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'Ni al baño podemos ir solas': el acoso mina el prestigio de esta universidad mexicana

Alumnas de la Universidad Nacional Autónoma de México narran a VICE News la problemática de acoso sexual que se vive en esta institución educativa, una de las más importantes de América Latina. Una joven fue encontrada muerta la semana pasada.
Imagen vía Carlos Espinosa/VICENews).
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En la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México —la más importante de Latinoamérica— cruces rosas, muy fucsias, están por cada rincón. Por los jardines, cerca de los salones, en las escaleras; en fin, por aquí y por allá.

Al verlas enterradas en una de las jardineras, de inmediato llega un recuerdo: los panteones repletos de cruces en Ciudad Juárez, un municipio localizado al norte de México y frontera con Estados Unidos, donde desde 1993 se han cometido unos 300 asesinatos de mujeres que son abandonadas en el desierto.

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Se han formulado muchas teorías desde entonces: sectas diabólicas que las mataban para sus rituales satánicos, experimentos extraterrestres y un supuesto sicópata norteamericano que les sacaba los órganos y los vendía del otro lado de la frontera con México. Y parece que algunos sí lo creyeron.

Nunca hubo un responsable por los feminicidios de Ciudad Juárez. Las cruces rosas se convirtieron en la representación gráfica de esa tragedia y su impunidad.

Regina una de las organizadoras del evento en la UNAM. (Carlos Espinosa/VICENews).

La semana pasada en la universidad pública más importante México otra mujer fue asesinada, y hasta el día de hoy, al igual que en Ciudad Juárez, la justicia mexicana tampoco encuentra al que la mató.

Por eso tantas cruces en la UNAM: erigidas en los puños de miles de estudiantes que marcharon el pasado cinco de mayo. Lesby Berlín Osorio era una jovencita de 22 años que la mañana del miércoles 2 de mayo apareció muerta, atada con el cable auricular de un poste telefónico.

En México, un grupo autodenominado terrorista se adjudica un asesinato en la UNAM. Leer más aquí.

Sin embargo la indignación por el feminicidio de la joven no solo predominaba en las pancartas de colores, en las lonas de plástico que cargaban diez jóvenes con mucho esfuerzo. En las camisas negras que estampaban "Ni una más": era un reclamo a una sociedad machista que, según los estudiantes, ha solapado acosos, violaciones y asesinatos de mujeres en las últimas décadas.

La UNAM, dicen, al final es un reflejo de lo que sucede en el país, donde han muerto desde 1993— año en que empezaron los feminicidios en Ciudad Juárez— hasta el año 2014, al menos 36.421 mujeres en asesinatos violentos, según el último reporte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

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Isabel y su hija María en la manifestación del pasado viernes. (Carlos Espinosa/VICENews).

A las dos de la tarde del viernes, un grupo de jóvenes se sienta en el piso o sobre sus mochilas de colores. En la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM empiezan a llegar contingentes de colectivos de mujeres. Están enojadas, muy frustradas. "Ya estuvo bueno de que se repita lo de Juárez", grita una de ellas.

Ahí esta Regina, una joven de voz imponente pero hablar tranquilo. Forma parte de uno de los colectivos más grandes de la universidad. Dice que el miedo es tanto que a veces, sólo a veces, se permiten ir al baño solas.

Y es que en los últimos meses los ataques en contra de estudiantes por parte de profesores y vendedores de droga se han incrementado, aunque no aparezca en las noticias y la información se quede dentro de la universidad.

Por eso han implementado un sistema informal de protección: ir en grupo de tres o cuatro mujeres a los baños de la universidad para evitar que un hombre intente abusar de ellas.

"Apenas la semana pasada un par de chicas entraron al baño de la facultad, y un hombre entró e intentó abusar de ellas. Se dice que era uno de los vendedores de drogas que operan impunemente dentro de la UNAM. Ya hasta nos da miedo ir al baño solas", cuenta.

Jóvenes universitarios se unieron a la protesta. (Carlos Espinosa/VICENews).

En medio de todas las mujeres que se preparan para marchar hay una docena de cartelones con consignas que exigen que paren los abusos dentro y fuera de la universidad contra las mujeres.

Acoso sexual se cuela en la universidad pública más importante de México. Leer más aquí.

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"Vivas nos queremos". "El dolor nos invade pero lo transformamos en lucha". Pero en medio de todas con letras rojas, como si quisieran que fuera la protagonista de ese cúmulo de mantas resalta otra: "Seymur Espinoza, profesor acosador de la UNAM no más protección" y una fotografía del académico de traje y corbata, muy formal, tan decente.

El caso del profesor Seymur ha llegado en las últimas semanas a los medios de comunicación, estudiantes y ex alumnas han alzado la voz para denunciar acosos de su parte.

Esta marcha también es en contra de Seymur, el profesor la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM. Esta marcha, dicen las jóvenes, también es en contra de las más de 75 denuncias por acoso sexual que se han interpuesto en dos años contra autoridades universitarias mexicanas.

Miles asistieron a la marcha por Lesby. (Carlos Espinosa/VICENews).

La marcha arranca con una consigna: "esta marcha es de mujeres, los hombres atrás", grita una joven con un lazo en el brazo. Se dicen las organizadoras del evento, y explican con un altavoz que si ven entre la multitud a un acosador lo señalen.

Los tambores suenan, los gritos, las consignas para que pare el acoso retumban entre los edificios anacrónicos de la UNAM. Mujeres de pelo largo, corto, delgadas, caderas anchas, morenas, güeras, todas juntas, todas hartas.

En la Universidad Autónoma Nacional de México hay un botón de pánico, que se encuentra en algunos salones y baños de la escuela. Sin embargo, según las jóvenes, cuando lo activan, las autoridades universitarias pueden tardar en llegar hasta 15 minutos.

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Isabel es una mujer de 67 años, lleva una camisa bordada muy oaxaqueña, el pelo blanco, unos tenis cómodos. Acompaña a su hija María una joven universitaria sordomuda que estudia artes plásticas.

La vida de Isabel una mujer de ojos de azules, de la "vieja generación" cómo se llama así misma, está totalmente ligada a la UNAM. Su padre fue profesor de filosofía, su esposo es profesor en la facultad de medicina y ella estudió matemáticas hace muchos, muchos años.

"Esto no ocurría estoy realmente impactada con la muerte de Lesby. Uno pensaría que se salva la universidad, pero es el reflejo de una sociedad de un país. De verdad hasta cuándo, hasta cuándo", se pregunta.

(Carlos Espinosa/VICENews).

El contingente avanzó hasta la cabina telefónica donde fue colocado el cuerpo sin vida de Lesby, para dejarle cientos de flores de colores.

Después se dirigieron a las instalaciones de rectoría donde se encuentran unas letras blancas donde los universitarios se toman fotografías para las redes sociales #HechoEnCU. Las jóvenes las pintaron con insignias que denunciaban la muerte de Lesby y los casos de agresiones sexuales que se han vivido en los últimos meses.

Hasta el momento las autoridades no han dado con el asesino de Lesby, incluso la Fiscalía de la Ciudad de México explicó a través de las redes sociales que la joven tenía problemas para controlar la ingesta de alcohol, vivía en unión libre y había reprobado materias.

Lo que generó en México un movimiento llamado #SiMeMatan, es decir ahora miles de mujeres mexicanas se preguntan que dirá la autoridad mexicana si son asesinadas. La comunidad universitaria se unió y miles de personas marcharon para exigir justicia en otro caso, que de no resolverse pronto, podría sumarse a la lista de feminicidios sin resolver.

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