Javiera Mena: Estoy influenciada por los Caballeros del Zodiaco
Foto ROD Javiera Mena, sesión espejo 2018

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Música

Javiera Mena: Estoy influenciada por los Caballeros del Zodiaco

Desde el budismo al feminismo: la cantante comparte los múltiples reflejos de su cuarto disco.

Javiera Mena hizo el ejercicio de viajar dentro de ella: miró largamente un espejo hasta que el espejo también miró dentro de ella. Cada mañana, durante media hora, logró observar en silencio qué estaba haciendo y cómo reaccionaba. Todo mediante la meditación samatha. El resultado, dice, es un disco bailable que la devuelve a una de sus principales fuentes, la música disco, desde donde lanza letras más introspectivas que románticas.

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A propósito de su nuevo disco titulado Espejo y de su presentación el día de mañana 30 de mayo en el Primavera Sound Barcelona 2018, tuvimos una extensa charla con la chilena. Checa lo que nos contó abajo.

Noisey: ¿Qué canciones del Mena (2010) volvieron a tu cabeza cuando grababas Espejo? Parecen ser dos discos que están en diálogo.
Javiera Mena: Sí, es una buena reflexión; y yo también lo había pensado. Por ser un disco más de midtempo creo que, por ejemplo, de todas maneras "Dentro de ti" es una canción muy hermana de "Hasta la verdad"; y "Espejo" es hermana de "Luz de piedra de luna", de todas maneras. Así que me gusta mucho tu apreciación porque, de todas maneras, Espejo es un disco muy hermanado con el Mena.

Me da la impresión de que en Espejo privilegiaste la voz en vez de los arreglos y la armonización. Pareciera que la música, las bases, están completamente al servicio de tu voz. Y esa preferencia por lo vocal también asoma en otro estilo que ahora empleas al cantar.
Sí, Espejo es un disco en que la parte vocal está mucho más trabajada. También llevo más años cantando y obviamente la gente ha visto mi evolución como cantante. Yo no soy de las que cantan desde los cinco años y ya a los dieciocho tienen una súper voz. Entonces yo creo que al menos tú, que conoces mis discos como Mena, has visto que he ido cambiando mi voz con el tiempo porque también me he hecho más cantante; o sea, siempre he sido cantante, pero ahora tengo más dominio y creo que eso se nota en este disco.

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Y también, como el disco tiene menos arreglos, quizás puede darte esa sensación. Porque tiene menos información en cuanto a música: es más simple. Y la voz, claro, también tiene que ver con el mixer [el ingeniero] Michael Brauer, que es una persona que trabaja mucho con el concepto de tener una voz muy presente, que realmente la voz sea lo que manda cien por ciento. Que él haya decidido también trabajar conmigo, porque yo se lo pedí, fue un honor gigante [Brauer ha mezclado discos de Pet Shop Boys, Regina Spektor, Grace Jones]. Yo creo que él potenció como puede sonar mi voz, le dio una cosa más cálida.

Hay algo que se repite en Espejo. Por ahí hablas de la intuición, de la verdad, de la libertad. Algunos temas que, de algún modo, ya son parte de tu imaginario.
Sí, totalmente. Esos temas que dices tú ahora están muy presentes como protagonistas. Quizás en los otros discos estaban, pero como adornando un poco letras que hablaban más sobre amor, deseo, conquista. En Espejo creo que tomaron un papel más protagónico.

¿De dónde vienen esos temas?
Bueno, todas las cosas que nombras tienen que ver un poco con esta cosa que está presentes en nosotros, pero que no la vemos porque estamos muy sumergidos en nuestro diálogo mental y en nuestras expectativas de la vida… Entonces, tienen que ver con mi experiencia de vida, tienen que ver con el budismo, con llevar un camino en la meditación y también con cosas más naturales y normales, como ir a fiestas o tomarse un té. Y un poco tratar de encontrar esos momentos más poderosos de verdad en la vida cotidiana.

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Es como algo que va mezclado, no es como una experiencia que me haya marcado en un momento específico, sino que es algo que me ha ido acompañado a lo largo de mi vida, por haber leído a Chögyam Trungpa, a Jung y a Joseph Campbell. Bueno, y también autores como Oscar Wilde o Emily Brontë, que sin ser meramente religiosos o budistas, a través de su literatura están todo el rato en contacto con esta, entre comillas, verdad.

