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Lo personal y lo político

Mis 10 deseos feministas para este 2019

Si el 2018 fue 'el año de las mujeres', este 2019, y los años que se vienen, también tienen que serlo.
Propósitos feministas 2019
Imagen: Jimmy Palacio. | VICE Colombia.

Artículo publicado por VICE Colombia.


Para muchas, lo mejor de nuestro 2018 fue el feminismo. Encontrar en esta lucha una fuente de poder y una fuerza que no es individual sino colectiva, y que ahora la sentimos necesaria para atravesar nuestros días. Un prisma a través del cual vemos la vida, llenándola de muchos elementos, ampliando un panorama que cada vez identificamos más fácilmente: las opresiones, los privilegios, las diferencias, las interseccionalidades.

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Para muchas, el feminismo de este 2018 fue eso: poner las cosas en su lugar a partir de cuestionar constantemente los órdenes establecidos. Y se sintió bien todas las veces.

Este 2019 no puede ser diferente. Cada año tiene que seguir siendo el año de las mujeres. En cada uno de los años venideros tenemos que seguir cuestionando a la sociedad que enfrentamos al igual que a nosotras mismas. Cada año tenemos que seguirnos reconociendo y, sobre todo, apoyarnos las unas a las otras. Por eso, para comenzar este año, que también va a ser el año de las mujeres, con el pie derecho, quise hacer una lista de deseos fundamentales que no se nos pueden olvidar.

Creo que los que debemos trabajar y luchar todo este 2019 y el resto de años que siguen.

¡Por un 2019 más feminista, hermanas!

Que este año bajen las cifras de feminicidios y violaciones contra nosotras

El primer semestre de 2018, según cifras de Medicina Legal, 480 mujeres fueron asesinadas en Colombia. En 2017, durante ese mismo periodo, fueron asesinadas 441. También entre enero y octubre de 2018 hubo 28 feminicidios más que en ese mismo lapso de tiempo en 2017. Se puede decir entonces, casi que con certeza, que la cifra de feminicidios aumentaron en nuestro país el año pasado.

A pesar de que Medicina Legal advierte que la violencia contra la mujer puede escalar rápidamente en un feminicidio, los entes judiciales aún siguen sin darnos garantías cuando vamos a denunciar violencia en nuestra contras. Procesos lentos, revictimizantes, donde muchas veces no nos creen y carentes de un enfoque diferencial de género hacen que las denuncias por maltrato y violencia sexual no prosperen en nuestro país, haciendo que muchas mujeres mueran a manos de su agresor, esperando alguna respuesta por parte del Estado, y que muchas otras ni siquiera se atrevan a denunciar.

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Necesitamos ser conscientes, tanto la sociedad como el Estado colombianos, para que logremos darnos cuenta de que los feminicidios no son casos aislados de violencia, sino que obedecen a una estructura sistemática violenta contra la mujer, que está enclavada en nuestro contexto, así como en el de muchos países latinoamericanos. Y esa estrucutura sigue legitimándose a través de la normalización de muchas conductas que nos siguen pareciendo normales: el maltrato psicológico entre parejas, los celos enfermizos, el amigo que borracho se aprovechó de otra amiga, la figura de la mujer "de su casa", obediente y sumisa, que calla los maltratos de su esposo… En cuanto sigamos aprobando estas imágenes como sociedad, las cifras de feminicidios y violaciones no van a parar, y seguiremos sin tener un apoyo real por parte de los entes del Estado.

¡Aborto legal!

Ya lo dijeron las compañeras argentinas cuando les tumbaron el proyecto de ley que procuraba un aborto libre, seguro y gratuito en este país: "no vamos a parar. Esto no termina". Y acá lo mismo. Ya pudimos sobreponernos al intento vil de restringir el aborto bajo las tres causales hasta la semana 24 (sabiendo que las primeras afectadas iban a ser las mujeres viviendo en territorio rural por la dificultad en el acceso al sistema de salud).

Que los hombres por fin entiendan qué es el consentimiento y lo respeten

Hombres, ténganlo claro: no es no. Puede que ya haya pasado mucho entre ustedes, puede que ya estén sin ropa. Puede que estemos encima de ustedes. Pero cuando alguna de nosotras dice que no va a pasar, es que NO VA A PASAR. Entiéndalo de una vez. Respeten la decisión sin cuestionarla, que la mayoría de nosotras no andamos por la vida intentando forzar el sexo con ustedes. Y a las mujeres que hemos sido víctimas de estos momentos, no dejemos que dobleguen nuestra decisión; si no estamos seguras, es mejor que lo dejemos para otro momento.

Más amor corporal

Muchas empezamos este año con más peso por los estragos de diciembre. Y muchas tenemos encima esa sensación de culpa, que no es normal que sintamos, pero a la que ya nos hemos acostumbrado. Nos miramos al espejo saludando con desgana esos kilos de más, esos gorditos en las caderas, esos rollos al lado de las piernas. Y a muchas no nos gusta lo que vemos, porque “no se supone” que debamos vernos así. Dejemos de darnos palo este año con nuestros cuerpos; es hora de que nos aprendamos a amar en todos nuestros empaques. El cuerpo es el territorio en el que habitamos y transitamos por este mundo. Y si está gordo, flaco, alto, bajito, con estrías o flácido, simplemente está contando la historia de nuestra vida, la manera en la que hemos decidido habitar el mundo. Entonces si subieron de kilos este diciembre, volteen la historia: mírense al espejo y siéntanse orgullosas de lo rico que comieron, de los tragos que compartieron con tantas amistades y de las buenas noches que pasaron con los que aman. Su cuerpo está contando esa historia.

