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Cultură

Qué hacer y qué no hacer en este Halloween

No te disfraces de Trump, no te cojas a un pitufo y no expliques qué significa tu disfraz, a nadie le importa.

Todas las ilustraciones por Sam Taylor.

Halloween se acerca y lo único que temo es la falta de contenido compartible en forma de lista. Bueno no. En realidad, le temo a muchas cosas, sólo que esa es la que más me aterra. Esta es una lista de mis temores. No son ni siquiera la mitad y no siguen un orden particular:

Lista concisa de todas las cosas que me dan miedo en octubre de 2016:

— Que me corran;
— Los puentes;
— Las alturas en general pero los puentes también están incluidos;
— Una vez, cuando era niño, tuve una pesadilla en la que las cortinas de mi recámara —tenía unas cortinas de terciopelo color rojo sangre, largas y pesadas, de esas que de ponen los nervios de punta, entonces de por sí ya eran un horror—se contorsionaban y se doblaban hasta convertirse en un rostro horrible, muy parecido a Zordon de 'Power Rangers' pero enojado conmigo y las cortinas me gritaban y me decían que era un niño malo, que era una decepción, que nunca iba a lograr nada y que era un bebé que mojaba los pantalones, y la verdad, desde entonces me cuido de las cortinas rojas o de terciopelo porque no puedes confiar en ellas;
— Los perros, que en mi opinión son bolsitas de músculo ágiles y listas para ejecutar un perfecto salto vertical y morderme las bolas;
— Que unos genios del entretenimiento ligero me demanden por difamación;
— Últimamente he pensado mucho en la muerte: en el momento exacto de la muerte. ¿Te imaginas cómo son esos últimos segundos antes de morir, cuando sabes que viene por ti, cuando tratas desesperadamente de llenar tus pulmones de aire mientras tu corazón da sus últimos latidos y tu cerebro se apaga lentamente, cuando sabes que estás a punto de morir? ¿Acaso existe un miedo más grande? Todos pasamos por esto. Es inevitable. Pero cuando me muera, oh no. Espero que falte mucho;
— Las claras de huevo mal cocidas;
— La falta de contenido compartible en forma de lista;

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En fin, aquí tienes un poco de contenido compartible en forma de lista. Por favor, compártelo. Por favor. Me van a descubrir y me van a correr pronto. Mientras más lo compartan, más lo van a posponer. Por favor. Tengo una renta que pagar. Tengo que comer. Por favor.

No… le compres dulces a los niños

No digo que todos los niños son un grupo de crimen organizado pero siento que muchos niños son un grupo de crimen organizado y que si gastas 200 pesos en bolsas de dulces del súper y las repartes felizmente en tu puerta, un ejército de niños se va a movilizar, va a enviar un aviso por cualquiera que sea la app que utilizan los niños — Pokémon Go o lo que sea— de que ya encontraron una casa fácil, van a compartir tu dirección y tus datos personales y en cuestión de minutos vas a tener hordas de humanos chiquitos disfrazados tocando a tu puerta y exigiendo dulces. Mira, ¿cuándo fue la última vez que ordenaste tu alacena? ¿cuándo fue la última vez que revisaste el fondo del refrigerador y contaste las botellas de cátsup que tienes? Halloween es la única fecha socialmente aceptable para dar estos regalos —la mitad de una bolsa de avena, cacahuates, bolsas de sal— a niños disfrazados. Aprovéchala al máximo.

No… publiques en Facebook o Twitter la frase 'No sé de qué disfrazarme este fin. ¿Alguna idea? Algo barato por favor. ¡AYUDA!'

Idiota: nadie sabe de qué se va a disfrazar este fin de semana. Nadie tiene ideas. Nadie quiere gastar dinero en un buen disfraz. Solo quieren ir a la fiesta más cercana el sábado en la noche, ponerse hasta el pito y fajar con Drácula. Deja de pedirle a la gente que piense por ti, envuélvete con papel de baño y di que eres una momia, igual que todos lo demás.


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Échale ganas a tu disfraz

Tres tipos de disfraz:

— El intento de Drácula con colmillos y capa o Frankenstein con una pasta pintura mal aplicada; disfraces tan culeros y mal hecho que les tengo respeto;

— El que se esfuerza mucho y se ve muy cool pero, güey, ¿pasaste cuatro semanas recogiendo cajas de cartón del supermercado sólo para hacer un emoji con ojos de corazón enorme? Chido tu cotorreo;

— Un disfraz sarcástico que en realidad no es un disfraz pero entra en los parámetros básicos de un disfraz de Halloween: una playera que dice "Calentamiento global" o alguna mierda así. O sea, no te disfrazaste y solo pretendes ser demasiado cool para disfrazarte y divertirte. Pero si eres demasiado cool para disfrazarte y divertirte, entonces ¿qué vergas haces?