¿Qué leías mientras creabas Espejo?
No sé si mi disco hable exactamente de eso, pero hay un libro de Joseph Campbell que se llama Los mitos y que estuve leyendo mientras hice Espejo. Es básicamente un recorrido por toda la mitología del ser humano —desde los albores hasta hoy— y hace un análisis del ser humano a través de los mitos, que son casi el ADN de la cultura. También El mito de la libertad, de Chogyam Trungpa, que es un libro que habla de la meditación, pero todo ligado a nuestras expectativas de la libertad y qué es ser libre. Al final, de la idea que nos hacemos como occidentales de libertad, y que está muy equivocada también, porque son como fantasías que te hacen caer. Esos dos libros me marcaron un montón para escribir la lírica de Espejo. También estuve leyendo un poeta, que se llama Rumi, que es muy conocido en países del Medio Oriente, y que me influenció un montón para la letra.

¿A quién interpelas en "Dentro de ti"?
"Dentro de ti" es una canción invitación. Le habla a una persona en específico, le habla de tú a tú, le dice "tú que has viajado allá, que al menos lo que se ve que es que tu vida está llena de entretención, de arte, ¿has hecho el ejercicio de viajar para adentro?" Para "Dentro de ti" me inspiraron muchas cosas. Me inspiró un video de Google que hay dando vueltas —no sé si lo has visto— en donde sale una chica acostada y la cámara empieza a ir lejos hasta que de repente llegan al cosmos y después la misma cámara se introduce dentro de esta niña y llega como a la célula. También me inspiró un amigo, que es Juan Yarur; el ver su vida tan de millonario también me inspiró; y se lo dije, y le pareció súper lindo que yo, de manera genuina, le haya hecho una invitación también a mirar dentro de él.

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"Intuición" me recuerda a "Cuando hablamos". Tiene una batería reggaetonesca que pasas colada a tu estilo más electrónico.
Bueno, sí, tienes mucha razón. "Intuición" está también conectada con "Cuando hablamos" [de su primer disco, Esquemas juveniles]. A mí me gusta mucho la cadencia del dembow, del reggaetón; siempre he sido fan del dancehall, y claro, me gusta incluir esos ritmos en mi música. Por ahí del 2006, cuando el reggaetón llegó a full a Chile, era una música que a mí me hacía vibrar, sobre todo para bailar. Entonces, al momento de hacer "Intuición", se me hace muy natural hacer ese ritmo midtempo con el "tatu-ta tatu-ta", que está muy presente también en la música árabe. Incluso hay gente que me dice que "Intuición" es media shakiresca, y me encanta. Al momento de hacer la canción, y ponerle la letra dentro de este ritmo, me pareció una súper buena propuesta hacer una canción con un ritmo de dembow y hablar de algo súper interno, un tema que no se toca tanto hoy en día, que es esta cosa que es casi el centro de nosotros y de nuestra cosa colectiva, que es la intuición.

Antes de pensar, antes de conceptualizar, está esta intuición que tenemos todos y que es lo más difícil de ver. Es mucho más fácil ponerse a decir palabras o a inventarte fantasías —y, de hecho, la canción toca el tema de la fantasía— que conectar con esta sabiduría natural que tenemos dentro, que, en el fondo, es decir que al final tú realmente sabes lo que tienes que hacer, sabes para dónde tienes que ir, pero te das da una vuelta gigante y laberíntica y llegas al mismo lugar que sabías que tenias que llegar desde el comienzo. Pero las vías que llevamos no nos permiten ver la intuición y desde ahí sale la idea; es como una oda a la intuición.

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Ajá.
También me inspiró un capítulo de Los Caballeros del Zodiaco que tiene como toque budista, y que volvimos a ver con mi hermano. Mi hermano me mandó un video de YouTube y me dijo: "Oye Javi, mira, este capítulo de Los caballeros del Zodiaco era budista". Y claro pos, hablaba de Los seis infiernos [Los seis mundos], que son la rueda del Samsara. Y hablaba de uno que es el infierno de los dioses [del cielo], que es el más peligroso. Porque los dioses —que es una manera de vivir— viven tan alto que cuando se caen, se caen muy de arriba; y eso es lo que pasa en el capítulo. Creo que Shiryu [el caballero del dragón] estaba muy arriba y se pega una caída gigante porque estaba viviendo endiosado, ¿cachái? Y ese es uno de los infiernos.

Ese capítulo de Los Caballeros del Zodiaco debe ser uno de los mejores. Es cuando Ikki (y no Shiryu) enfrenta a Shaka de Virgo y éste lo manda a Los seis infiernos.
Jajajajaja ¡Te lo sabes!

