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Los restos de Ricardo III y el enigma del Leicester City

El hallazgo de los restos de Ricardo III parece haber acabado con la maldición del Leicester City para continuar su legado como el nuevo rey de la Premier League.
Foto: Darren Staples / REUTERS

El 26 de marzo de 2015 pasó a ser una fecha especial en Leicester.

Hace más de un año, la ciudad inglesa de los "Foxes" se vio conmocionada por un acontecimiento histórico.

Eran finalmente enterrados los restos de Ricardo III, último Rey de Inglaterra muerto en un campo de batalla, hace más de 500 años (1485).

¿Por qué la demora? Si bien fue una figura controversial en la historia de las islas británicas, los honores y las traiciones hicieron un papel importante entre monumentos, destierros y olvidos a lo largo de las centurias.

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Mientras este hecho acaparaba la atención de toda la ciudad (cercana a los 300 mil habitantes), una parte importante de ellos se encontraba apesadumbrada por los magros logros del equipo local, dirigidos en ese momento por Nigel Pearson.

En ese momento, el equipo estaba en el extremo de la tabla: último o "colista", como dirían los españoles, en la temporada anterior, la 2014/2015.

El longevo equipo (fundado en 1884) había ascendido para este torneo, con una gran campaña en la Championship (2da. de Inglaterra), pero la Premier League lo tenía a maltraer. El fin de aquel mes de marzo lo encontraba al término de 29 partidos, con apenas cuatro triunfos, siete empates y 18 derrotas. Hablando del Rey, todos lo daban por muerto.

CAMBIA LA HISTORIA

La sencilla pero emotiva ceremonia en la Catedral del Leicester, puso fin a una larga búsqueda de los restos que se inició en agosto de 2012, y que en menos de un mes dio sus frutos, al hallarlos debajo de un estacionamiento, donde, siglos atrás, hubo una iglesia que protegía al último Rey de la dinastía Plantagenet.

Digamos que desde que la ciudad puso el tema de Ricardo III en la agenda diaria, el Leicester City Football Club ha dado grandes saltos. Ascendió luego de diez temporadas en categorías menores del fútbol inglés.

Al término de ese primaveral jueves 26, los muchachos del equipo azul de la ciudad se fueron a descansar sin saber que sería el fin de sus penurias deportivas, ya que los brazos de Ricardo III comenzarían a batallar por toda Inglaterra en favor de los "Foxes".

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Quedaban nueve partidos de la Premier solamente. El primer partido post-funeral, se jugaría ocho días después, el 4 de abril, ante el West Ham United en el King Power Stadium de Leicester, ganando por dos goles a uno, cortando una racha de ocho encuentros sin victorias, con sólo dos puntos conseguidos de veinticuatro. El Rey había comenzado a hacer de las suyas aunque el equipo seguía último.

A la siguiente semana, en la visita ante el West Bromwich, y luego de ir abajo en el marcador al término del primer tiempo (1-2), logra una victoria increíble por 3 a 2 (en el minuto '90, con gol de un tal Vardy, ¿lo conocen verdad?), y alcanzar al anteúltimo en puntos.

Leicester tomó un impulso inusitado, y conquista dos triunfos más, para totalizar cuatro seguidos, la misma cantidad que hasta el acontecimiento de marras (2 a 0 al Swansea, y 1 a 0 al Burnley). Ya no se encontraba último, y luchaba por no ser uno de los tres que bajen de categoría, desde donde había venido en la anterior temporada.

El rey ha muerto, viva el rey. Foto: REUTERS

El siguiente match fue contra el poderoso Chelsea, a la postre campeón del torneo, donde una derrota por 1-3 no hizo mecha en la voluntad del "eleven". Era un partido pendiente de la 27° fecha, puntos que perfectamente se podían perder.

No se sintió el impacto, y volvieron las victorias nada menos que ante el Newcastle (3-0) y el Southampton, que ubicó al Leicester en la posición 15 de la tabla, una verdadera hazaña.

El empate ante el Sunderland a cero goles puso a los "Foxes" a salvo del temido descenso a falta de una fecha para finalizar. Creer o reventar. Si bien no desmerecemos desde estas líneas el trabajo del equipo, es innegable la coincidencia.

El cierre fue a toda orquesta, y una fiesta para el público, que de local, pudo apreciar una goleada por cinco goles a uno contra el Queens Park Rangers.

Ni los aficionados, ni la prensa, podían creer semejante remontada en ocho partidos, donde se cosechó casi más puntos que en los treinta anteriores.

Lo que no sabían los muchachos del Leicester, era que para la siguiente temporada, el Rey tendría preparada la coronación más inesperada en Inglaterra. Ricardo III tiene el lugar que se merece.