El Salvador sufre su mes más violento desde el final de la Guerra Civil

Mayo fue el mes más sangriento en El Salvador desde el final de la guerra civil en 1992: 635 homicidios que se achacan a la guerra entre las bandas callejeras de este pequeño país.

Según informa Associated Press, desde el primero hasta el 31 de mayo de este año, murieron, al menos, 20 personas al día en el país centroamericano, cuya población es de 6.1 millones de habitantes. Si se lo compara con el momento más crudo de la Guerra Civil que asoló al país entre 1980 y 1992 la cifra es aún más escalofriante: entonces el promedio era de 17 muertos al día.

"El 19 de mayo fue el día más violento en todo el mes: murieron 34 personas en 24 horas. El director de la policía nacional, Mauricio Ramírez Landaverde dijo que el 60 por ciento de los asesinados del mes pasado eran víctimas de la violencia del crimen organizado.

Durante el mes de marzo, la cifra había alcanzado los 481 homicidios, lo que lo convertía en el mes más sangriento desde el final de la guerra. Hasta que ha llegado el pico de mayo — lo que supone un aumento del 32 por ciento, el incremento más salvaje registrado nunca en el país.

El Salvador celebra la beatificación de Oscar Romero mientras las bandas criminales avivan la guerra. Leer más aquí.

El llamado Triángulo Norte de Centroamérica — que forman El Salvador, Honduras y Guatemala — tiene uno de los índices de homicidio más elevados del planeta. En muchos casos, hay comunidades enteras sometidas al poder de las organizaciones criminales. Los homicidios regionales son raramente investigados y juzgados con éxito.

De acuerdo con un informe publicado en enero por un centro de investigación política mexicano, San Salvador, la capital, está en el puesto número 13 en el ranking mundial de las ciudades más violentas del mundo, excluyendo a las que están en guerra.

Lo que llevamos de junio tampoco es muy halagüeño: al menos cinco personas fueron asesinadas en el país el pasado martes.

Las autoridades informaron que el crecimiento de los crímenes violentos podría ser un intento de presionar al gobierno. Se trataría de una forma de negociar las condiciones de encarcelamiento de algunos de la capos de las organizaciones locales que habrían sido recientemente transferidos a prisiones de máxima seguridad del país.

El Salvador había experimentado brevemente una caída en el índice de homicidios durante la tregua impulsada por el gobierno, que fue suscrita en 2012. Sin embargo, desde que el acuerdo se rompió a principios de 2014, los crímenes violentos no han dejado de crecer.

A pesar del éxito que había tenido la tregua, el presidente del país, Salvador Sánchez Ceren ha dicho que no piensa promover ningún otro acuerdo: "No negociaremos con los delincuentes", afirmó Sánchez en febrero.

Associated Press ha contribuido en este reportaje.