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“Somos 'The Walking Dead' tropical”: En Zulia, Venezuela, llevan casi 120 horas sin luz

“Créeme que no hay cosa más terrible que ver a tu papá retorcerse del dolor por culpa de un gobierno ineficiente”.
Foto cortesía de Panorama/Alberto Briceño.

Maracaibo, capital de Zulia, uno de los estados más importantes de Venezuela, lleva hasta hoy casi 120 horas sin luz. Residentes reportan que desde el viernes 10 de agosto se interrumpió el servicio eléctrico en casi todas las zonas de la ciudad. "A veces tenemos tres o cuatro horas de luz al día, como mucho", me dice Lourdes Medonza, marabina.

Nací y viví 27 años en Maracaibo. La ciudad tiene una temperatura de alrededor de 35 a 38 grados y la humedad supera el 80 por ciento. Es una ciudad terriblemente caliente y en cada lugar hay un aire acondicionado. Le escribí a mi mamá para preguntarle cómo están haciendo sin la luz para comer, dormir, cargar sus teléfonos o tener internet. "Solo nos llega un rato a las 5AM y se va a las 8AM, estamos desesperados. No hay teléfono, internet, agua y tenemos que salir a comprar comida para comer en cualquier lugar que tenga luz porque la comida que compramos se dañó. 40 millones de bolívares (el salario mínimo es de 5.196.000) en pollo que compró tu papá hace una semana se dañaron".

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Le pregunté cómo se sentía y me respondió: "De verdad nunca pensé vivir algo así. Los mensajes entran tardísimo, no hay señal en casi ningún lugar. Toda la ciudad es un desespero. Nadie trabaja. No hay terminales funcionado ni efectivo, así que solo se puede pagar con trasferencias. Nos tocó muy duro", terminó el mensaje.

Fabiana Olivares, otra marabina de 24 años, me contó cómo le han afectado los apagones: "Desde el jueves hasta hoy he pasado casi todos los días sin electricidad. El resultado de estos apagones me traído varías consecuencias. He perdido alimentos por la falta de refrigeración. Tuve que botar varios quesos, embutidos y carnes que entre todo sumaban un valor de alrededor de 70 millones de bolívares. Los apagones no son de dos o tres horas, sino casi duran la mitad del día o más. Durante uno de los apagones más largos (de 14 horas) tuve que llevar a mi papá de emergencia a la clínica ya que el padece una artritis muy severa. El poco descanso, más subir escaleras para llegar al apartamento y las altas temperaturas —ese día habían 39 grados— le provocaron una crisis tan fuerte que no podía moverse del dolor. Créeme que no hay cosa más terrible que ver a tu papá retorcerse del dolor por culpa de un gobierno ineficiente que llevó a la ciudad a esta crisis eléctrica", me contó.

La crisis de la comida en una país con tanto desabastecimiento y altos costos de vida se agravó en esta zona del país por esta crisis energética. Varias personas y periodistas han reportado en redes sociales que los comerciantes de uno de los mercados más populares de Maracaibo tuvieron que rematar carne a mitad de precio por no poder refrigerarla. Incluso hablan de "7,000 kilos de carne perdida, por las casi 144 horas sin luz".

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"Estos apagones han traído como consecuencia gastos que no tenía planeados. 220 millones de bolívares en comer en la calle ya que no podemos cocinar en casa, 20 millones de bolívares en recarga de datos móviles porque tengo que trabajar", concluyó Fabiana.

Por otro lado, Gabo Chávez, un periodista venezolano, me contó su experiencia: "Somos The Walking Dead tropical. Desde el viernes pasado sufrimos de apagones sin piedad. Se me dañó el aire del cuarto de mis hijos, fue por los bajones previos al caos de los últimos cinco días, la tarjeta colapsó, la habitación sin aire acondicionado es tan inhabitable que mis hijos lo bautizaron 'el cuarto caliente'. Han sido días complicados, yendo y viniendo de la casa, buscando refugio en la casa de algún familiar que tenga luz. Los apagones duran unas 12-14 horas seguidas, durante ese tiempo y dependiendo de la hora nos quedamos en la casa, sobre todo si es en la noche. Regularmente mi esposa y mi hija se duermen, mi hijo se queda despierto y nos quedamos acostados viendo el cielo, las estrellas. En esos ratos él canta, cuenta cuentos, su inocencia no le permite molestarse y siempre nos arranca una sonrisa".

