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Cuba detuvo a ilustres miembros de la disidencia antes de la llegada de Obama

El presidente de EEUU se convirtió ayer en el primer mandatario de su país en poner pie en La Habana en 88 años. La histórica visita, sin embargo, sigue empañada por la represión a la disidencia, y por el incumplimiento de Obama de cerrar Guantánamo.
Imagen por Ernesto Mastrascusa/EPA
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El presidente de Estados Unidos, Barack Obama hizo historia ayer al desembarcar en suelo cubano a las 4:19 horas de la tarde, para reunirse con su homólogo cubano, el líder comunista Raúl Castro. Obama se convirtió ayer en el primer presidente estadounidense en ser recibido por la plana mayor del gobierno caribeño en 88 años.

Uno de los asuntos más candentes que se cernían sobre el ejecutivo cubano ante la visita de Obama era lo que sucedería con los disidentes políticos de la isla, quienes llevan años silenciados por sus mandatarios. Ayer mismo, la situación atravesó otro momento crítico, después de que algunas miembros del colectivo Damas de Blanco, formado por esposas de los disidentes, fueran detenidas en La Habana. Sucedió durante el transcurso de su manifestación semanal.

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Las Damas de Blanco se reúnen cada domingo para denunciar la situación de sus maridos. Lo hacen después de asistir a misa en la capital cubana. La protesta de ayer se subió de tono, después de que las miembros de la plataforma ciudadana invitaran a otras organizaciones antigbubernamentales para que se sumaran a la manifestación. Sabían que la visita de Obama era una ocasión inmejorable para denunciar internacionalmente los atropellos del régimen. Claro que el régimen también lo sabía.

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De tal manera, cuando 50 integrantes de las Damas de Blanco llegaron al lugar donde se reúnen habitualmente para protestar, se encontraron con que había alrededor de 300 seguidores castrenses y una fuerte presencia policial. Poco después, las cámaras filmaron a varios agentes abalanzándose sobre miembros de las Damas de Blanco y embutiéndolas en furgones policiales.

Arrest of Ladies in White in Havana today ahead of Obama arrival, 'La calle es de Fidel!' crowd chants — Nick Miroff (@NickMiroff)March 20, 2016

Detención de las Damas de Blanco poco antes de la llegada de Obama. "La calle es de Fidel", corea la muchedumbre.

Berta Solder, la líder del grupo de activistas, había contado que solo pretendía advertir a Obama de que no se dejara seducir por la retórica comunista, y mostrarle que existen en la isla otros conflictos relacionados con la privación y el abuso de las libertades civiles. "Cuando negocias con un gobierno totalitario, tienes que establecer las condiciones", proclamó Soler.

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Ayer, la líder de la disidencia fue detenida por la policía.

Obama tiene planeado reunirse con una docena de disidentes políticos en la embajada de Estados Unidos en La Habana, algo que no ha gustado especialmente entre los dirigentes del régimen.

Varios activistas han denunciado que las preparaciones para la visita han contravenido los derechos humanos en muchos puntos de la isla. La policía se habría dedicado a suprimir y reducir violentamente cualquier rastro de la disidencia ante la llegada del líder yanqui.

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Elizardo Sánchez, director de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN) es un proverbial enemigo del gobierno castrista. Sánchez ha documentado todas y cada una de las detenciones arbitrarias orquestadas por el ejecutivo caribeño. El periódico estadounidense New York Times publicó ayer un artículo en que Sánchez denunciaba que durante las dos primeras semanas de marzo, el gobierno cubano habría redoblado sus esfuerzos por silenciar a los disidentes. En solo 14 días, las fuerzas de seguridad habrían detenido a 526 personas durante, al menos, unas cuantas horas.

"Ahora mismo estamos asistiendo a una situación de represión preventiva para silenciar a quienquiera que pretenda denunciar nada ante Barack Obama", cuenta Sánchez en el artículo. Sánchez es uno de los disidentes que se reunirá estos días con el presidente estadounidense, quien también tiene en su agenda encuentros previstos con los disidentes Manuel Cuesta, Antonio Rodiles, Dagoberto Valdés, José Daniel Ferrer y hasta con la célebre bloguera Yoani Sánchez.

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Por su parte, el exprisionero político Ángel Moya, ha proclamado en el noticiario online Townhall que "no es el mejor momento para que Obama visite Cuba".

"Obama había dicho que solo viajaría a Cuba cuando hubiese mejorado el trato a los Derechos Humanos", ha denunciado Moya. "A la práctica lo que está haciendo el gobierno cubando es redoblar su opresión".

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La visita de dos días de Obama será la primera protagonizada por un líder estadounidense desde que lo hiciera Calvin Coolidge en 1928. El encuentro supone un gran paso para el acercamiento diplomático entre los dos legendarios enemigos de la Guerra Fría, aunque lo cierto es que ambos bandos están dando muestras de cierta turbación.

Estados Unidos ha denunciado abiertamente la precaria situación de los Derechos Humanos en Cuba. Obama ya había declarado de antemano su intención de discutir cuestiones humanitarias durante su visita, mientras que desde La Habana se ha subrayado que, en ningún caso, se discutirán cuestiones de política doméstica.

Televisión oficial anuncia programa especial por llegada de — Yoani Sánchez (@yoanisanchez)March 20, 2016

Otros asuntos que se prevén discutir son el boicot económico que Estados Unidos sigue ejerciendo sobre Cuba, una sanción que solo podría levantarse si el Congreso yanqui así lo votara. El ejecutivo castrense, por su parte, también ha expresado su disconformidad con que la administración Obama siga ocupando la base naval de Guantánamo, un centro de reclusión que prometió cerrar hace casi 8 años, y donde a día de hoy todavía siguen encerrados prisioneros políticos que llevan cercad o más de una década privados de sus derechos humanos.

La bienvenida a Obama del régimen también ha sido velada. Prueba de ello es la portada del periódico oficial del régimen en el día de la llegada de Obama. En lugar de salir en portada con la visita del líder estadounidense, la edición de ayer domingo prefirió abordar en portada el encuentro que este sábado reunió a sendos proverbiales y sospechosos baluartes del comunismo: Raúl Castro y su homólogo venezolano, el dictador Nicolás Maduro.

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