Hay más consideraciones sobre el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) de las que normalmente se muestran en los medios de comunicación. No son sólo cosas como lavarse las manos compulsivamente o ser meticuloso con la limpieza. Hay muchos síntomas complejos y variados del TOC que pueden afectar a hombres, mujeres y jóvenes de todas las etnias, culturas y antecedentes socioeconómicos. Las obsesiones, pensamientos recurrentes que se convierten en patrones poco saludables de comportamiento, y las acciones realizadas para aliviar o reducir esos pensamientos pueden presentarse primero en la infancia o en la adolescencia temprana, pero pueden aparecer en cualquier momento a lo largo de la vida de una persona. Es muy importante saber que el TOC es tratable, y buscar apoyo profesional es el primer paso para recuperarse. Si has notado alguno de estos síntomas o te preocupa que tengas TOC, puedes hablar con tu médico o ponerte en contacto con tu centro local de salud para buscar apoyo y opciones posibles de tratamiento.
Recuerdo claramente la noche que comenzó. Acostada, con los ojos fijos en el techo, hice cuentas con las zonas horarias en mi mente. Tenía 17 años y estaba sumamente enamorada de alguien dos años mayor que yo. Él estaba en algún lugar al sur de Ubud, bebiendo cerveza y fumando cigarros mientras yo estaba picándome los ojos en Melbourne. Una pequeña voz —parecida a la mía— susurraba en mi cabeza: "Odio a James. Lo odio tanto". Esta frase se repetía implacablemente y cada vez que la interrumpía, o trataba de dormir, regresaba con más fuerza. Se sentía como un castigo. Como si mi cerebro estuviera mal conectado. Cuanto más murmuraba esa voz en mi cabeza, más probable era que algo terrible le ocurriera. Porque yo lo murmuraba. Porque dije que lo odiaba, aunque no era cierto. Me dolí por su supuesta muerte cada semana debido a ello.Pero James se encontraba bien, siempre, y como era de esperarse.Vikki Ryall, Jefa de Práctica Clínica en headspace, la Fundación Nacional de Salud Mental Juvenil.
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La parte meramente obsesiva del trastorno no es la sensación de un deseo incontrolable por lavarse las manos, o acomodar los objetos de tu escritorio por color. Sin embargo, pertenece al TOC, a pesar de que las compulsiones —que causan una ansiedad grave— sólo existan en la mente. Dicho esto, es muy fácil desarrollar tendencias externas como un medio de "manejar" la condición; o distraerse de ella. Actualmente tengo seis cargas de ropa que lavar, las cuales necesito atender… cuando no estoy luchando contra pensamientos violentos e intrusivos sobre la muerte de mis seres queridos, por supuesto.
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Pero cuando me reuní con una amiga (que llegó tarde a cenar porque son cosas de la vida, no porque estuviera atrapada en un espantoso accidente de coche, como lo sugería mi TOC) y le dije cómo me sentía, todo se sintió mejor. Me sentí más relajada. Después de eso, si ella no me respondía un mensaje durante bastante tiempo, podía decirle cómodamente "mi TOC es el que está hablando. Sólo quiero saber que estás bien", en lugar de intentar huir de mi angustia.Gracias a que me he sentado frente a un psiquiatra y le he mostrado las extrañas listas que guardo en mi teléfono, y le he revelado todas las maneras nauseabundas en que me dolido por la gente a través de los años, ahora puedo avanzar en la dirección correcta. Puedo recibir los recursos diseñados para ayudarme.Si oigo una canción en la radio, y me convenzo a mí misma que significa que mi novio se va a morir, se lo cuento a alguien de confianza.
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Durante mucho tiempo, fui diagnosticada con ansiedad, lo que sin duda es algo que padezco. Pero se deriva de mi TOC. Tratar de curarla sólo funciona como un curita. Pero se necesita trabajo duro, perseverancia y ayuda. Pero la ayuda adecuada. Programé citas quincenales con un psicólogo que se especializa en mi "tipo" de TOC. Pero mientras tanto, practico la honestidad y cuidarme a mí misma. No importa lo ridículo que sea, manifiesto mi confusión.Si oigo una canción en la radio, y me convenzo a mí misma que significa que mi novio se va a morir, se lo cuento a alguien de confianza. Si noto que estoy buscando en repetidas ocasiones la confirmación de que no soy una mala persona, les pido a mis seres queridos que tomen nota de mi comportamiento. Mi TOC no es sólo una carga que debo soportar sola, y con la ayuda de otros, puedo entenderla —y a mí misma— con claridad.La enfermedad mental es intimidante, sí, pero en gran medida por cómo mantiene secuestrados a los pacientes para que no hablen sobre el asunto. Pero no sólo está bien pedir ayuda —o hablar de todas las inquietudes que tienes sobre las personas que amas derritiéndose en el suelo (y que sea tu culpa)—, sino que es esencial.Sigue a Madison en Instagram.