Mínimo trata de limpiar la sangre falsa atrás de tus oídos antes de salir el domingo en la mañana a dar el paseo de la vergüenza

Siempre subestimados lo que puede hacer el Halloween a la libertad sexual de las personas y ya es momento de abrir los ojos en esa materia. ¿Sabes lo cachonda que se pone la banda en Año Nuevo por que el un año nuevo significa un yo nuevo y porque no tiene que ir a trabajar el lunes en la mañana. O en Día de San Valentín, cuando la competencia en Tinder se vuelve algo de vida o muerte? Bueno, pues en Halloween pasa algo similar: todos se desinhiben porque están vestidos de alguien más. Algo se altera en tu mente y empiezas a actuar como si fueras otra persona, una versión mejorada y más segura de ti mismo. En resumen, despiertas a la mañana siguiente, al otro lado de la ciudad, con tus pupilentes de gato todavía puestos y tus nalgas unidas con pegamento y dios, oh dios: sales a la luz junto con todos los zombies recién cogidos y tratas de volver a casa antes de que el sol salga por completo y todos puedan ver qué mechones de pelo están cubiertos de sangre falsa y qué mechones de pelo están cubiertos de mecos.

No seas tan duro con las golfas

"¿Entonces de qué vienes disfrazada? ¿De gatita sexy? ¡Qué original!", dices tú, el que va disfrazado de Jon Snow con una barba falsa chafa, escondido en un rincón de la cocina en una fiesta cuando toda la acción está en las recámaras, frente al baño y en el jardín. Tú, el que está solo bebiendo tres latas de cerveza que compraste en oferta antes y que va a regresar solo a casa para hacerse una chaqueta horrible y solitaria.

"¡No tienen por qué disfrazarse de putas! ¿Por qué no mejor se visten cómo una mujer que es ejemplo a seguir, como [ pausa de un minuto y medio en lo que buscas en Google 'mujeres aparte de Beyonce que son un ejemplo a seguir' ] Marie Curie o algo así? ¡La científica!", dices tú, el güey que gastó 300 para cruzar la ciudad en Uber para ir a una fiesta a la que te invitaron por compromiso y tu disfraz es el mismo pantalón negro con la misma playera negra que te pones todos los días con una máscara de calavera como accesorio" y todos pidieron cocaína pero nadie te avisó porque no te conocen pero aun así sigues poniendo rolas de Avenged Sevenfold en la lista de Spotify y diciéndole a todos que "Neta, escuchen esas notas".

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"¿Se supone que las putas asustan o cómo?", tú, la persona cuyo mayor temor es la autonomía sexual femenina.


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No te vistas como un personaje que acaparó los noticieros en 2016

Son las 2AM y estás en el jardín tomando una lata de cerveza caliente mientras Donald Trump compite contra Harambe para ver a quién le dicen más veces: "¡Oh, claro, ya entiendo! ¿Quién te invitó?", en toda la fiesta. No te rebajes a ese nivel.

No talles una calabaza en una forma extraña para usarla como sombrero

Sólo vas a oler tu propio aliento combinado con el olor de un alimento a punto de echarse a perder. Y tu nuca y cuello van a quedar bañados de jugo de verdura. Aunque creas que le quitaste todas las semillas, va a salir una que otra de vez en cuando en el lugar más inesperado. Además, va a hacer calor. ¿Nadie más tiene calor? Me voy a quitar la calabaza. Oh dios. Oh dios. No sale. Mierda. ALGUIEN BUSQUE UN MARTILLO ANTES DE QUE AZOTE MI CABEZA CONTRA LA MESA.

Si eres adulto, no… salgas a pedir calaverita

Una vez abrí la puerta y vi a dos morros de 17 años con sudaderas Reebok viejas y máscaras de cartón que venían a gorronear dulces diciendo "¿Me da mi calaverita?". No sé por qué pero por un breve instante no temí que sacaran un cuchillo y me lo clavaran hasta matarme, así que respondí: "¿Y si no qué?". Los dos se voltearon a ver sin decir nada —imagina dos máscaras inmóviles girando en la oscuridad hasta quedar una frente a otra con los ojos en blanco—luego voltearon a verme y dijeron: "No". En ese momento pensé: Nunca antes había visto dos personas tan patéticas en toda mi vida. No seas ese tipo de persona. Si eres capaz comprarte tus propios dulces con tu propio dinero, automáticamente tienes prohibido salir a pedir calaverita.

No… trates de convencer a la gente que va tranquila en el metro de unirse a la locura colectiva que provoca Halloween

Halloween es muy divertido cuando te vistes de vaquero zombie y te acabas seis latas de cerveza en el metro y todos tus amigos están emocionados y alguien pasa una calabaza de plástico llena de dulces y chocolates pero es horrible cuando acabas de salir de tu turno de diez horas en la oficina y lo único que quieres es regresar a casa a ver tu serie favorita sin que un pendejo disfrazado de fantasma con una sabana rota te salte encima y grite "¡BOOO!" en el metro. No seas ese pendejo.


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Por favor no expliques qué significa tu disfraz del Día de los muertos, a nadie le importa

¿Ah, compraste ese vestido de novia en una tienda "de segunda"? No usamos ese término en este país pero bueno. Oh, claro, seguro tardaste horas maquillándote, ¿cierto? Sí, por supuesto, es un diseño muy intrincado. Ah, con que en México se celebra el Día de muertos y no Halloween… Qué chido. Mira, no sabía. Gracias por la información.

No… te cojas a un pitufo

No mames, ni siquiera tendría por qué decirte esto. Tus sábanas van a quedar como las toallas sanitarias de los comerciales, todas manchadas con un líquido azul, solo que este NO SE ABSORBE. Vas a tener que quemar esas sábanas y puede que hasta el colchón. No hay forma de coger con alguien pintado de azul sin que tu casero le reste 3 mil pesos a tu depósito.

@joelgolby