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defensa propia

Cómo herir a alguien brutalmente y a propósito

¿Odias la violencia? El autor Tim Larkin dice que necesitas estar listo para usarla –y usarla bien– si no te queda de otra.
DS
traducido por Daniela Silva
Imagen editada. La original es del usuario de Wikimedia Commons: Stillwaterising

Si eres como yo, cuando eras niño le diste una oportunidad a las clases de defensa personal, pero pegarle al aire durante una hora de vez en cuando parece algo bastante inútil, así que nunca llegaste a ser cinturón amarillo. Otros niños sí se ganaron varios cinturones de diferentes colores –tal vez hasta el preciado color negro– y qué bueno por ellos. Aprendieron una habilidad muy valiosa y seguramente podrían hacer algunos movimientos a la Jackie Chan si algún maniático homicida los llega a atacar. Su atacante se arrepentirá del día en que decidió meterse con ellos, pero el mío simplemente me matará, y es una lástima.

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El instructor de autodefensa Tim Larkin tiene otros puntos de vista cuando se trata de pelear con personas que te quieren hacer daño. Él promociona en línea su estilo como algo fácil de digerir y te dice cuáles son los lugares en los que puedes golpear a una persona para herirla de manera catastrófica. Por consiguiente, el nuevo libro de Larkin, When Violence Is the Answer: Learning How to Do What It Takes When Your Life Is at Stake (Cuando la violencia es la respuesta: aprendiendo a hacer lo necesario cuando tu vida está en juego), es una expansión de esta estrategia. No te enseñará el equilibrio, o la respiración, ni a ser un atleta, sino que el libro es un manual de violencia abrupta y espantosa.


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Si alguien te ataca y es hora de usar la violencia de verdad, Larkin recomienda que "des un golpe que le impida funcionar". La idea se resume en este pasaje inspirador:

¿Es más fuerte que tú? No si le pegas en la garganta. ¿Es más rápido que tú? No si le destruyes la rodilla. ¿Es más peligroso que tú y tiene experiencia en golpear, o tiene una pistola y una voluntad inquebrantable? No si le rompes el cuello.

Si estás pensando en que esto suena un poco mal, entonces felicidades: eres una persona razonable. Afortunadamente, When Violence Is the Answer tiene un lado filosófico. Larkin ama los deportes de combate tanto como al oponente, pero ya lo había dejado muy claro, no estamos hablando de enfrentarnos contra oponentes en peleas honorables. En el libro, Larkin plantea el caso de que a veces alguien es atacado sin razón, y en estas situaciones, dispararle al atacante con una arma de fuego sería legalmente justificado. Las armas de fuego pueden dañar la vida, o incluso ocasionar lesiones letales, y si entendemos algunos de los principios básicos, tu cuerpo o mejor dicho cualquier cuerpo también puede causar esas lesiones.

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Así que después de leer el libro, hablé con Larkin, para que me enseñara un poco más acerca de cómo puedo, si no tengo literalmente otra opción, hacer mierda a otro ser humano.

Nuestra conversación fue editada y condensada para mayor claridad.

VICE: En términos generales, ¿cómo das un golpe que mande al hospital a alguien?
Tim Larkin: No es tan complicado. Lo único que necesitas es entender la anatomía básica. Se trata de combinar un poco de física con un poco de fisiología. Tomas una parte fuerte de tu cuerpo y la pones sobre una parte débil del cuerpo de la otra persona que no pueda aguantar ese tipo de poder. Es un concepto muy simple.

¿Usaste alguna metodología para perfeccionar estos principios?
Buscamos en datos de lesiones deportivas. Cada lesión en los deportes es el resultado de un humano chocando contra otro, o humanos que chocan contra el planeta. Esas son fuerzas que tú y yo podemos replicar.

¿Me podrías dar un ejemplo de una sola lesión que tiende a funcionar cuando atacan a alguno de tus estudiantes y necesita usar la violencia?
No. No se sabe cuáles van a ser los componentes, pero necesitas entender los principios. Es como si me dijeras: "Oye, Tim, quiero aprender a multiplicar, así que dime cuál es la ecuación que siempre sale". Y yo te contestara: "Ok, es 42 por 45", y te la aprendes de memoria y te sientes muy bien por eso. Y cuando realmente tienes que hacer una multiplicación te sale 27 por 32, y no tienes ni idea porque nunca antes la habías visto. He tenido a muchas personas que han sido capaces de atacar el cuello por algún lado. La razón por la que tienen tanto éxito golpeando un lado del cuello es porque hay una vena a los lados del cuello, una arteria, y dos nervios, así que cuando golpeas un lado del cuello o se desmayan o puedes causar una conmoción. Si no me importara nada, te podría decir: "A ver, trata de golpearle a alguien un lado del cuello". Pero si te dijera eso sería muy deshonesto.

