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Música

"Chicas entran gratis" está estirando la pata

Ya ni tú cara bonita, tu escote, ni tu mini vestido ayudarán.

Una de las cosas más difíciles en esta vida es el rechazar algo que es gratis, y las interminables filas en los 2x1 me demuestran que no soy la única con este problema. Existe un eterno debate sobre si las mujeres debemos pagar cover para entrar a una discoteca o no. Mientras que para algunas es maravilloso poder salir una noche de fiesta sin gastar un solo peso de su bolsillo de diseñador, para algunas otras es una pesadilla vivir la desigualdad de géneros por su clasificación sexista. La reputación para un antro, lo es todo. Cada club de cada ciudad, está constantemente compitiendo con todos los demás para ser el "lugar de moda". El tener un ambiente moderno con DJ's de renombre claro que es útil, sin embargo, la cosa número uno que un club necesita para aumentar su popularidad es fácil: tener tantas mujeres atractivas como sea posible. Es bastante obvio que el género masculino quiere ir donde se encuentre el sexo opuesto. Cualquier club nocturno que logre atraer a las mujeres más fascinantes cuenta con éxito asegurado. A pesar de que esta idea es un buen gancho comercial que aún existe, ya son menos los lugares donde las caras bonitas, los escotes y las faldas cortas se convierten en un pase directo.

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La teoría detrás del "No Cover"

Hay más teorías sobre este tema que sobre la creación del universo. Si no pagas por un producto o servicio, probablemente ¿seas tú la mercancía? Si existe una clara diferencia de ingresos salariales entre hombres y mujeres, ¿nos debemos dejar invitar? Si los antros se llenan de mujeres para que no esté vacía cuando llegan los hombres ¿pagan por vernos y estar con nosotras? Será que de noche y en ambientes de alcohol ¿el acoso sexual hacia las chicas se multiplica? Ellos son los consumidores y ellas ¿el objeto de consumo? Por otro lado, tal vez todos nos estemos tomando el tema muy a pecho y a los promotores solo les interese el negocio, y que la gente consuma gracias a su lógica económica, pero si así fuera el caso, ¿Por qué cobran entrada desde un principio? ¿No dejarían entrar gratis a todos? Esas codiciadas bebidas de regalo para las mujeres, ¿no son perdidas de dinero? Y si lo vemos desde el punto de vista masculino. ¿Será que nosotras nos aprovechamos para entrar gratis? Si no van con intenciones de caza y ligue, ¿por qué ellos tienen que pagar? Si algunas mujeres se quejan de desigualdad, ¿por qué no existe "los chicos entran gratis"? Es más fácil encontrarle las esquinas a un círculo, las mangas a un chaleco y la fuente de la eterna juventud, que encontrar las respuestas a estas preguntas.

La fiesta y la noche son nuestras

Este verano, uno de los antros más populares de la Isla Blanca, PACHÁ, permitió el acceso gratuito de todas las chicas siempre y cuando se declaren feministas de la tercera ola contestando preguntas sobre este movimiento social y el posestructuralismo. Si tus respuestas no eran convincentes, debías pagar tu entrada como todos los demás. Esta iniciativa insiste que es necesario acercar la vida nocturna tradicional a un grupo de la juventud que está constantemente rodeado de prejuicios. Entonces, si eres mujer pero no feminista, ¿tienes que pagar? Los prejuicios aparecen al intentar derrumbarlos, es una historia sin final. Y ya ni hablamos de tener que estar guapísimas para entrar a los clubs, lo cual debería ser una decisión, no una obligación. Si eres mujer, tus ganas de fiesta subieron, pero tus ganas de arreglarte bajaron, y agarraste lo primero que encontraste sin siquiera enchinar la pestaña, dudo que la promoción gratis este dirigida para ti, entonces volvemos a la desigualdad.

¿Pagar o no pagar?, esa es la cuestión

Todos los días escuchamos hablar sobre fomentar la igualdad y equidad de género, queremos detener el sexismo dentro de la industria electrónica y terminar por completo con toda muestra de acoso y discriminación en las pistas de baile. Estos temas son sin duda un debate que hay que poner sobre la mesa. Actualmente, son cientos los antros y bares que han dejado a un lado esta idea, hacen una propuesta equitativa y se preocupan más por la calidad del sonido, por ser vanguardistas en sus eventos, por presentar buenos DJ's y talento musical, por ofrecer bebidas aptas y por hacer de una noche común, algo fascinante. Se dice que las personas nos quejamos por naturaleza, tal vez deberíamos dejar de plantearnos las cosas y simplemente bailar, ligar y vivir los placeres de la noche. "Las chicas entran gratis" es una estrategia comercial que poco a poco está estirando la pata, sea bueno o malo para la sociedad, el pagar por una noche de fiesta ya se empezó a notar en nuestros ahorros. Si el dicho dice "En esta vida no hay nada gratis", entonces el hecho de que un servicio no nos cueste dinero, no quiere decir que no exista un costo oculto. Es evidente que la presión de la vida nocturna afecta a ambas partes, si no pagar entrada es una muestra de machismo, no se puede solucionar el machismo intentando imponer el feminismo, es contradictorio. Descansa en paz, entradas gratis.