Mucha gente trabaja en Venezuela para empresas, medios, y agencias de otros países para poder así ganar en dólares y poder combatir de alguna manera el desastre económico que vive Venezuela. Entonces no contar con electricidad es el último clavo para no tener fuente alguna de generar ingresos. "Cargamos los celulares con la laptop, la prendo y la pongo en suspensión y nos brinda largas horas de carga. Mi trabajo como community manager me obliga de una manera u otra a mantenerme en línea y resolver como sea. Comemos en casa, si salimos nos llevamos comida, afortunadamente el congelador ha aguantado las horas sin luz y ha mantenido las carnes y el pollo. Dormimos en la sala, abrimos la ventana pero sopla poco. Es duro, hacemos turnos para abanicar a los niños con cartones, revistas o lo que tengamos a la mano", agregó Gabo.

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Esta es una foto de Gabriel David, hijo de Gabo Chávez, jugando a las 11:30 de la noche sin luz. El colchón está en la sala porque lo bajaron para dormir ahí y poder soportar el calor.

Recientemente Nicolás Maduro anunció nuevas medidas para el uso de gasolina en Venezuela, y esto ha generado que las filas para cargar combustible sean kilométricas. Esto, unido a la crisis energética, solo genera un ambiente de desespero. "El carro me está fallando por falta de gasolina, hoy no lo he podido prender porque las filas para echar son kilométricas. Ayer fui a tres estaciones de servicio y no pude lograrlo. En la primera estuve tres horas pero se fue la luz, en la segunda hice la fila por 30 minutos y se acabó la gasolina, luego fui a una a las 10 de la noche, estuve hasta las 12 de la medianoche y justo cuando faltaba un carro se acabó la gasolina. Derrota tras derrota. Lo peor fue que el carro no me encendía. Todos los carros se fueron y tuve que empujarlo con un trabajador de la estación para poder irme", concluyó Gabo.

A todo esto, no ha habido alguna solución del gobierno. Como en varias ocasiones, el gobierno de Nicolás Maduro informó este domingo que las causas de los apagones que se registraron en el Zulia son por "dos actos de sabotaje al Sistema Eléctrico Nacional".

El ministro de Energía Eléctrica, Luis Motta Domínguez, informó a algunos medios estatales que ocurrieron "dos actos terroristas" en instalaciones eléctricas ubicadas en el puente General Rafael Urdaneta. "Esto [el acto] ha dejado sin servicio de energía varias comunidades del Zulia. Estamos trabajando día y noche para restituir el servicio, que manos criminales afectaron con un sabotaje y acto terrorista", dijo el ministro.

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Además, hay personas que viven en ciudades cercanas a Maracaibo que reportan pasar más de 20 horas al día sin luz. "Acá el problema eléctrico es un poco más agresivo que en Maracaibo. Hay zonas que desde el jueves pasado no tienen ni siquiera una hora de luz. Donde yo vivo se va la luz más de 20 horas y vuelve por una o dos horas. No podemos hacer transferencias, no tenemos señal en los teléfonos, no hay agua. Y esto es lo que más nos ha afectado. He visto niños y adultos llorar por un vaso de agua fría. Las personas con moto salen desde San Francisco hasta Maracaibo buscando zonas con luz para comprar hielo y llevarlo a sus casas", me contó Hillary Morales de 21 años, residente en San Francisco, estado Zulia.

"Donde vivo no llega el agua. Tenemos que comprar a camiones de agua y desde el jueves no hay camiones trabajando porque las bombas de agua no tienen luz. Hay mucha gente que no tiene ni una gota de agua para tomar, mucho menos para bañarse o cocinar. No tienen comida porque no pueden comprar. Esto es horrible", terminó Hillary.

"Nos devolvieron a la era de las cavernas". "Carnicerías con pollo y carne dañados". "Estaciones de gasolina colapsadas. "Semáforos apagados". Panaderías y otros comercios cerrados". "Niños brotados de sarpullido". "Las personas parecemos zombies". Todos estos son tuits o posts que veo en mis redes sociales de personas que aún viven en Maracaibo.

Sé que mis padres están durmiendo sin electricidad, perdieron el mercado de comida que habían hecho de casi cuatro salarios mínimos, y casi no tienen gasolina para moverse. Esta situación la está viviendo toda persona que está en Maracaibo y el resto del Zulia. La situación en Venezuela parece que cada día rompe un nuevo récord. Como marabino y venezolano, la única manera que puedo ayudar o protestar es informando lo que está sucediendo en mi ciudad. Nadie merece vivir esto, sea del bando político que sea.

MaracaiboSinLuz

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