Claro. Era —soy— fanático.
Con mi hermano los veíamos hace mucho tiempo y lo hemos retomado. Nos hemos dado cuenta —como en este tipo de capítulos— que el imaginario que tenían Los caballeros del Zodiaco era algo que me influenció. No recuerdo bien los capítulos —como tú— pero son cosas que vi muy de niña y que ahora me doy cuenta que están ahí en el inconsciente. Yo creo que estoy influenciada por ellos pero de una manera inconsciente: no recuerdo bien qué era, pero sí recuerdo que había una solemnidad muy grande en torno a ellos, y que también tenían una conexión con la mitología y con cosas que me encantan al día de hoy. Y también, bueno, transmitían cosas positivas a los niños. Obviamente había mucha violencia pero también transmitían cosas nobles.

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Hace unos días hubo una marcha antimachismo en Chile. ¿Cuál es tu posición ante la demanda de tus compatriotas: el fin de la educación sexista y del acoso sexual en la educación?
Bueno, sí, es un tema súper candente al día de hoy. Todas estas manifestaciones que están pasando, que las encuentro necesarias, son tiempos de cambio. Venimos de una cultura en que las mujeres eran consideradas monedas de cambio, entonces me parece positivo que existan estas movilizaciones porque despiertan una nueva cultura. Creo que hay una imagen que me gusta mucho, que es como si hubiese habido una pieza de aire caliente por mucho tiempo y de repente se hubiese abierto una puerta a una pieza de aire frío. Creo que estamos en un momento así. Cargamos con una historia muy pesada que tiene que ver con solo una manera de hacer las cosas, entonces hay mucho sufrimiento, por eso me parece obvio que todo esté plasmado de dolor y de rabia. No sé en qué va a desembocar pero me parecen justas estas cosas que se piden. Y en Chile, al menos, es algo totalmente nuevo, por más que el movimiento feminista lleve mucho tiempo.

¿Y cómo ves esto en el ambiente musical? ¿Has sido acosada?
Al menos en mi experiencia, creo que yo —en todo sentido— me he creado mi propio mundo. Y eso tiene que ver también con no verme involucrada. Y no sé si ha sido porque yo lo he creado así o porque he tenido suerte, porque sé que pasa muchísimo, pero la verdad es que en el ambiente musical nunca he tenido una situación de acoso. Creo que yo también me he planteado bastante masculina y quizás eso ha sido lo que me ha ayudado. Siempre he sido abierta con mi preferencia sexual, así que quizás por ese lado no he tenido ninguna mala experiencia, al menos directa. Nunca he tenido una mala experiencia, por suerte, porque sé que es muy común.

Tú tienes un equipo compuesto por mujeres. Tienes chicas que tocan en tu banda (la baterista Natalia Pérez, la bajista y guitarrista Manuela Reyes), coristas (Natalia Quiñones y Karen Seselovsky), una coreógrafa (Tuixén Benet) y una manager (Uxia Citola). Es una suerte de declaración feminista simbólica que, de algún modo, no está en tus letras, aunque tampoco tiene que estarlo. ¿Has sentido presión por tomar un rol como vocera?
Más que presión, es una responsabilidad que siento como mujer —con una voz y con capacidad creativa— de poder armar la estructura que yo quiero. Y obviamente en los festivales me he topado con una gran desigualdad de género, así que por eso he querido incluir lo máximo de mujeres que se pueda en mi equipo. Ahora, también tengo hombres en mi banda y me encanta trabajar con hombres, yo creo que la clave está en un equilibrio. Pero en el momento en que yo fui al Festival de Viña con solo chicas, fue una declaración totalmente.

Esa cosa simbólica para mí es súper importante. Igual veo mucha desigualdad de género en el ambiente musical, en los estudios, entonces como mujer, más que una presión, me siento parte de generar cambios. Y, si yo tengo el poder de decidir con quién trabajo, creo que el día de hoy, en los momentos en que estamos, se necesita una doble dosis de ponerle ojo a quién vas a contratar; y de, quizás, viendo la desigualdad tan grande que hay, priorizar a trabajar con mujeres. Pero, obviamente, me encanta trabajar con hombres también, y si es que un hombre tiene el mérito, yo igual voy a trabajar con él, porque para mí (lo ideal) es totalmente el equilibro, ying yang, masculino y femenino, y que todos dentro de nosotros tengamos desarrollado lo masculino y lo femenino. Esa es como la real manera de vivir, en equilibrio, aunque obviamente es muy difícil lograrlo.

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