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Cultură

Esta revista usó tinta infectada con VIH

Para su edición de mayo, la revista gay austriaca Vangardist usó sangre de personas con VIH y la mezcló con tinta para crear conciencia sobre la estigmatización que estas personas sufren.

Para su edición de mayo, la revista gay austriaca Vangardist recibió donaciones de sangre de tres personas con VIH y la mezcló con la tinta que normalmente usan. Aparentemente, la sangre con el virus se usó sólo en 3,000 de las 18,000 copias, pero eso fue suficiente para atrapar la atención de los medios internacionales y llevar a muchos de nosotros a reconsiderar nuestros límites.

Contacté al editor de Vangardist, Julian Wiehl, para hablar sobre la campaña, sobre Conchita Wurst y su iniciativa HIV Heroes, que lucha contra la estigmatización de los pacientes con VIH en todo el mundo.

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VICE: ¿Qué esperabas lograr con este número de Vangardist?
Julian Wiehl: Queríamos crear consciencia sobre el VIH, pero también señalar que la gente con este virus aún es bastante estigmatizada en nuestra sociedad. El problema no es que el VIH nunca llegara a los titulares. El problema es que el VIH ya no llega a los titulares. Parece ser que todos creen que sabemos todo sobre él. Pero las reacciones que tuvo nuestra revista muestran que aún hay mucho por hacer. Desafortunadamente, hablar seriamente del tema no es suficiente.

Frascos de sangre que se usaron en el número de mayo de 2015 de Vangardist. Foto cortesía de HIV Heroes

¿Qué le dices a la gente que teme tener contacto con la sangre VIH de tu tinta?
Antes que nada, es totalmente seguro agarrar nuestra revista, de la misma forma que es seguro tener contacto con pacientes de VIH. En estos días incluso puedes tener sexo con una persona que tenga el virus, con el debido cuidado. Hoy en día, la carga que la enfermedad ha creado es mucho menos pesada que la que la estigmatización social ha creado.

¿Cuáles son las reacciones que obtuvieron?
Aquellos involucrados en el número reaccionaron de manera positiva. Recibimos apoyo de pacientes de VIH desde California hasta Singapur, de todo el mundo, en realidad.

¿Y qué tal las reacciones negativas?
Sí, también tuvimos de esas. Pero mucho menos. Las reacciones negativas se dividieron en dos categorías: aquellos que tenían miedo de que una campaña como la nuestra pudiera crear un retroceso y llevar a una estigmatización aún mayor de los pacientes con VIH. Y luego estaban esos que decían cosas como: "Metan a esos pendejos a la cárcel por intento de homicidio". Pero en general, la gente reaccionó bien y estoy muy feliz por ello.

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Las ediciones "infectadas" y "no infectadas" (en el fondo) de Vangardist. Foto cortesía de HIV Heroes.

Como revista gay, ¿tú o tu personal han sido discriminados?
Para nada. En nuestros cinco años de historia, en Vangardist nunca hemos recibido comentarios negativos. Y esto es algo importante, considerando que hablamos de temas bastante controversiales. Incluso ahora no veo a la crítica como amenaza. Es más una expresión de ansiedad. Digo, "métanlos a la cárcel" me dice que alguien está preocupado y quiere llamar a las autoridades para verificar que todo esté en orden. Vienen desde una posición desinformada, pero en realidad no es malo que piensen así. Puede sonar como algo sorprendente, pero en serio creo que nuestra sociedad es extremadamente tolerante.

Antes dijiste que necesitábamos campañas extremas como ésta para crear conciencia sobre temas como el VIH.
Es un poco triste que no tengas la atención de la gente sin campañas así. Pero de nuevo, funcionó, así que creo que no debería enojarme, sino estar agradecido. Lo más importante es que de esta forma logramos llegar a mucha gente.

La enfermedad en sí misma es ya muy mala; la gente con VIH tienen que hacer del virus el centro de sus vidas. Todo gira en torno al VIH, estás lleno de culpa, remordimientos, medicamentos, de todo. Realmente no necesitan la presión social extra. Si creas miedo sobre el virus, también creas miedo sobre quienes portan el virus. No le ayuda a nadie.

¿Tenías partidarios antes de que saliera la nueva revista?
No realmente. Nadie quería ser parte de ella. Se notaba que la gente tenía miedo. Ésa es una de las razones por las que llamamos a este número "HIV Heroes". No se trata de las personas que viven con VIH, sino de personas como tú y yo que vencen el miedo y ayudan a esparcir información sobre el virus. De alguna forma queremos cambiar el mundo y crear un espíritu más liberal. Justo como hizo Conchita Wurst el año pasado en Eurovision.

¿Entonces crees que Conchita Wurst cambió el mundo, o al menos Austria?
Absolutamente. Conchita —o Tom— señaló lo que estaba mal en nuestra sociedad y lo cambió de una forma entretenida. Conchita nos mostró que nuestra sociedad podía ser un poco más liberal, abierta, libre y que no hay nada que temer en cuanto a ello. Generalmente la sociedad y la política intentan resistirse lo menos posible. Si crees que un pensamiento liberal podría costarte la elección, probablemente no quieras estar en contra. Aunque en realidad yo nunca pensé que Austria fuera un país tan reaccionario como algunos creen.

¿Cuáles son tus futuros planes?
Quiero hacer de nuestra página web –HIV Heroes– algo importante para luego dársela a una ONG. Pero es muy pronto para saber. Apenas estamos empezando.

@wurstzombie