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Identidad

La mujer tras una controvertida exposición de fotos de pollas

La comisaria Whitney Bell afirma que la exposición de fotos no solicitadas de pollas muestra una cultura de sexismo, pero algunos han clasificado su obra como porno de venganza.

Cuando la comisaria Whitney Bell dejó su lucrativo trabajo como directora artística hace un año, no estaba muy segura de cuál sería su futuro, ya que había vaciado su cuenta bancaria para ayudar a crear la exposición I Didn't Ask for This: A Lifetime of Dick Pics (Yo no lo pedí: toda una vida de fotos de pollas) en Los Ángeles. Rogó a sus amigas que le cedieran fotos no solicitadas de pollas para exponerlas en una galería reconvertida para que pareciera la casa de una mujer. "Quería que el espectador se sintiera como en casa, que estuviera completamente cómodo", explica Bell a Broadly. Pero, a diferencia de la mayoría de las salas de estar de las mujeres, las paredes estaban cubiertas de instantáneas de mensajes de texto y fotos de pollas.

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"[Junto con las fotos de pollas] seleccionamos conversaciones de texto que abarcaban de todo, desde tíos llamando a alguien 'puta gorda' simplemente por haber rechazado una cita, hasta hombres escribiendo por mensaje de texto 'la violación hermana a los hombres'. O, personalmente mi favorita: 'Ahógate con mi polla, estúpida puta #makeamericagreatagain'", explica Bell. "Es importante ofrecer un contexto, así que no se trata solo de un puñado de penes colgados en una pared. Quiero dejar claro que no tratamos de humillar a los hombres, ni de humillar a los penes, sino más bien el acto del acoso sexual en su conjunto".

Muchos hombres incluso piden/suplican específicamente que los incluya en la exposición

Por allí se dejaron caer más de 1.000 personas y Bell apareció en medios que abarcan desde Playboy hasta Ms. Magazine, pasando por la BBC. "Qué vergüenza, tuve que explicar lo que es la zona entre el coño y el culo en antena", bromea.

Organizó el mismo evento en San Francisco, donde recaudó 5.000 dólares (unos 4.250 euros) destinados a proporcionar productos para la menstruación a las mujeres sin techo y va a continuar el tour de fotos de pollas con una segunda exposición en Los Ángeles. La próxima parada de la gira en Los Ángeles el mes que viene recaudará fondos para HollaBack!, una campaña comunitaria que pretende acabar con el acoso. Los visitantes pueden recibir una clase para "comer coños" de la mano de Anne Hodder, entrar en un fotomatón con 200 dildos presentados por el fabricante de juguetes sexuales Doc Johnson y escuchar a conferenciantes como la editora de Playboy Anna Del Gaizo, la educadora sexual Ericka Hart y la líder de Garbage y embajadora de MAC AIDS Shirley Manson.

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Manson decidió participar en la exposición para luchar por el futuro de su sobrina de siete años. "Desde que nació, decidí que mi deber como tía era cuidar de ella y luchar por ella si veía alguna amenaza para su bienestar", explicó Manson a Broadly en unas declaraciones proporcionadas por Bell. "Lentamente he visto cómo la cultura global cambiaba y daba un giro hacia una agenda más 'populista', que personalmente considero una amenaza para las mujeres de todo el mundo".

Manson también disfruta debatiendo sobre la sexualidad y el género con otras personas interesadas en estos temas. "Creo que los motivos por los que algunos hombres acosan sexualmente son increíblemente complejos y sería maravilloso si de algún modo pudiéramos llegar al fondo de toda esa cuestión", afirma. "Quizá envían las fotos de pollas para apoyar anticuadas nociones en torno a su masculinidad, como que un pene erecto es en cierto modo un tótem de su poder y su potencia".

Las exposiciones de Bell no han impedido que los hombres sigan creyendo en el poder de las fotos de pollas. Ha recibido una "asombrosa cantidad de fotos de pollas" desde la primera exposición y las ha añadido a los muros de la galería a pesar de sus dudas iniciales. "Al principio consideré la posibilidad de no exponerlas, porque no quería darle esa satisfacción a esos pervertidos. Son exhibicionistas", explica. "Muchos de ellos incluso piden/suplican específicamente que los incluya en la exposición, pero me hado cuenta de que me importa una puta mierda si esos tíos son felices, o si se excitan o si están furiosos".

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Durante la exposición del año pasado en San Francisco, algunos hombres acusaron a Bell de estar creando porno vengativo. Se reunió con sus abogados y especificó en Elle que su exposición artística cumplía con el criterio californiano de tres puntos para exhibirla. Según ella, ninguna imagen era identificable ni estaba expuesta para dañar a nadie, ni había tenido inicialmente como fin ser una foto privada. Además, Bell dudaba que quienes protestaban se preocuparan lo más mínimo por el porno de venganza. "De forma muy parecida a como los 'activistas' del movimiento All Lives Matter (Todas las vidas importan) se enfrentan a los protestantes de Black Lives Matter (Las vidas de las personas negras importan), a esta gente realmente no le preocupa aquello que reclaman", explicó a Broadly. "¿De verdad crees que la mejor forma de perder el tiempo es defendiendo a los hombres que usan sus genitales para acosar e intimidar a las mujeres online? ¿De verdad crees que acosar a las acosadas por poner en evidencia el acoso beneficia a alguien? Te ruego que te dediques a librar una batalla que merezca más la pena".

Los hombres han respondido a su exposición de diversas formas. Bell ha encontrado algunas "alianzas de cinco estrellas", pero otros han dudado de ella preguntando si la gente realmente le enviaba imágenes así.

"Incluso cuando están en medio de una habitación con cientos de fotos de pollas, con frecuencia siguen cuestionando el alcance del problema", se queja Bell. "Lo que muchos parecen no comprender es que las fotos de pollas no son el problema real. El problema es que la sociedad permite estos comportamientos, que la sociedad normaliza estos comportamientos y que la sociedad silencia a quienes nos rebelamos contra ellos".