Ayúdanos a encontrar a las personas que salen en estas cámaras hackeadas

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Ayúdanos a encontrar a las personas que salen en estas cámaras hackeadas

Ya hemos encontrado una de las cámaras hackeadas en Insecam.cc

Hace unos días apareció ​un artículo en nuestra web hermana Motherboard en el que se hablaba de un sitio web llamado ​insecam.cc a través del cual se podía acceder a las imágenes de miles de cámaras de seguridad conectadas a internet repartidas por todo el mundo. El objetivo de la página según sus creadores, es demostrar la debilidad de la seguridad en muchos puntos de internet.

Había de todo, desde probadores en tiendas de ropa hasta enormes piscinas cubiertas pasando por residencias caninas. Esto último un montón, muchas residencias de perros. Lo más inquietante de todo era que ninguna de las personas que salían en las imágenes, que salían muchas, era consciente de que en ese momento podría haber cientos o miles de personas mirándoles.

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Esto es posible porque se trataba de cámaras IP conectadas a internet. Estas cámaras habitualmente vienen con una contraseña por defecto que muchos usuarios no se toman la molestia de cambiar. Así que es bastante fácil (parece ser) acceder a lo que estas cámaras están grabando.

Cuando se publicó aquel artículo, en España había unas 50 cámaras conectadas, pero seguramente debido a que la noticia se extendió por muchos medios nacionales, la mayoría de esas cámaras ya no son accesibles a través de la web. De todos modos quedan 14 irreductibles despistados que siguen teniendo sus imágenes a disposición de quien quiera mirarlas.

En la redacción de Vice estamos bastante enganchados a estas cámaras, la verdad. Y nos atormenta la idea de que esa gente ni siquiera sepa que la están grabando y ni mucho menos que hay otras personas que los están observando. Nos gustaría saber dónde están, llamarlos y avisarlos. Pero es complicado porque hay muy pocos datos para hacerlo. Por eso recurrimos a vosotros. ¿Conoces a alguien de los que salen en las imágenes? ¿Esa tienda está en tu barrio? Es cierto que va a terminar nuestra diversión, pero… Por favor, ¡avisadles!

Empecemos. Uno de nuestros favoritos es la cámara que llamamos ​"el despacho del señor". A este hombre lo hemos visto pasar horas sentado en esa mesa haciendo clics con el ratón, hablando por teléfono, recibiendo a gente e incluso contando dinero. Pone que está en Madrid, pero no nos fiamos, porque un día una de las personas que salía en el despacho llevaba un chaleco con el nombre de una empresa que está en el área metropolitana de Barcelona (sí estamos así de locos). Parece una tienda de cocinas o algo así.

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Otro hit es sin duda ​"el estanco/kiosco". Es la que más actividad tiene. Siempre está petado de gente y se forman unas colas enormes. Un buen negocio sin duda vender drogas blandas legales, periódicos y caramelos. También se supone que está en Madrid y yo creo que los horribles petos naranja de los dependientes nos deberían dar una buena posibilidad de encontrarlos.

La tercera cámara que mola es ​"el Miró". La llamamos así porque la combinación de colores del local nos recordó a un establecimiento de esa cadena de electrodomésticos, pero tampoco lo tenemos muy claro. Lo que sí es seguro es que está en Cataluña, porque se pueden ver algunos carteles en catalán. Mirando esta cámara fue cuando nos dimos cuenta de que podíamos controlar algunos de los dispositivos y por ejemplo se podía hacer zoom y enfocar a lo que más nos interesaba ver.

Hay una vista increíble de la caja registradora, lo que para unos ladrones interesados en dar un palo sería de gran interés.

​"La secretaria" es la siguiente. Siempre currando la tía de nueve a más tarde las seis. A veces por el pasillo que tiene a su derecha pasan señores con traje y corbata con pinta de ser abogados, notarios o una cosa muy seria.

Después está "el almacén", que en realidad creemos que tiene dos cámaras: ​esta y ​esta. En la primera siempre hay gente frente a un mostrador. Podría ser algún tipo de almacén de materiales de construcción, pinturas o alguna movida así. Se entra directamente desde la calle por un gran portón, puedes entrar con el coche o marcha atrás con un camión, todo facilidades. La segunda cámara es de una fría habitación que siempre está vacía. Es la cámara española que más se parece a un plano de una peli de terror.

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Para el final hemos dejado una de las mejores: ​"La tienda Vodafone" . A esta le tenemos un cariño especial porque, de hecho, nosotros ya hemos descubierto el misterio. ¡Sabemos dónde es! Aunque la web dice que está nada menos que en Pontevedra, en realidad se trata de una tienda de Madrid. Los colores de la tienda (y el hecho de que claramente vendan teléfonos) nos hizo pensar en Vodafone. Vimos que el nombre de la cámara era "pavones", así que simplemente buscamos en internet "Vodafone pavones". Y encontramos una tienda de Vodafone en la calle Hacienda de Pavones, 5 de Moratalaz, Madrid.

Decidimos mandar a alguien para avisarles. Enviamos a Isa, una chica australiana que trabaja en nuestra oficina de la capital. Después de un viaje de metro de 45 minutos, Isa entró en la tienda con una revista Vice bajo el brazo (en este caso se trataba de nuestro último número de moda). Desde Barcelona estábamos bien atentos para captar el momentazo.​

Entró como una clienta más, aunque ella sabía perfectamente que su visita estaba siendo retransmitida en directo para todo internet.

Cuando llegó su turno, se presentó como empleada de nuestra revista y le contó a la dependienta de qué iba la cosa.

Pronto se acercó también la otra chica de la tienda. "¡Qué raro! ¿De verdad? Pero, ¿cómo os habéis enterado?", le dijeron a Isa. Echaron unas risas y nuestra enviada se fue.

Pero realmente se quedaron bastante tranquilas, le dijeron a nuestra enviada que se lo comentarían a su jefe y poco más. Han pasado cuatro días y la cámara sigue activa y accesible desde el link que hemos puesto más arriba.

En realidad, la aparente indiferencia de las dependientas de la tienda, es una especie de síntoma de que quizá, en nuestra vida diaria nos apuntan ya tantas cámaras que casi nos da igual una más.