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Todos los dealers que conoces a tus veintitantos

Estos son los tipos de dealers que conoces a tus veintitantos antes de encontrar al amigo/dealer perfecto.

Foto vía el usuario de Flickr hobvias sudoneighm.

Una parte no tan pequeña de la vida de la mayoría de los jóvenes en sus veintitantos gira en torno a las breves interacciones con una variedad de tipos paranoicos sin rostro (casi siempre hombres) que se la viven en el teléfono. No esperes encontrarlos antes del medio día, nunca, o tus planes se van a arruinar por completo. Pero cuando sí los encuentras, son señal de felicidad o de experiencias cercanas a la muerte. Son centinelas de la fiesta. Les debes todo.

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Estos son los tipos de dealers que conoces a tus veintitantos antes de encontrar al amigo/dealer perfecto.

El ángel
Vas a casa de un amigo después del trabajo a planear el libertinaje del fin de semana. Te mueres por unas sales de baño pero ¿DÓNDE? Te encuentras a Ronnie, el hermano del primo de la hermana de tu mejor amigo, que casualmente también es dealer. Mi amiga me contó esta anécdota: "Un día estaba con unos amigos sin hacer nada, metiéndonos unas líneas o algo así. Eran muy agradables y tenían una casa muy bonita. Como sea, el punto es que uno de ellos era dealer. Le dije '¿Me vendes un poco?' y me respondió 'Claro, a eso me dedico".

Bendita casualidad, en serio. Sólo te encuentras al ángel una o dos veces en tu vida. Aprovéchalo.

El stoner experto
Este tipo se la vive en pijama, pegado a su sillón y rodeado de una cantidad sana de sobras de papitas y cartones de leche vacíos. Nunca has estado en la misma habitación con él sin que World of Warcraft o Call of Duty estén en la pantalla. Es probable que su mamá esté en casa y tal vez tengas que usar la puerta trasera. No hace entregas, sin excepción. Venden sólo lo necesario para reabastecer sus reservas y se fuman el resto.


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El estudiante casual
Este tipo seguramente tiene bigote rizado y usa lentes de sol vintage. Estudia ingeniería o filosofía pero se tomó unas vacaciones para fumar mota. Debe tener al menos cinco cepas diferentes de índica y sativa en todo momento pero sólo hace entregas entre las 3 y las 5PM.

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El eslabón
Este tipo es miembro de un sistema de entrega muy complejo. Prefiere cruzar la ciudad en bicicleta. La operación se lleva a cabo con un espíritu empresarial. Te vende bolsas de Rollex OG Kush o Dragon Berry Cheddar con todo y etiqueta. Además, vienen personalizadas, lo cual se refleja en el precio. Si aceptan llevar tu pedido a la media noche a un bar lleno de gente, no lo dejes ir. És el indicado.

El estafador corporativo
Esta persona vive para el dinero y no hay nada que beneficie más su reputación "cool" que tener un paquete de droguitas siempre disponible. Trabajan de 9 a 5 en el distrito financiero de tu ciudad, donde poco a poco suben por la escalera que los va a llevar a las otras ratas. Debes saber que esta persona es un idiota sin corazón, en especial si usa traje. Una vez que su carrera empiece a dar frutos, va a dejar de ser dealer por miedo a que lo descubran. Si este es tu dealer, te recomiendo que lo cambies ahora. Nunca te va a amar.

El forajido
En casa, te vigila mientras vas por la calle caminando tranquilamente para recoger tu botín mañanero. En el extranjero, te señala como si fueras un turista mientras paseas por la plaza principal de la ciudad. Si caes en su tentación, te espera la cárcel o la muerte. Evítalo a toda costa.

El incógnito
Sabes su nombre verdadero pero insiste en que le llames Chemo. Chemo te hace sentir como 15 veces más ansioso de lo que deberías por haber ordenado unos gramos de algo. Todos hacen lo mismo que tú y a nadie le importa. Pero esta especie de jefe supremo de la fiesta se infla su propio ego. Como dice un amigo: "Si estableces una relación, se vuelve como Charlie de Los ángeles de Charlie. Es una voz, un ente. Sabes que está ahí pero nunca lo ves".

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El dealer cuidadoso
Conoces a esta persona. Tienes que referirte a los bienes con una nomenclatura pseudoenimgática que tiene algo que ver con el color de la sustancia, porque los policías son tan idiotas que no se van a dar cuenta de tu idioma habitual. Seguro nadie sabe qué es blanco o verde. En realidad nunca ves a este sujeto —trabaja en equipo— pero sus secuaces son muy rápidos si sigues las reglas.

