FYI.

This story is over 5 years old.

arte

¿Confiarías en que un artista te tatuara lo que quisiera?

"Whole Glory" convierte el trabajo del tatuador Scott Campbell en una performance.
Todas las imágenes cortesía de la galería Milk

Cuando visité la galería Milk el pasado viernes, se podía palpar el nerviosismo en el aire como si fuera la víspera de Navidad. Durante los tres días de exposición,Whole Glory de Scott Campbell atrajo a cientos de visitantes, curiosos por ver la performance y ansiosos por participar en ella y recibir un tatuaje elegido por el artista.

Los espectadores, sentados por todo el suelo de la galería, esperaron pacientemente a que se hiciera el sorteo que determinaría a los tres afortunados que tatuaría Campbell. Anteriormente, Santiago Sierra ya había sorprendido a su público tatuando una línea de 16 cm sobre cuatro personas en el 2000, y Marina Abramovic consiguió igualmente asombrarnos con su performance Rhythm 0 en 1974, repartiendo 72 objetos, desde plumas hasta una pistola cargada, y dejando que el público tuviera el control total sobre ellos. Estos artistas y sus trabajos son obviamente diferentes de Whole Glory de Campbell, pero guardan un aspecto básico en común, la confianza ciega en los demás. Cuando esta confianza está completamente de las manos de los participantes o del artista, no se trata de un compromiso sino que la obra se convierte en una perfecta colaboración entre ambos.

Publicidad

Campbell es un artista que se mueve entre diversas disciplinas, pero es popular sobre todo por sus complejos tatuajes monocromáticos, y el contexto de la galería Milk le permitió experimentar con esta práctica, según explica a The Creators Project: “Creo que todo tatuador se ha preguntado alguna vez qué pasaría si pudiera tatuar dejando a la otra persona completamente fuera de la experiencia. Con el tatuaje no es tan fácil como con otros medios liberarte e inspirarte para hacer tu trabajo, puesto que siempre eres consciente de que tu lienzo tiene una opinión”.

En una entrevista con la galería, Campbell se preguntó si la experiencia en esta ocasión resultaría más liberadora, estando separado del participante por tan solo una fina pared de cartón. Tras la performance, le volvimos a hacer la misma pregunta y Campbell nos dijo: “La libertad que me dio la gente prestándome su brazo con esa completa confianza fue alucinante. Antes ya había tenido clientes que me habían dicho 'haz lo que te venga en gana', pero creo que esa pared contribuyó también a hacerme disfrutar de esa libertad que me dieron. Me sorprendió ver que, a pesar de no haber ningún tipo de comunicación, los tatuajes que les hice seguían siendo una forma de reacción ante la persona que había al otro lado de la pared. No sabía nada sobre ellos, pero tan pronto como empecé a tocar su brazo, a afeitarlo y a preparar la piel, no pude evitar imaginarme quiénes eran, y esa idea afectó a la forma en la que desarrollé el tatuaje. Hubo como una especie de dinámica de vidente o lectura de manos. Muchas veces preparo un diseño con antelación, pensando que lo voy a hacer al próximo cliente que me preste su brazo, pero siempre acabo cambiando de rumbo cuando tengo el brazo ante mí, porque siento que no es el diseño adecuado para ese brazo, mi instinto me dice 'no, este brazo necesita otra cosa'".

Publicidad

Encontrarás más información sobre el trabajo de Scott Campbell en su página web o en su estudio de tatuajes, Saved.

Traducción de Rosa Gregori.

Artículos relacionados:

Un tipo deja que un mono le diseñe un tatuaje en la espalda

Jakub Pollág ha creado la máquina para que cualquiera pueda tatuar

El mapeo de tinta transforma tatuajes en imágenes en movimiento