Que desaprendamos y deconstruyamos el amor como nos lo han pintado

Que en 2019 dejemos de sufrir por amor. Entendamos los daños que la estructura del amor romántico le ha hecho a nuestras vidas amorosas y tratemos de resarcir esto. Tomemos las riendas poniendo nuestras propias reglas amorosas, sin estar atadas a cosas como la exclusividad, los celos, el sufrimiento. Incluso hay quienes quieran aventurarse a dejar la monogamia, a salirse por un rato de la heterosexualidad. ¡Exploremos más este año! Pero para explorar libremente, con el cuidado necesario, hay que aprender a desdibujar lo que tenemos dibujado en nuestra cabeza: conversar, ilustrarse, aprender para desaprender. Y cuando hayamos interiorizado algunos de nuestros aprendizajes, algunas de las respuestas a nuestras búsquedas, pues ojalá nos lancemos a las aventuras que queremos para este año.

Replantear nuestros círculos sociales

Construyamos en parche. No podemos seguir hablando de feminismo cuando le seguimos aplaudiendo los abusos a los amigos cercanos, cuando callamos ante la pareja de amigos que es violenta. Mujeres y hombres: dejemos de normalizar conductas en nuestros círculos familiares, de amistad y en nuestro ambiente laboral. Si algún día queremos verlo caer (al patriarcado, claro), tenemos que empezar por casa, como dice el dicho. Entendamos que el patriarcado es un sistema, que no se tumba por las puntas sino que toca empezar a trabajarle desde las raíces. Y para el aliado hombre: ¿te están mandando un nude de una mujer que no deberías estar viendo? Protesta. ¿Están despotricando de una amiga tuya a sus espaldas por estar apropiándose de su vida sexual con sus propias reglas? Protesta. ¿Tus amigos siguen ofendiéndote y diciéndote que eres una nena por tu sensibilidad? Protesta. Entiendan que el patriarcado también los atropella a ustedes, de una manera diferente.

Por un 2019 con más hombres aliados, no hombres feministas

Este es un punto de discusión en el que difieren algunas mujeres feministas. Yo, por mi lado, basada en información que he consumido y con la que concuerdo, expongo mi punto en esta columna al respecto, y es que un hombre no puede ser feminista, principalmente porque no nace con las opresiones de género con las que nacemos las mujeres. Como lo dije más arriba, el cuerpo es territorio, y apoyar una lucha habitando un territorio de privilegio, como lo es un cuerpo denominado por la sociedad como el de un hombre, no es lo mismo que estar en una lucha porque se viven en carne propia las opresiones propias del género femenino. Un hombre no puede ser feminista simplemente porque las luchas de este movimiento no lo atraviesan.

Así que, amigos aliados, ustedes sí caben en el feminismo, y también tienen un papel. Pero entiendan que esta lucha es de nosotras, y que su labor, si quieren aliarse, es apoyarla, mas no apropiarse de ella. Entonces, hablen de esto con sus otros amigos, socialicen estos temas, intenten a diario identificar sus privilegios como hombres, que son muchísimos, para tratar de desmontarse de ellos, y para generar más empatía con las luchas que tenemos las mujeres, para entender mejor. Recodifiquen su masculinidad, que muchas veces es tan tóxica como la manera en la que nos enseñaron a ser mujeres. Y entiendan que nosotras queremos un mundo donde tengamos las mismas oportunidades que ustedes, un mundo donde podamos sentirnos seguras para desarrollarnos, un mundo donde no nos maten ni nos violen por el simple hecho de ser mujer. Entiendan eso, interiorícenlo, y traten de ser hombres que colaboren con ese objetivo.

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Afectividad y vulnerabilidad

Ojalá este 2019 dejemos la coraza emocional a un lado. Como lo he dicho varias veces, en varias columnas, la revolución de este mundo actual es la vulnerabilidad, el afecto entre pares. Amemos sin condiciones, con un amor libre y entregado, que reciba sin cuestionar. Mostremos afecto sin miedo al rechazo, porque amar y que no nos amen de vuelta también está bien, y fue una de las mayores enseñanzas que me dejó este 2018. No esperemos una reciprocidad milimétrica en el afecto que entregamos, simplemente porque los seres humanos no funcionamos así: todos amamos de formas diferentes. Recibamos con gratitud, entreguemos con desapego, dejemos de medir el amor, de amarrarlo, a ver cómo nos va este año así.

Sororidad

La unión y el apoyo entre nosotras tiene que seguir más fuerte que nunca. La fuerza que una mujer encuentra al lado de otras es una de las experiencias más bonitas y revitalizantes que experimentado en mi vida, y sé que a muchas de ustedes les ha pasado. Sigamos pensándonos en colectividad, y derribando esa manera de relacionarnos tan nociva que nos enseñaron, en la que la mujer es una rival, en vez de una compañera. Cuando empezamos a ver a las mujeres que tenemos en frente como apoyo, en vez de verlas como amigas, la vida se pone mucho más bonita.

Que dejen de responsabilizarnos por las decisiones que toman los hombres

Los hechos de la última semana, el suicidio de Santiago, y luego el suicidio de Esteban después de episodios de agresión y abusos previos, generó que muchas personas en redes le recriminaran a su expareja en el caso de Santiago, y a su pareja en el caso de Esteban, responsabilizádolas sobre los suicidios. Este 2019 no dejemos que nos responsabilicen por las decisiones que toman los hombres. Si nos violan, no es culpa de nuestras faldas altas o nuestro consumo de de alcohol. Si nos pegan, no es culpa de nuestra actitud, o de algo que dijimos. Y si tomaron la decisión de suicidarse, luego de agredernos, tampoco es nuestra responsabilidad. Nunca lo va a ser. Que este 2019 nos quede cada vez más claro, y que la sociedad deje de seguir culpándonos por estos casos.