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El calamar es el nuevo plástico ecológico, según un estudio

Las bacterias podrían ser modificadas genéticamente para producir cantidades industriales de polímeros biodegradables basados en dientes de calamar.
Calamar hawaiano. Fotografía: Chris Frazee y Margaret McFall-Ngai
Calamar hawaiano. Fotografía: Chris Frazee y Margaret McFall-Ngai

Artículo publicado originalmente por Motherboard Estados Unidos.

La contaminación por plástico está devastando los océanos al envenenar animales y ambientes marinos, pero los científicos creen que los mares también pueden tener una solución al problema: los tentáculos de los calamares.

Los calamares han desarrollado proteínas complejas en las cavidades de la ventosa que alinean sus tentáculos. Las proteínas se utilizan para construir dientes de calamar (SRT, por sus siglas en inglés), un círculo puntiagudo de material de biopolímero dentro de las ventosas que le permite a los animales agarrar presas.

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Los investigadores de materiales, Abdon Pena-Francesch y Melik Demirel, de la Universidad de Penn State, creen que los dientes de calamar podrían diseñarse como un sustituto biodegradable prometedor para los plásticos.

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Afortunadamente, eso no significaría que se tuviera que explotar a calamares inocentes. En un estudio publicado el jueves en Frontiers in Chemistry, el equipo describe cómo las bacterias como la E. coli podrían ser modificadas genéticamente para producir potencialmente cantidades industriales de proteínas especiales que hacen que los dientes de calamar sean tan flexibles, fuertes y ecológicos.

Las propiedades moleculares únicas del material se derivan de proteínas constituyentes que se repelen entre sí. Esta separación produce estructuras moleculares complejas que van desde hojas ordenadas planas hasta material enredado.

Debido a su versatilidad, los dientes de calamar sintéticos se pueden integrar en los textiles para que la ropa absorba menos fibras sintéticas en la lavadora, lo que es una fuente sorprendentemente grande de contaminación por plástico en los océanos. También podría usarse para crear películas o recubrimientos defensivos que podrían usarse para protegerse de la guerra química y biológica, según el equipo.

"Las proteínas del calamar se pueden usar para producir materiales de próxima generación para una variedad de campos que incluyen energía y biomedicina, así como también para el sector de seguridad y defensa", dijo Demirel.