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¿Cómo reaccionas cuando alguien te dice que estás incitando a la gente a que "pelee sucio"?
No tengo nada en contra de ese término. El problema es que si uso términos como ese, pierdo a mi audiencia. Piensan: "yo no soy un criminal. No soy una mala persona. Entonces no me interesa aprender eso". Cuando hablo de violencia, la veo como una herramienta. La manera en que la usas determinará si es una violencia justificada o criminal. Yo le enseño a las personas a usarla con justificación.

¿No te preocupa que esa "herramienta" que estás enseñando sea mal utilizada?
La triste verdad de la que nadie se da cuenta es de que las mejores personas del mundo para ejercer la violencia y tener éxito –usando las manos o herramientas improvisadas– no tienen experiencia en los deportes de combate o en las artes marciales. Todos ellos residen en la cárcel, y ven la violencia de una manera muy práctica. No tienen dinero para ver la violencia como alguna fantasía. Se tienen que orientar a los resultados. A lo que funciona. Cuando lo ves desde esa perspectiva, lo ves como un trabajo mecánico.

Cuando la gente toma una clase de defensa personal, creo que muchas veces, quieren que alguien les enseñe a ser Bruce Lee, y tú definitivamente no haces eso. ¿Eso es un problema en tus clases?
Yo le enseño a la gente el cuerpo humano, recostado en el piso, y les enseño cómo pisotear alguna parte, y la gente hace versiones raras de un pisotón. Y ahí es cuando los detengo y les digo: "enséñame cómo pisarías una lata de coca para que se regara por todos lados". Y así de manera mecánica lo hacen perfectamente, porque cuando piensan que son "artes marciales" hacen cosas raras. Cuando piensan que un trabajo mecánico, de manera natural lo hacen bien y en el lugar correcto, y saben cómo proporcionar su peso corporal. Son movimientos naturales.

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Muchos pasajes de tu libro sin contexto suenan como un manual para un completo psicópata. Es decir, de cierta manera lo eres, después de todo lo que le estás diciendo a la gente es que le saque los ojos a otra persona.
Te explicaré como le das la vuelta a eso. Intenta con estos tres escenarios: el primero, un tipo entra al bar y me empuja y me dice que estoy sentado en su lugar, entonces me paro, lo jalo del cabello y le saco un ojo. El segundo, entro al estacionamiento del supermercado, llevo esperando dos minutos por un lugar. Llega un tipo en un Mercedes y se mete a mi lugar. Me salgo del coche, lo saco de su coche, lo aviento y le saco un ojo".

Ok, todavía no me convences. Todas esas justificaciones son muy malas.
Si, aquí va el tercer escenario: llega un tipo a mi oficina y ya le disparó a dos personas. Lo veo distraerse para cargar más balas. Entonces lo tacleo y lo tiro al piso. Lo primero que veo es su ojo, y se lo saco, eso lo detiene de seguir matando. A nadie le da risa eso.

Ese es un ejemplo. ¿Existen reglas para cuando debes y no hacer estas cosas?
Cuando no tienes otra opción. Esa es la regla número uno. La numero dos es que en esa situación en particular, si tuvieras un arma de fuego, te sentirías justificado al usar esa arma en contra de la otra persona. Esa es el tipo de situaciones de las que estamos hablando. De inmediato, todas las cosas sociales estúpidas quedan descartadas, las peleas en un bar por ejemplo, porque no cumplen con ese límite. Otra cosa es que, si no reaccionas, básicamente participarás en tu propio asesinato. En el punto en el que te estés enfrentando a un daño corporal grave, y tengas una opción, por defecto, lo único que funciona es lesionar al cuerpo humano, porque eso es lo único que logra vencer al más grande, rápido y más fuerte.


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Suena a que los niños no deberían saber esto, ¿Hay niños que toman tus clases?
Tengo un hijo de 22 años y un niño de seis años. Y unas gemelas de cuatro años. Mi hijo de 22 años pasó la secundaria sin exponerse a mi tipo de entrenamiento –aunque sabía que existía– hasta los 17 años y medio tuvo su primer curso. A los chicos les cuesta mucho trabajo pasar sus años de secundaria sin este tipo de información. No son lo suficientemente maduros en mi experiencia para entender que pueden dañar irreparablemente a la gente si tienen esta información. Tal vez lo podrían probar. ¿Mis hijas? Cuando tengan once lo van a tomar.