El tipo del que te advirtió tu mamá
Estás en una fiesta, ya tomaste mucho y decidiste que el tipo sospechoso que es amigo de tu amigo es la persona más divertida del mundo. Te sientes un poco atraída y estás casi segura de que puede ser un amigo con derechos. Dice algo sobre unas líneas y suena bien aunque no es tu cosa preferida. Fajan en el asiento trasero de un taxi que se dirige a una parte de la ciudad que no frecuentas mucho. Pagas el taxi. Estás en una sala muy desordenada con un montón de tipos mayores fumando hash y todos gritan y dicen lo contentos que están de verte. Te sientes súper cool. El amigo con derechos se pone a platicar con el tipo más bajito en un rincón de la sala. La conversación sube de tono y te empiezas a sentir un poco de celos. De pronto se ponen a gritar, bueno, solo el tipo mayor, y tienes ganas de salir corriendo. Dices: "Fue una gran noche pero ya me tengo que ir", y le preguntas al amigo con derechos si se quiere ir contigo. "¡Siéntate!", dice uno de los tipos viejos. "Me deben más de 8 mil pesos, nadie se va hasta que me los paguen". Te das cuenta de que el enorme cuchillo en la barra de la cocina no debería estar ahí. Dices "No quiero causar ningún problema" muerta de miedo y ves cómo el amigo con derechos se convierte en el amigo que nunca quieres volver a ver. Nunca habías estado tan sobria en tu vida. Tienes 500 pesos en tu cartera y se los das al amigo que nunca quieres volver a ver. Terminas sola afuera de la casa. Esperas media hora hasta que sale el amigo que nunca quieres volver a ver con una sonrisa de oreja a oreja. "¡Regresemos a la fiesta!", dice. Te prometes a ti misma que vas a cambiar. Mañana.

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El oportunista
Se supone que solo vende M y coca. Tiene el cabello verde (desde antes de que se pusiera de moda) y siempre se viste como su fuera a un rave aunque es martes y solo va a ir por pizza. Es una criatura nocturna que no ve nada durante el día, nada. Pero cuando todos los otros dealers ya están en estado de bulto, el oportunista siempre tiene un poco de mota que te puede vender si le ruegas. Tienes que insistir al principio pero es parte del juego.

El atrapaturistas
Es fin de semana y fuiste a una fiesta con tus amigos en otra ciudad (a dos horas de tu casa en avión). Cuando se acaba la fiesta, tienes ganas de estar sola y se te antoja salir a caminar y fumar un poco de mota. Estás en la orilla del distrito donde está toda la vida nocturna de la ciudad y ves a un tipo grande parado solo en una esquina. Parece agradable. Platicas un poco con él y le pides un toque. Como no te lo niega, le preguntas donde puedes conseguir un poco. Te responde: "Mi amigo te puede vender, pero cobra caro". Como no te importa gastar de más, le dices: "Tengo 300 pesos, ¿con eso basta?". Se aclara la garganta y dice: "Claro, se ve que eres confiable. Regreso en diez minutos". Esperas diez minutos pero no regresa y te encuentras a uno de tus amigos que va de regreso a su hotel. "¿Qué haces aquí?", pregunta tu amigo. Le dices que estás esperando a un tipo que te va a traer drogas y tu amigo se empieza a reír. Te das cuenta de que es hora de que dejes de beber porque te hace ser muy ingenua.

El snob
Este dealer es sumamente exclusivo. Tal vez porque cree que tiene algo mejor que hacer o porque padece de algún trastorno mental. El punto es que este tipo tiene problemas para confiar en la gente y solo te vende su mercancía si estás con un amigo suyo. Si ese amigo no está, tienes mala suerte. Y si hay alguien más además de las personas que acordaste cuando hicieron el trato, es probable que se enoje, se vaya y no te venda ni madres. (Por cierto, este dealer solo hace entregas en ciertas zonas.)

El organizador superestrella que terminó siendo dealer por accidente
Por fin es viernes (o martes, o miércoles) y las reservas de este tipo están llenas. Tienen M para subir, coca para mantenerse, mota para el bajón y un poco de ketamina por si se necesita. Siempre tienen al menos un cuarto o una onza o cualquier medida que aplique con la sustancia de tu preferencia. Su forma de ver el negocio es como si fueran una ardilla que necesita provisiones para el invierno o una madre con una camioneta llena de mocosos. No puede vivir sin drogas. Como siempre está drogado, puedes simplemente darle un poco de dinero para que comparta su guardadito contigo.

El wannabe MC
Este tipo ha visto demasiados videos de hip-hop y se cree el nuevo Jay-Z. No importa si tiene qué venderte o no. No importa que sea blanco y tenga rastas. De todas formas tienes que obedecerlo y tratar de no ir tan rápido.