoso solo que se estrelló con los registros más altos de su guitarra. Entre esos sonidos disparatados fluía la energía y complejidad de la música tradicional de Colombia—una mezcla de géneros que en ocasiones ha sido nombrada como electro cumbia—puntuada por el rap en español de Saumet.

El que Bomba Estéreo pueda recorrer tantos lenguajes musicales sin siquiera tropezar, es resultado de la naturaleza antropológica con la que la banda se enfoca en la música. De acuerdo con Mejía, Colombia es el lugar donde la cultura, los sonidos y las tradiciones de Africa, Europa, su gente indígena y la influencia estadounidense, convergen para crear un delicado balance—tanto en música como política. Es en estas fricciones que Mejía obtiene su inspiración. Con una inclinación hacia la etnomusicología, él es proclive a ir a lo profundo de las junglas colombianas en búsqueda de la cultura musical inmaculada por la comercialización—como lo hizo en el documental del 2012, Jende Ri Palenge—o a ir en búsqueda de extraños sintetizadores en Bogotá. Por eso es que el aire estético de Bomba Estéreo no es sólo un calculado intento de hacer un crossover, sino una manifestación creativa de lo que está sucediendo realmente en Colombia.

THUMP habló por teléfono con Mejía después del show de Bomba Estéreo en Los Ángeles la semana pasada para conversar sobre su sorpresivo éxito con "Soy Yo", la genealogía de la cumbia y la tensa situación política en Colombia.

THUMP: ¿Sabían que tenían un éxito en sus manos con "Soy Yo"?

Simón Mejía: Es una locura. No pensamos en esta canción como un sencillo. Lo que pasó con el video fue totalmente inesperado. Estamos totalmente sorprendidos.

Yo sorprendí con la habilidad de Bomba Estéreo de presentar tanto rock como música dance en vivo.

Venimos de ambos mundos. Crecimos tocando rock. Nos metimos en la electrónica hasta la actualidad. Siempre he tenido esta idea de que cuando la música electrónica es tocada por humanos, se vuelve más poderosa. Tratamos de hacer esta idea de humanos creando loops, ¿no? Los loops no son exactamente perfectos. Tienen un toque humano. Crecimos escuchando música rock y tropical y música electrónica. Crecer en Colombia nos influenció por muchos estilos. Nuestras cabezas son como una mezcla de todas estas cosas y cuando tocamos, simplemente salen.

¿Qué aspectos de la herencia colombiana subrayan con Bomba Estéreo?

Colombia es una locura, hombre. Es uno de los países más particulares de Sudamérica. Después de Brasil, tenemos la población afro más grande de todo Latinoamérica, así que hay una fuerte influencia negra en la música, y tenemos nuestras culturas indigenas que estaban ahí antes de que vinieran los europeos, así que es un lugar loco con un pulso fuerte. Y después llegó, obviamente, la cultura europea y norteamericana. Como que estamos chupando todas estas influencias culturales. Somos un país muy musical, pero, para mi, somos un país que ha estado en guerra desde los tiempos coloniales hasta ahora.

¿Cuál es el clima político en Colombia en estos momentos?

Estábamos muy cerca de firmar un tratado de paz y fue derribado. El gobierno y las guerrillas, FARC, han estado peleando por cincuenta años. Vivimos en un país muy injusto y las FARC fueron a pelear por el comunismo, hace como cincuenta años. Actualmente, obviamente están jodidas––negocian con drogas y están involucradas en otras cosas más allá de la política. El gobierno logró sentarse con ellos en Cuba, tomó años hacer un acuerdo sobre un tratado de paz. Esos acuerdos fueron puestos a votación popular, en una elección. Podías escoger sí o no. La gente escogió votar por el no.

¿Por qué crees que pasó esto?

Hoy en el mundo, el negocio más grande es la guerra. Hay muchos en el poder que no quiere que termine la guerra, aquí en Colombia y en todo el pinche mundo. Estamos pasando una era obscura. Lo mismo que sucedía en Londres [con el Brexit]… Es como si estuviéramos volviendo en el tiempo a la era medieval.

Su música está anclada a la cumbia, que tiene más de 20 variaciones en todo Sudamérica. ¿Qué significa para ustedes?

La cumbia nació en Colombia. Era una mezcla de percusiones africanas con flautas y melodías indigenas. Y después vinieron los europeos y le pusieron instrumentos más tradicionales como el saxofón y el bajo. Pero la versión original era de los indios y africanos, ambos luchando bajo el régimen colonial, reuniéndose para crear música. Es como lo que paso con el blues en Estados Unidos. Llegó el negocio de los discos, se volvió más popular, más blanco, y se esparció por todo Sudamérica. Ahora tenemos diferentes versiones desde México hasta Argentina, pero sus raíces son colombianas. Cada país se apropia del sonido de la cumbia de acuerdo a su contexto. ¡Eso es hermoso!

Tenemos esta música en Colombia llamada champeta. Nació de los soukous de África, la música de guitarra de África. En la costa de Colombia, tomaron esa música y crearon su propia versión. Vinieron en barcos a los puertos, por eso cuando vas a las fiestas locales en los pequeños pueblos, están tocando música africana.

Suena como que dan mucha atención a las relaciones entre la música y la cultura.

Me gusta investigar. Una de mis principales influencias son las raíces de la música en Colombia. Me gusta saber que está pasando en la jungla. Para mi, esa es la esencia. Ahí es donde sucede la magia para mi. Hicimos un proyecto en Palenge. Los africanos que eran esclavos, escaparon y fundaron este pueblo libre durante la era colonial. Está cerca de Cartagena. La música ahí es sorprendente. Hicimos un proyecto ahí y acomodamos un estudio comunitario para grabar y hacer un documental. Acabo de hacer un proyecto ahí con Red Bull.

¿Te ves a ti mismo como escritor? ¿Científico social? ¿Curador cultural?

La música no trata sólo de música, sino de contexto. La música que tocas está totalmente relacionada con el contexto. No es sólo magia. Todo está relacionado. Simplemente me gusta explorar esos contextos. En Colombia, tenemos tantas capas. No sólo es la música sino la cultura, la situación social y política, la violencia, la vida, la muerte, la religión… Todas esas capas se mezclan y crean un interesante contexto para explorar y para estar alertas de dónde vienen los sonidos. No es sólo una computadora y algunos sintetizadores, ¿sabes? Tienes que volver en la historia, siglos atrás. Y es nuestra historia y venimos de ahí.

¿En algún momento desearías que Bomba Estéreo pudiera quitarse la etiqueta de "Latino", como en los Grammys, por ejemplo?

¡Creo que sólo tocamos música! No nos gustan las etiquetas, especialmente la etiqueta "latino" que es tan especifica. Aquí en los Estados Unidos, piensan en latino y piensan en música salsa, tropical, maracas, gente feliz. Y es más que eso. Crecimos escuchando rock, Motown, rap, electrónica, heavy metal. Cuando hacemos música, viene de todas partes.

Jemayel Khawaja es escritor y editor con sede en Los Ángeles. Lo encuentras en Twitter.